Una segunda.... oportunidad?

Capítulo 1

Un "Te extraño" salen de mis labios como susurros, me sostengo fuerte de las sábanas, estoy como un ovillo entre las frazadas, pequeñas lágrimas salen de mis mejillas, muerdo mi labio inferior reteniendo mis sollozos.

Tú recuerdo en mi cabeza me atormenta, hace que quiera gritar hasta el punto de que me duela la garganta, tengo tantos deseos de volver hacerlo pero no puedo... Te lo prometí y no quiero fallarte.

Nada a cambiado desde que te fuiste, siento que uno de estos días ya no estaré para poder apreciar el amanecer y saber que es otro día que sigo viva...

Cada ves que me voy a dormir tengo la esperanza de ya no despertar, de quedarme en un profundo sueño en donde te pueda ver, estar contigo y poder decirte que "te quiero, ya no quiero estar lejos de ti, me haces tanta falta que temo separarme de ti y romperme....".

Pero tengo la desgracia de abrir los ojos y ver que un nuevo día empezó, cada ves me siento más frágil, deseo quedarme en la cama y recordar esos bellos momentos en las que pase contigo.... Pero es necesario ir al colegio, salir de mi cuarto y enfrentar la triste realidad, cada ves me deja de interesar lo que pase con mi familia, ellos no se preocupan por mí pero ¿Debería de preocuparme por ellos? ¿Se merecen mi atención después de todo lo que hicieron...? ¿Se merecen mi perdón? Tal ves les perdonaría pero no muestran interés en que cambie algo para bien.

Ya estoy cansada de todo esto, por favor quiero volver a verte aunque sea en mi sueños, deseo volver a sentir tus labios sobre los míos y probar ese sabor que sólo tú tienes, sentir tus brazos rodearme, tu voz cerca mi oído repitiendo que todo estará bien, que es solo un mal momento y que se acercarán mejores.

Suelto las sábanas mientras me limpio las lágrimas, suspiro, miro al techo preguntándome "¿Por qué me abandonaste? ¿Por qué te tuvo que pasar a ti? ¿Por qué te enamoraste de alguien como yo?....", El solo recordarte me duele, siento que se oprime con pequeñas punzadas en el corazón mientras me pregunto el por qué tratando de ordenar mis pensamientos, no es una novedad saber que no me tengo mucho amor hacia mi persona, pero por ti me empecé amar, contigo era todo color de rosas pero no todo en la vida es felicidad y eso lo sé muy bien, cierro mi ojos tratando de dormir pero no puedo, tú sola sonrisa aparece y hace que sienta un nudo en mi garganta, no quiero llorar, ya no, mi corazón late rápido cuando pienso en ti, lástima que ya no pueda verte, tocarte y sentir ese cálido abrazo tuyo.....

                                  [.....]

Una melodía empieza a sonar, haciendo que despierte lentamente, restriego mis ojos mientras suelto un pequeño gruñido, los abro lentamente visualizando mi habitación, me levanto de la cama y apagó mi alarma, agarro una toalla de mi armario y me dirijo al baño.

Salgo y alistó mi uniforme, me pongo el collar que una vez me regalaste al cumplir un mes de enamorados, una pequeña sonrisa aparece en mi rostro pero la borro de inmediato, me dirijo al espejo junto al peine y un colet, me hago una media cola, peino mi flequillo y acomodo un poco el cabello. Una vez lista salgo hacia la sala, agarro mi mochila y sin decir nada a mis padres y hermano salgo de mi casa, camino hacia el colegio pero pasó por una cafetería, entro y pido un café amargo con poca azúcar y un sándwich.

Entro al colegio, y camino hacia mi salón, en la entrada veo a unos compañeros para ser exactos a Álex y su grupito, bajo la cabeza y a paso rápido entro al salón pero una mano me retiene, volteó a ver a Álex, tiene una sonrisa me jala con brusquedad hacia él,  me agarra del mentón mientras aprieta más mi muñeca haciendo que suelte un pequeño gemido de dolor.

Con toda la fuerza me estampa contra la pared, retengo un sollozo, me suelta y entra al salón, aprieto mis manos en forma de puños, me quedé parada unos segundos hasta que decido entrar, mi asiento estaba al final de la última fila dónde estaba la carpeta del profesor, colocó mi mochila a lado derecho que está entre mi carpeta y la ventana, observó cómo los demás estudiantes entran, algunos corriendo otros caminando con toda la tranquilidad mientras hablaban con sus amigos, cierro los ojos y luego suspiro, está vida sin ti me hace sentir vacía, dirijo mi vista hacia el profesor de aritmética que entra por la puerta, nosotros nos levantamos y decimos un "Buenos días, profesor" para ser correspondidos por el saludo y nos sentamos en forma silenciosa.