Quien no te quiere oír, no te escucha, ni siquiera si gritas.
Quien te quiere entender, te entiende, incluso si no hablas.
Quien te quiere entender, te entiende
Quien no te quiere oír, no te escucha, ni siquiera si gritas.
Quien te quiere entender, te entiende, incluso si no hablas.