Chocolate caliente y un toque de canela. (Breaking Glass)

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*ADVERTENCIA: Si eres Oncer y no haz visto ningún episodio de la cuarta temporada hasta ahora, léelo bajo tu propio riesgo o no lo leas hasta haber visto el capítulo correspondiente, trato de poner la menor cantidad de Spoilers pero ningún One-Shot que pueda llegar a escribir, esta libre de ellos.*


Salió de la estación poco después que Garfio, había bastantes cosas que tenían que asimilar. ¿Cómo esa mujer aparecía en aquel video?
Pero en ese momento ya no quería saber nada, aunque su cerebro le rogará investigar, ella estaba cansada, y lo único que quería era volver a casa.

Subió las escaleras rápidamente, no quería encontrar a sus padres en ese momento.

Dejó la chaqueta aún lado y vio a Elsa, sentada, leyendo uno de los grandes tomos de las maldiciones que había tenido Storybrooke.

-¿Divertida?

Elsa la miró y bufó, después dejó el libro a un lado.

-¿Haz encontrado algo... De la reina de las nieves?

-Creo que puede haber algo, pero aún faltan varias piezas, la verdad no quiero hablar de ello hasta tener todo en orden.

Elsa asintió.

Emma se dejó caer sobre la cama.

-¿Y?, ¿algo sobre tu hermana?

-No- Negó algo triste, pues era de esperarse su reacción, por más que buscaba, aún debajo de las rocas, no podía encontrar nada de Anna.

-He sentido las mismas decepciones... Cambiando de tema, ¿quieres algo de chocolate caliente?

-¿chocolate caliente?

-Sí, chocolate... Con leche, es una bebida. ¿No hay de esto... En Arendelle?

-Chocolate, bastante, a Anna y a mi nos fascina.

-¿Pero jamás haz probado el chocolate caliente?

Se negó, Emma se levantó y se propuso a bajar las escaleras.

-Te traeré un poco. Y vas a amarlo.

Y bajó las escaleras.

Al rato, subió cuidadosamente, con dos tazas en las manos. El humo que expiraba dejaba un olor delicioso a su paso, con espuma y rastros cafés sobre ella. Emma le entregó una taza.

-Huele... exquisito. ¿Que es esto...? -preguntó admirando los rastros cafés.

Aveces simplemente le parecía increíble el vocabulario de Elsa, y aveces hasta sentía que ella había sido criada en la jungla.

-Es canela, y juro que te sentirás en la gloria cuando lo pruebes.

Emma tenía razón, a Elsa le había fascinado, la textura, el sabor, todo en esa taza era "exquisito".

-Sé... -Elsa interrumpió el silencio- Que quizá no sea la más indicada, creo que ni siquiera haz hablado con tus padres, pero, ¿qué tal tu cita?

A Emma le sorprendió bastante la pregunta.

-Me alegra que preguntarás, la verdad, no lo esperaba, pero también quería hablar con alguien sobre eso... Yo, bueno, hubo una pequeña interrupción pero, no hizo que la noche no fuera perfecta.

Elsa sonrió al verla sonreír.

-Me sorprende que tu padre actuará tranquilo.

-¿Tranquilo?- Se rió -¿A eso le llamas tranquilo?

-Bueno...- Elsa también rió -A comparación de como me puse yo en la primera cita de Anna, sí, se portó bastante tranquilo.

-Supongo que Anna debió portarse del mismo modo contigo.

Elsa dio un sorbo más y dudó en contestar.

-La verdad, no he tenido una "cita"... Jamás - Las palabras salieron lo más natural de su boca, no había remordimiento, no había tristeza, era sinceridad y un toque de ignorancia.

-¿En serio?- Alzó ambas cejas, estaba realmente sorprendida -Pero eres linda, inteligente... Supongo que debes tener demasiados pretendientes.

-Tal vez, no lo sé- Negó, un poco ruborizada ante el comentario de Emma sobre ella- Recibí ofertas de matrimonio de príncipes, nada importante, todos con el mismo objetivo, la corona de Arendelle. Ni siquiera sé si realmente uno de ellos era sincero, jamás me fije en ninguno.

-¿Y... Un guardia o un plebeyo?

-Solo me tienen respeto, jamás querrían a un monstruo como reina, mucho menos como prometida.

Y esa fue la parte que la hizo sentir incomoda.
Pero Emma no lo iba a aceptar.

-Todos son unos idiotas- Refunfuñó -No saben lo que se pierden.

Elsa sonrió débilmente.

-No eres un monstruo. Además, aunque fuera un accidente, me alegra haberte traído a Storybrooke.

-Me alegra el al menos servir de algo.
-Sirves de mucho. De seguro en Arendelle fuiste y seguirás siendo una gran reina. Con Anna eres una gran hermana... Y conmigo, eres una gran amiga.

No creyó abrirse tanto con una persona como lo hizo con ella, pero Elsa le recordaba a ella misma, y le gustaba tener a alguien que no fuera de su familia o tuviera problemas con ella.
Con Elsa, se sentía ella misma, y no la perfecta salvadora que todos esperaban.

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