Daniela repitió a sus amigos que es Julia quien está matando a esas chicas, le dijo a sus padres y a los padres de Julia que su alma no descansa en paz porque la gente que pensaba que eran sus amigas nunca lo fueron. María y Karla estaban aterrorizadas porque sabían lo que habían hecho con Julia y en todo momento se sintieron acorralados.
Esa noche, los padres de Daniela y Julia fueron al cementerio porque un padre le dijo que necesitaban quemar los restos de Julia para que su alma tenga paz y sus cenizas se evaporen en el cielo. El cementerio estaba en las afueras de la ciudad.
Karla y María eran hermanas y estaban en sus habitaciones escuchando música cuando todo se apagó de repente y los dos vieron a Julia. Empezaron a gritar y a correr como locos por toda la casa. Karla tropezó con el cuchillo de cocina que tenía un conjunto de cuchillos afilados. Se cayó al suelo y sintió que el fantasma de Julia tiraba de sus pies. No se dio cuenta de que movía la meceta con el pie y Julia tomó un cuchillo y la apuñaló en la cabeza. El cuchillo le atravesó el ojo derecho Muriendo desangrada. María continuó corriendo y Julia con el mismo cuchillo que había matado a su hermana que cortó le lengua de María y murió sangrando.
Danna y los padres de julia llegan al cementerio recibiendo miles de llamadas sobre la muerte de las hermanas rápidamente tomaron gasolina y sal y comenzaron a quemar el cuerpo de Julia. Julia los vio en el cementerio y se sintió aliviada al ver que sus padres buscaban la paz de su alma. Desde entonces todos los cuerpos son quemados con sal para que sus cenizas se evaporen y el alma pueda descansar en paz.
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