Capitulo 1

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Mi hermana -Marta, cinco años mayor que yo- decidió que era tiempo de hablar con ella -Mamá, una mujer trabajadora - el escalofrío recorría mi espina dorsal haciendo un nudo en mi garganta, pero ya era hora de hablar.

Son las 7 de la mañana mientras escribo en este pedazo de página, mamá aún se arregla para ir a trabajar a su puesto de frutas al fondo del mercado municipal, Marta y yo - Eric - sabíamos que ella llegaría a la pieza a pedirnos que despertáramos para así, ella podría llevarnos a donde mi tío -José, hermano de mi papá, hombre que nos abandonó- tendría que ser ahora el momento para decirle, Marta y yo hemos estado practicando las palabras que usaremos, algo franco pero no duro
-Mamá ¿notas que tus hijos no se ven bien? Deja el trabajo y cuidanos tu-
O quizá...
--Mami, no queremos ir donde ese hombre, es una bestia-
Pero las cosas planeadas no siempre funcionan

Mamá -como dije- es una mujer trabajadora, tiene dos hijos, Marta de 16 y Eric de 11, con un marido que la abandonó dejando un hogar destruido, sueños rotos y dos hijos huérfanos de padre, la única opción que tuvo mi madre (Marta, al igual que mi hermana) es dejar que nuestro tío José, hombre que es doble moralista, haciéndole creer a una mujer destrozada con ánimos de crecer que puede dejar a sus hijos a salvo con él, mientras repulsivamente nos llena de abusos con el soborno de ver a mamá y que si le decimos ella dejará el trabajo y moriremos de hambre, pero es tiempo que ella sepa que no estamos bien.

Su voz sonaba claramente para que bajáramos a desayunar, la comida era lo mismo siempre, una papa cocida con mantequilla dulce encima, media rosquilla en una taza de té, mamá empezó a hablar
-Creo que será un buen día para la venta, la venta de cítricos esta por los cielos-
-Es una buena noticia- dijo Marta (hermana)
-Ya lo creo, hija espero que te acabes toda la papa (dijo esto debido a que Marta ha Sufrido una gran bulimia)
Cuesta mucho conseguir comida, deja de desperdiciarla- ella continuaría con su regaño, pero yo, por mi parte procedí a contarle...
-mamá- dije, mientras Marta (hermana) me apoyaba moralmente (o algo asi) mientras asentía con la cabeza ella (mamá) no hizo mas que dirigirnos la mirada
-Mami, te ayudaremos a vender frutas pero no nos hagas ir a casa de nuestro tío-
-no tengo tiempo de tonterías-
Marta continuo hablando, interrumpiéndola
-mamá, nos violó-

dos más dos es igual a cinco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora