epílogo.

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-¡hwang hyunjin!

el castaño dejó caer el lápiz que tenía en su mano y el cual observaba como si fuese lo más interesante en el lugar, y giró su rostro centrando su vista en la persona que había gritado su nombre en su oído.

-¿no me estás escuchando? -el menor ladeo la cabeza con el ceño un poco fruncido- ¿estás pensando en él?

-no estoy pensando en nadie, jisung -contestó de manera fría y cortante, volvió a levantar el lápiz y se centró en el libro frente a él, aunque su mente divagara hacia aquella tarde triste y lluviosa interfiriendo con su concentración.

pasaron algunas semanas desde lo que tenía presente como un incidente. cada vez que jisung intentaba sacar tema de conversación acerca de ese día, queriendo saber que habia pasado para que su amigo regresara con una mirada de indiferencia y sin dirigirle la palabra, él desviaba el tema y hasta terminaba enojado y yéndose del lugar. sabía que su amigo no tenía la culpa de que lo hayan dejado plantado de aquella manera, pero no podía evitarlo, no podía manejar sus sentimientos que era una mezcla de decepción, tristeza y enojo.

recordó todos los mensajes que le envió, donde le preguntaba que había ocurrido, queriendo saber si estaba bien y que -en ese entonces- no estaba enfadado, que entendería si le explicaba lo sucedido. pero el castañito nunca contestó, los leyó y nunca contestó, hasta que sus fotos en su perfil desaparecieron y los mensajes que hyunjin le enviaba dejaron de ser leídos, ni siquiera llegaban a su destinatario.

-han jisung y hwang hyunjin, no quiero volver a oírlos o se irán a detención.

-lo siento -jisung se disculpó con el profesor y volvió a sus actividades, evitando que vuelvan a llamarle la atencion por hablar de más en clases.

hyunjin sintió como le hervía la sangre cuando los recuerdos de aquella tarde inundaron su mente y no soportó más la situación; saltó de su asiento con la sola idea de marcharse de ahí, a su vez llamando la atención de todos en el lugar. juntó sus cosas esquivando las miradas sobre él y comenzó a caminar hacia la salida del aula.

-¿a dónde cree que va hwang hyunjin? -la voz del profesor park lo detuvo cuando su mano toco la puerta- ¿no le cansa querer llamar la atención todo el tiempo? vuelva a su lugar, por favor.

como si su mente hubiese hecho un click, se dio la vuelta enfrentando al hombre mayor detrás de su escritorio.

-¡cierre la maldita boca y no me moleste más! -el grito resonó en toda el aula silenciosa. todos dejaron sus actividades para observarlo con sorpresa e incluso miedo- puede darme una amonestación, puede suspenderme o hacer que me expulsen si quiere, no me interesa -y dichas sus palabras, volvió hacia la puerta llevándose el recuerdo de la mirada sorprendida de su profesor quien no dijo nada y solo lo dejo irse corriendo por los pasillos de la institución.

con la respiracion agitada golpeó la puerta de la administración y esperó golpeando el piso con su pie repetidas veces. repitió el acto unas tres veces al no recibir respuesta, hasta que la puerta fue abierta por una persona con una mirada severa.

-¿acaso nadie lee el cartel de golpee y aguarde a ser atendido? -hwang yeji abrió la puerta y observó de pies a cabeza al chico frente a ella- ¿por qué no me sorprende que seas tú quién golpeara con tanto ímpetu?

giró su cuerpo y dejó la puerta abierta dándole pie a ingresar mientras ella rodeaba el escritorio de la administración.

-espero que lo que necesites sea algo urgente -cruzó sus brazos sobre su pecho y esperó a que el pelinegro hablara.

-necesito tu ayuda, yeji -sus palabras salieron en un tono suplicante, por lo que la chica puso mas atención.

-¿qué ocurre? -respondió casi con miedo. en sus años siendo compañera de hwang hyunjin nunca habia visto aquella expresión en su rostro. sus ojos temblaban y su voz era triste.

unknown [hyunmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora