Suena mi alarma, intento apagarla pero el móvil se me resbala de la mano para seguir sonando en el piso "Qué gran inicio de día" pienso al comenzar a abrir los ojos y al hacerlo, noto que la luz del sol a penas empieza a iluminar mi departamento, muy temprano para que mi alarma suene... Miro mi teléfono desde el borde de la cama, no es la alarma es una llamada, me estiro para alcanzarlo, pero no logro tomarlo a tiempo para responder "¡Genial es Liz!" Me quedo mirando la pantalla para esperar que llame de nuevo mientras se me entrecierran los ojos. En cuanto entra la llamada respondo de inmediato
-¿Liz?-
- Hola, lamento despertarte, pero me pareció buena idea que vengas a verme al consultorio hoy y tal vez... Tomarte un par de muestras de sangre -
-¿De sangre? ¿Para qué?
- Nada importante, sólo quisiera hacerte exámenes generales, para comprobar que todo esté en orden, sé cuánto te molesta venir pero Daniela me dijo que te han estado saliendo moretones muy grandes, sin razón y está muy preocupada. Sólo quiero ayudar a que esté tranquila -
- Vaya que a Daniela le gusta exagerar las cosas! Desde cuándo los moretones son algo serio? no es nada que no se pueda arreglar con un par de vitaminas, seguro son por falta de circulación o algo, se lo dije a Daniela. Pero le encanta dramatizar todo, no sé ni siquiera porque te dice esas cosas no es mi niñera ni nada -
- Es tu hermana mayor, deberías agradecer que se preocupa por ti. Sólo ven para tomarte unas muestras y no te molestaremos más -
- De acuerdo, nos vemos mañana a las 6 de la tarde-
- Nicolás, dije que te necesito hoy. Ven a las 9, un paciente me cancelo anoche y tengo ese espacio libre. Sólo que necesito que no tomes ni comas nada hasta después de que te tome las muestras-
-¿¡A las 9!? Qué hora es entonces? Cómo pretendes que vaya hasta allá con el estómago vacío!? Aunque... podría ser porque quieres invitarme a desayunar ¿Es eso? Si es así puedes ahorrarte lo de las muestras, ven a mí casa hoy a las 7 de la noche y cenamos algo juntos ¿No te parece mejor plan?-
- Son las 7... Y no, ésto no es una invitación a desayunar contigo, no me apetece la pizza de hace una semana ni refrescos caducados, gracias-
- ¡Diablos, no!Es súper temprano! interrumpiste mis 9 horas de sueño y tengo que recuperarlas... No planeaba darte comida caducada ¿Qué clase de persona crees que soy?-
- La clase de persona que quiere hacerme creer que necesita dormir 9 horas. Te espero a las 9:30 y es lo más tarde que puedo recibirte-
- Liz, lo siento. Pero no voy a ir, no me apetecen las agujas en mis venas a las 9 de la mañana-
- Nicolás, te espero a las 9:30-
- Pero es muy temprano!! Hola?-
Liz me colgó el teléfono sin dejarme intentar ganar una hora más de ventaja, intento levantarme de la cama para ir a ducharme pero al hacerlo sufro un fuerte mareo que hace que regrese a la cama de golpe, me recuesto nuevamente y caigo en un sueño profundo.Entre sueños escucho golpes en la puerta , pero a penas puedo recobrar la conciencia cuando me percato de que alguien grita mi nombre... Dos mujeres... Las únicas que vienen a mi mente son Liz y Daniela, abro los ojos pero no logro ver nada, todo está muy oscuro, me tallo la cara y logró percibir una luz muy tenue proviniente de la ventana... No es luz solar, los golpes y los gritos son cada vez más intensos
-¡Carajo! ¡Ya voy!-
Logro que se detengan,pero escucho susurros, me incorporo lentamente para evitar que me vuelva a suceder lo de la mañana, camino entre las latas de refrescos y bolsas de frituras que están en el piso hacia la puerta, al abrirla, la luz del pasillo me da en la cara impidiéndome ver con claridad y sólo logro distinguir dos siluetas
-¡Bon jour!-
- Quiero una buena excusa para que me dejaras esperándote en la mañana-
Entran sin dejarme decir media palabra, ambas traen bolsas en las manos, prenden las luces de mi apartamento, sin mí consentimiento y se ponen cómodas en mi sillón dejando bolsas de papel en la mesa de la sala, para entonces me acostumbro a la luz y por fin logro ver sus rostros
-¿Qué es todo esto?-
- Una intervención hermanito, pensamos que si la montaña no va a Mahoma, Mahoma irá a la montaña: así que aquí estamos-
- ¿Porqué no fuiste?-
- Te dije que era muy temprano, me quedé dormido-
- Y no habías despertado?-
-¡Claro que sí! Desperté hace un rato y fui a hacer algunas cosas... Por ahí-
Las dos se miran con incredulidad
- Sí... Seguro y si se puede saber... ¿Qué cosas?- Me pregunta Daniela con tono sarcástico mientras levanta sus rizos rojizos en una coleta y los ata con un listón color negro
- Pues... Fui a hacer el súper y... Cosas -
- El súper... Interesante- dice Daniela mientras se pone de pie para caminar hacia mi pequeño refrigerador -Así que supongo que tendrás algo de comida para invitarnos de cenar - Abre la puerta del refri y me regala una mirada triunfante ya que mi refrigerador vacío acaba de delatarme
- Nicolás... ¿Tienes algo que compartir con la clase?-
- Sí... Mi hermana y su amiga Lizbeth entraron a mí departamento sin mí consentimiento, llevan menos de 10 minutos aquí y no hacen más que buscar cosas para juzgarme y quiero que se vayan- Ambas compartieron una risa de ternura
- No venimos a juzgarte, venimos a ayudarte con todo este desastre -
- Mi departamento está bien-
- Me parece que Liz se refiere a ti como el desastre no tanto al departamento-
- Gracias, ambos estamos bien -
- No parece ser así, ya deja de resongar y agradece, seguro estás de mal humor porque no has comido, tu hermana y yo trajimos algunas cosas para que tengas de despensa y vamos a cocinarte para que cenes algo que no eleve tu colesterol a tope-
- La pizza no eleva mi colesterol, me hace feliz y es barata - Daniela camina tras de mí y me atrae hacia ella por la espalda, recargando su barbilla en mi hombro
- No vine a pelear, por favor ve a bañarte mientras nosotras nos encargamos de esto si?- Hace una voz materna forzada, sabe que odio que use ese tono de voz
- Genial- Ambas sonríen.
Me doy una ducha, el agua caliente recorre mi cuerpo y el vapor me relaja, al salir de la regadera, me paro frente al espejo y noto que hay moretones nuevos en mi antebrazo. Me visto y al salir percibo un aroma a tomate y albahaca. Frente a la estufa se encuentra Liz con un vestido negro ajustado y un escote que le llega a la mitad de la espalda luciendo sumamente sensual. Me encanta la idea de que ella esté aquí, cocinando para mí, cómo hace unos años y siento un nudo en la garganta al pensar que pude contemplar esa imagen todos los días de mi vida, pero lo arruiné.
- Traías esa ropa cuando llegaste? -
- No, acabo de cambiarme ¿Hay algún inconveniente? -
- Para nada, supongo que te vestiste así para cenar...-
- Precisamente, pero no para cenar aquí - Me decía mientras llevaba a su boca una cuchara de madera con salsa de tomate y la soplaba con delicadeza - Prueba - Extiende su mano hacia mi boca y me mira emocionada mientras le doy un sorbo
- Está deliciosa - Me permito perderme en sus ojos aceitunados por un momento
- Y es baja en grasa, ya casi está listo -
- ¿Qué es? ¿Pizza light? -
- No... Lamento decepcionarte es lasagna de espinacas con berenjena y queso provolone -
- Vaya, muy gurmet ¿A dónde dijiste que ibas a cenar? -
- Buen intento -
- ¿No vas a decirme? - Di unos pasos hacia ella y puse mis manos sobre su cintura tratando de acercarla a mí, pero ella se aleja mientras retira mis manos
- Ya no tienes derecho a saber qué pasa conmigo -
- Bien, de acuerdo, pero entonces tú ¿Qué haces aquí cuestionando lo que hago con mi vida? - Caminé enojado hacia el sofá y me tumbé sobre él
- Es que eres tan egoísta que no te das cuenta que esto no lo hago por ti, es por Daniela, no puedes ver que la preocupas, es mi amiga y estoy intentado ayudarla con todo esto -
- ¿Sólo a ella?-
- Sí -
- Ok ... Por cierto ¿En dónde se metió? -
- ¿Te importa? -
- Ya deja los sermones -
- Sermones... Fue a comprar un par de cosas... Pan y algo de tomar -
- ¡Genial! ¿Crees que traiga un poco de vino? -
- Tal vez, pero tú sólo podrás beber una copa -
- Oh vamos, ¿Porqué?
- Enserio tengo que decirte porqué?-
- ¿Cuando van a dejar de tratarme cómo adolescente? Soy un adulto, puedo elegir que hacer y que no -
- Claro, con gusto dejaremos de tratarte así cuando aprendas a comportarte cómo un adulto - La ignoro y enciendo la televisión para ver Dr House en Netflix, me levanto del sillón y corro a mi alacena dándole un pequeño empujón a Liz al pasar junto a ella, sacó una bolsa grande de papas con sabor a queso, regreso al sillón y comienzo a comer, miro a Liz y le extiendo la bolsa, ella no me dice nada, arquea la ceja y mueve la cabeza en señal de desaprobación
- Eres horrible -
Pasan unos minutos y Daniela llega con una bolsa de papel color marrón de la que se asomaba la punta de una baguette.
- ¡ Llegó el pan! - grita imitando la voz de un vendedor
- No creo que tu hermano lo necesite, él podría pasar los pocos años que le quedan alimentándose de papitas -
- Pues tendrá que comer papitas solo, tengo que irme ya. Nicolás dejamos un poco de despensa en tu refrigerador y algunas cosas en la alacena, compré jugo de uva verde y pan para que cenes lo que te preparó Liz y no sé si lo notaste pero... Tú apartamento ya está en orden - Observó a mi alrededor y no hay latas de refrescos ni bolsas de papas en el piso, mis discos están en orden y mi cama está tendida
- Es cierto, qué buen trabajo, gracias-
- Sí, luego me das lo de la despensa-
- Ajá - Regreso mi mirada al televisor y llevo una papa a la boca, Daniela me roba el control remoto y le pone pausa a mi programa, se arrodilla frente a mí y toma mi cara entre sus manos mirándome con una combinación de cariño y tristeza
- Necesito que salgas de todo esto, ha sido suficiente. Si me quieres un poco trata de estar bien, porfavor - Se le quiebra un poco la voz en las últimas palabras y me abraza con fuerza, yo le correspondo
- Lo siento, estoy bien voy a estar bien, no tienes que preocuparte tanto -
- Sí, sí tengo qué - me da un beso en la frente y se pone de pie
- Liz ¿Ya estás lista? Ya se me hizo muy tarde, Gerardo me está esperando hace casi una hora, me habló enojado hace un momento -
- No... aún no termino la cena... Pero no te angusties, ve con él, puedo tomar un Uber-
- ¿Segura? -
- Sí corre, nos vemos el viernes -
- Gracias por todo -
- No hay de qué - Caminan juntas hacia la puerta y se dan un abrazo. Liz cierra la puerta tras de ella
- Debiste ir con ella, hace un rato me dijiste que la cena ya casi estaba lista, seguro no era tan difícil terminar lo que sea que estés cocinando -
- Falta que termine de hornearse y dudo mucho que recuerdes en cuánto tiempo tienes que sacarla del horno-
- Ok, cómo quieras- Liz resopla y se sienta del otro lado del sillón, mientras yo reanudo mi programa, ella se queda mirando unos minutos y después de un rato comienza a reírse
- Vaya! Ojalá las cosas en los hospitales fueran así de simples...-
-¿Simples? ¿Acaso no viste por todo lo que han pasado? No hay nada de simple en eso -
- Sí, si lo comparas con la realidad-
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La Ilusión perfecta
Roman d'amourUn chico normal se topa con una incógnita de la vida: "¿Las cosas pasan por casualidad o todos estamos predestinados a cada persona que se cruza en nuestro camino?"