1.El principio antes del comienzo

69 1 1
                                    

-Ya no haaay! - dije resignada echada sobre mi cama mirando hacia el techo brilloso por la misma pintura escarchada de mi cuarto.

- Claro que siiii! Solo que tu pareces un topo metida aqui! Así nunca vas a conseguir a alguien! - Grito Sam quien se paseaba de un lado a otro desconcertada haciendome reir con su comparación de mi vida y la de un topo.

- Creo que se llamará Miau - dije entusiasmada.

- Qué?! De qué estas hablando ahora? Ya volaaste Azul!

- Hablo de mi primer gato.

- Tú no has tenido ni tienes un gato.

- Ya lo sé... Pero así se llamará el primero que tenga. Ya saabes... Las solteras al no tener hombres empiezas a comprarse gatos!

Sam me puso cara de "Are you fucking kidding me?" y en seguida jaló de mi pie haciendome caer de trasero sobre el suelo.

- Oouch! Saaaam!

- Deberias agradecer que no te boté por la ventana.

- Pues muuchas gracias por la consideración! Cómo podría pagarte?

- De naada! Aunque espera ya sé... Deja de hablar cojudeces Azul! Ahora por favor vayamos por algo de comer porque ya estoy famélica.

- Sam llama a Mathi y vayamos por unos frappes- dije probando suerte.

- Buen intento Blue Bluem, pero ya sabes que no pienso gastar mi saldo en ese chancho! Llamalo tú! Además tienes línea ilimitada con él, duuhh!

- Okeey sam, yo solo decía!

-Chancho? Holi, estas libre? Sam y yo iremos por una frappes, pasamos por ti?

-Hola Blue Bluem! Si claro pasen por aqui, en cuánto llegan?

-Chaanchoo ya te dije que no me digas así, solo me lo dice Sam, estamos ahí en 10, nos vemos.

-Esta bien Azul, pero un día de estos te conseguiré un buen nickname de cariño.

-Solté una pequeña risa - ok nos vemos- y colgué.

***

- Seremos amigos por siempre -Dijimos a una sola voz, al mismo tiempo que sonreíamos como un niño en Disneyland.

- Por la garrita? - dijo Samantha citando una de las frases de la película que vimos esa tarde...

- Por la garrita! - respondimos nosotros dos, conscientes de que nada iba a arruinar todo lo que hasta ese día nos parecía los mejores momentos de nuestras pequeña vida siendo amigos.

Sam y yo nos conocimos un día cualquiera, cuando eramos muy pequeñas. Me mudé a "El Pilar" a los 6 años y era una niña total y humillantemente introvertida hasta decir basta. Stella, mi divertida y juvenil madre, estaba preocupada por esto; por lo que practicamente me obligó a acompañarla a saludar a los vecinos del costado cuando terminamos de ordenar las cosas de mudanza. Una vez allí, ella tocó la puerta y preparó su mejor sonrisa mientras llevaba consigo un cheesecake de sauco (era su postre preferido) en la mano izquierda, ya que la derecha la estaba usando conmigo. Pasaron tan solo unos segundos y escuchamos unos pequeños pasos aproximandose a la puerta, pero el ruido se detuvo y nadie la abrió. Cuando la confusión empezaba a aparecer, una pequeña cabeza asomó por la rendija de la parte inferior de la puerta, esa que se usa para que entren los animales. Era increíble ver como a esta niña tan curiosa, tan joven como yo, se le había ocurrido sacar su cabeza por ahí. Entonces se escuchó un "Saamanthaa! Ya te he dicho que no saques la cabeza por ahí!" seguido de la aparición de una linda mujer, de aparentemente la misma edad de mi mamá. La niña se rió bajito, volvió a meter su cabeza y segundos después ambas aparecieron tras la puerta abierta con una sonrisa muy amable. La madre de Sam se llama Lorena y simpatizaron tanto con Stella que desde ese día son como mejores amigas, al igual que Sam y yo.

El primer día de clases Sam y yo salimos juntas al colegio, emocionadas a más no poder debido a la nueva escuela y lo que sería nuestro primer año de primaria.

- Oye Azul, crees que nos guste la escuela?- me preguntó Sam con un poco de timidez en sus ojos.

- Claro que si Sam, no te preocupes. Mi mami me dijo que haremos muchos amigos.

-aaah... prometeme que no te olvidarás de mi cuando tengas más amigos.

-Lo prometo! - dije levantando la palma derecha de mi mano cual juramento.

-Te quiero Azul.

- Yo tambien Sam, seremos amigas por siempre.

-Por siempre.

Llegamos al nuestro salón, y como era de esperarse habían muchos niños que ya se conocían, ya que habían estudiado juntos el nivel inicial. Por lo que optamos por sentarnos juntas en una mesita circular aún vacía de 5 sillas.
Al parecer todos los niños se conocían, porque llegaban y se acercaban a sus amigos. Nuestra mesa permaneció vacía hasta que la profesora llegó. Se llamaba Celeste y nos dijo que podíamos llamarla Miss. Cuando estámos a punto de presentarnos ante los demás para conocernos mejor entre compañeros, cosa que necesitabamos demasiado si no queríamos quedarnos excluidas en esa mesa de por vida, tocó la puerta otra profesora.

-Hola niños! Celeste, tengo un niño más de tu salón, se tardó un poquito más, ya sabes primer día- dijo la profesora Jazmín, al momento que daba una pequeña caricia sobre la cabeza al pequeño escondido tras ella, como animándolo a pasar.

-Hola Jazmín, muchas gracias - dijo sonriente- pasa pequeño, ven aqui.

Sam y yo nos dimos una mirada seguida de una sonrisa fugaz cuando Miss Celeste envió al pequeño con ojos llorosos a sentarse a nuestra mesa. Era un niño con apariencia un poco tímida, claro que sus ojitos mojados no le ayudaban mucho, un poquito gordito (o como diría Sam, estaba pasadito de postres), pero eso era lo que menos importaba en ese momento, lo más genial se todo es que ya no estábamos solas, ahora sólo quedaban 2 sillas vacías.

-Soy Mathias, tengo 6 años y espero hacer amigos, muchos amigos para nos extrañar a mi familia - dijo el pequeño gordinflón al momento de presentarse, mirando haciá el piso, luego se sentó.

Lo miré con mucha ternura y supe que era un buen niño, esperaba que nos conocieramos más y que a Sam también le simpatizara. Y así fue, ese día jugamos juntos y conversamos muchísimo, Mathi no era tímido, solo estaba triste ese día porque se separaba por primera vez de su mamá. Nos enteramos después que vivía cerca a nuestras casas, asi que salíamos a jugar constantemente y su madre simpatizó muy bien con las nuestras.

Crecimos juntos y vivimos demasiadas experiencias. Ahora después de 15 años seguimos siendo los amigos inseparables de siempre. A pesar de haber tenido altos y bajos en nuestra amistad, no podemos estar separados, simplemente nos amamos y necesitamos los tres mutuamente.

***

-Gooordooo!- grito Sam.

-Ya baajo brujaa! -respondió riendo Mathias.

Dos minutos después ya estaba saliendo de su casa - Pues vamos por esos Frappes! Tenemos mucho que planear en estas vacaciones! - gritó entusiasmado, poniendose entre nosotras y pasando sus brazos por encima de nuestros hombros.

CUANDO LO DESCUBRÍ...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora