Dejé de bailar sintiendo una fuerte punzada en mi pierna, apreté mis labios y llevé mi vista hacia el chico borracho que estuve bailando hace mas de media hora. Salí de la pista empujando a la multitud de personas y me senté en el taburete del bar de tragos, la fiesta era un asco y ya me estaba doliendo la pierna de tanto bailar, increíble. El olor a alcohol y cigarrillos mareaban un poco al igual que el poco oxigeno que entraba, ya quería irme.En algún punto sabia que todos estaríamos en problemas si nos llegaran a descubrir que nos escapamos,pero por lo que me aseguraron, era que este despreocupada. Era imposible estarlo al no conocer lo que podría llegar a pasar si nos ven ingresando al internado, puede ser que me expulsen o me suspendan, mi papá me mataría.
—¿Te encuentras bien,preciosa?—el hombre a mi lado me sonreía mientras daba tragos a su cerveza, mi estomago no tardo en revolverse. Asentí lentamente y volví mi vista hacia las personas bailando, tenia que relajarme un poco.
—Pareces tensa, muñeca —volvió hablar sintiendo como se acercaba más ami, el pánico ya se hizo presente en mi cuerpo.
Me levanté lentamente, sin aparentar que quería escaparme, y caminé hacia los baños. El apretón en mi muñeca me dio la vuelta golpeándome con el mismo hombre, tragué saliva y empecé a tratar de zafarme pero hacia mas fuerte el agarre.
—Suéltame asqueroso —escupí mientras forcejeaba con mi otra mano tratando liberarme. No pensé ni dos segundos para levantar mi rodilla y golpearlo en su entrepierna.
Acaricié mi muñeca como si fuera a sanar el dolor y desaparecer las marcas de este gilipollas, miré hacia el suelo donde se encontraba retorcido tapándose con sus dos manos en donde lo había golpeado. Sonreí y giré mis talones dispuesta a buscar a mis amigas e irme, ya era mucho al ser mi primera noche.
—¡Maldita perra, ya veras! —me reí, su voz era entrecortada. Lo miré y abrí los ojos al ver como recobraba rápidamente, y no dude dos segundos para salir disparada de aqui.
Respiré agitada mente y cerré los ojos deseando que ya no me este persiguiendo,la noche estaba helada y el bosque completamente nublada, ojala se rinda de una vez. Luego de unos minutos salí del árbol donde me había ocultado, no había ningún sonido extraño a excepcion de los grillos.
Caminé lentamente tratando de no hacer ruido, las probabilidades de que ese sujeto este escondido y me salte encima, no me dejaban tranquila. Menos sabiendo que estoy sola, con un vestido corto, en un bosque y que pueda haber mas tipos afeminados como el.
Miré a todos los costados avanzando en puntas de pie, la niebla dejaban el camino borroso imaginándome que podría caerme y golpear mi cabeza con cualquier cosa para luego caer inconsciente y que nadie sepa donde estoy. Puede ser que exagere, pero muchas cosas venían a mi cabeza en este momento.
—Ten cuidado, te caerás —salté al escuchar una voz ronca detrás de mi, iba a gritar pero su mano llegó a velocidad tapando mi boca. —Shh, haz silencio —susurró cerca de mi oído. Asentí tratando de ver su rostro, pero la oscuridad tapaba cualquier parte de su figura. Mi corazón estaba a punto de salirse.
Luego de unos eternos segundos, bajo su mano delicadamente y suspiró. Cerré mis ojos sintiendo como mi pulso volvía a la normalidad y mi corazón bajaba hacia su lugar. No quiero hacerme en mis pantalones en este momento.
—¿Que haces por aquí? —dijo y observé como su sombra su movía para arriba. Parecía que me estuviera a punto de golpear, pero su mano termino por lo que seria su cabeza. Respiré hondo tratando de calmarme, espero que no sea otro psicópata tratando de tocarme.