▪Capítulo 1▪

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Narra Andrew.
Aquí vamos de nuevo.

Primer día del último año de la secundaria para mí. Que loco todo, ¿No?. Un día estas pensando en porqué Marvel tiene las mejores películas de superhéroes y, luego, estas a meses de terminar la secundaria y pensando a que Universidad ir y/o que carrera estudiar. Estos años en la secundaria, se han hecho muy cortos. Al menos a mí.

Y ahora me encuentro aquí, parado en frente del Instituto, nuevamente, esperando a que toda la multitud de estudiantes entre al edificio. No quiero ser aplastado, así que, mejor espero a que entren todos para, luego, ingresar sin ningún problema.
Una vez entraron todos, decido avanzar hacia el interior de la institución.

-Hey Flicks, ¿Cómo esta tu hermosa madre?-. grita el idiota de White, que se encontraba en la entrada junto a todo su grupo de hormonados, inmaduros y estupidos amigos. Pues, mi madre es bailarina en un cabaret y, al parecer, uno de estos imbéciles la vio ahí. Genial, ahora estarán divulgando por ahí, que mi madre es una prostituta, cosa que no es y no me agrada que anden diciendo tales cosas sobre ella.
Simplemente me dedico a ignorarlo.

Con algunos de mis libros en mano y la mochila colgada en uno de mis hombros, voy rápidamente por los pasillos del Instituto, dirigiéndome a mi primera clase, Historia.
Iba tan concentrado en no llegar tarde a mi primera clase que choque con alguien y mis libros terminaron dispersos por el grisáceo y sucio suelo de la institución.

-Oh, lo siento mucho-. Se disculpó la pelinegra, ayudándome a recoger los libros.

-No te preocupes, ambos íbamos con prisa-. Le dediqué una sonrisa tranquilizadora.- Disculpa mi entrometimiento, pero, eres nueva ¿Verdad?-. Cuestioné ya con los libros en mano.

-¿Tanto se nota?-. Pregunto dando una pequeña sonrisa.

-Sinceramente, si -. Respondí, dejando escapar una leve risa.- Soy Andrew, Andrew Flicks-. Me presenté, poniendo mi mano a la vista para que la estrechara.

-Aldana Henderson-. Dijo devolviendo el gesto con una sonrisa.

-¡ANDREW!-. Al escuchar que una voz femenina dice mi nombre, me giro de inmediato buscando a la propietaria de esta.- Dios, te extrañe tanto-. Dijo ella mientras me rodeaba en sus brazos.

-Hey, ¿Cómo estas?, yo también te extrañe mucho-. Dije correspondiéndole el gesto.

-Muy bien, gracias, ¿y tú?-. Respondió.

-Bien, gracias-. Respondo.- Oh, ella es Aldana Henderson, es nueva-. Dije presentándola.

-Hola Aldana, yo soy Ludmila Johnson pero puedes decirme Lula-. Dijo Lula regalándole una sonrisa.

-Un gusto-. Dijo ella devolviéndole la sonrisa.

-Bien chicas nos vemos en el almuerzo llego tarde a mi primera clase-. Dije saludándolas y dirigiéndome hacia el aula.

-Oye-. Me llamó Lula.- En el almuerzo debo contarte algo.- dijo a lo que asentí y continué avanzando hacia el salón.

Pues, llegue tarde a la clase de Historia pero gracias a que tengo uno de los mejores promedios del instituto, no me han dicho nada.

La clase se basó en tonterías básicas, ya saben, primera y segunda guerra mundial, cosa que ya había visto. La primera hora, paso muy lenta y aburrida.

Me dirijo hacia mi casillero a dejar mis libros de historia y tomar los de biología. Al terminar de guardar y agarrar los libros, cierro el casillero y me dirijo a la próxima clase. Me volteé dispuesto a dirigirme a la clase de biología, en el trayecto del "giro" un peli-negro pasa y me arrebata mi mochila.
Sé muy bien de quien se trata.

-Hey, estúpido. ¿Tienes algún problema?, devuelveme mis cosas, por favor-. Le dije con histeria.

-Uy, se enojó la niña-. Respondió dando una sonrisa burlona.

-No estoy para tus idioteces, Carrington.

-No son "idioteces", Flicks. Sólo quiero tu dinero del almuerzo-. Informó acercándose a mi.

-Claro que no te lo daré, madura ya.

-Vamos Flicks.

-Ya he dicho que no, devuelveme mi mochila, debo ir a clases.

-Aquí tienes, niñita-. Dijo resaltando la última palabra y entregándome la mochila. El hecho de que me haya llamado "niñita", no me afecta en lo absoluto, es más, estoy acostumbrado a ese tipo de comentarios o apodos porque, así es, soy gay y él sólo es otro homofobico mente cerrada de la escuela.

-Gracias, imbécil-. Le doy una sonrisa sarcástica y me voy hacia el salón  de biología.

▪H O M O F O B I A▪(En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora