Trama: TOTALMENTE ROMÁNTICO. Nada adulto.
Dos chicos de escuela...
☆.☆.☆.☆
.. Y entonces estaba ahí, cuando lo vi. En medio del pasillo de toda la escuela, ya por fin se habían terminado más clases, podía ir a casa. Pero no pude evitar mirarlo de reojo, más si estaba a escasos metros de mi casillero. Sonriendo con facilidad, platicando con sus amistades, y yo solo guardaba las cosas en el casillero. Cerré, camine y me marche, sabía que no podría y menos me atrevería a dirigirle una palabra, pero quien me diría, que de alguna extraña manera, él lo haría.
-Abbacchio ¿No es así?- hablo, llamando su atención. El eco de su voz resonó en aquel pasillo vacío. Asintió.
-Soy Bruno , compañero de la clase de música- se presentó, y él volvió a asentir
-¿Qué sucede?- pregunto, y el sonrió.
-Vaya, si hablas- bromeó sin provocar alguna gracia -Bueno, esto es embarazoso pero... Quería saber si tu podrías ayudarme- hablo Bruno , Abbacchio suspiro. Tenia que evitar mostrarse nervioso.
-¿Sobre?- pregunto actuando un poco a la defensiva.
-Quería saber si me podrías ayudar con las clases de guitarra, el maestro dice que tú eres el más bueno y... Eres mi única salvación- confeso, encogiéndose de hombros -¿Podrías? Y yo podría ayudarte en otra clase- contestó, haciendo un trato.
Ambos a final de cuenta lo acordaron.
Camino una vez más, por todos los pasillo casi vacíos del salón. No había nadie, y no le sorprendía, aunque le preocupaba no encontrar aquel chico quien dijo que lo esperaría. ¿Habían hecho un trato o no?
Risas. Fue lo que llamaron su atención, pequeños murmullos que trataron de ocultarse en el silencio pero era inevitable. Acomodo su cabello platinado, peino su pelo hacia tras con sus dedos y a paso lento avanzo de nuevo. Pudo reconocer aquella voz gruesa y suave quejarse, mientras notaba que se apoyaba contra una pared pero unas manos más apresando su cintura le hicieron saber que no estaba solo. Los descubrió.
-Vamos Bruno … di que sí- oyó una súplica, y volvían a reír. Había un chico alto, más que ambos, de cabello blanco y corto, a diferencia del suyo, y miraba fijamente al chico, a quien se negaba soltar –Me estas matando- se quejó, hundiendo su rostro contra su cuello y él reacciono, poniendo sus brazos sobre sus hombros.
-Lo siento Risotto … pero me tengo que ir- contesto, tratando de apartarse de él. Abbacchio se quedó quieto, y lo descubrieron espiando a la pareja.
-Ya veo- respondió Risotto , Bruno volvió la vista hacia atrás. Se apartó lentamente de Risotto , mientras tomaba la mochila que tenía en el suelo. Pero a Risotto ni en lo más mínimo le incomodo -¿Y qué dices entonces?- insistió aquel chico alto y de aspecto intimidante, pero una vez más él no le respondió, apartando su mano de él cuando quiso detenerlo pero Bruno camino.
-Lo siento… dame tiempo- le contesto, mientras daba pasos lentamente hacia tras y Abbacchio apenas aparto la mirada. Sabía que no encajaba en esa situación.
-Me tienes así todo el mes…- se quejó Risotto –Por favor Bruno , dame una respuesta- insistió, mientras Abbacchio lentamente empezó a caminar lejos de la pareja, y después de Bruno le siguió. No tenían que intercambiar una palabra más, para saber que se debían marchar
-No puedo- le alzo la voz, caminando lentamente de espaldas –Además, si tú me quieres… ¡Debes esperar por mí!- le sonrió, atreviéndose a enviar un beso con el viento. Risotto solo sonrió, mientras le vio partir. Estaba bajo su encanto.
*-*-*-*
Cuando llegaron a su casa, el chico le pidió disculpas por todo el desastre. Bruno se sorprendió con el secreto que Abbacchio no tenía a su mamá ya en casa, solo un padre que brillaba por ausencia. Pero su habitación, estaba realmente bien ordenada.
-No trajiste nada- hablo Abbacchio , mientras Bruno tomaba asiento en una silla, y Abbacchio apoyaba el estuche en su cama. Él se encogió de hombros
-Yo… no tengo guitarra- confeso, tratando de sonreír.
-Creo que puedo prestarte la mía- dijo Abbacchio , incapaz de creer lo que decía y bien claro fue el silencio en la habitación. Realmente no sabía ni como dar las clases que Bruno le pedía, su visitante tomo una libreta, él busco un par de lentes y se sentó frente a él.
Fue muy ingenua la manera en que empezó a dar clases, por como Abbacchio trato de explicar y Bruno de entender. Realmente lo intentaba, aunque le costaba trabajo, solo había una guitarra y eran dos muchachos.
-Tranquilo, no presiones fuerte- hablo Abbacchio, mientras Bruno se volvía a disculpar, tras intentar tocar unas notas.
-Soy un desastre- se quejó, dejando la guitarra, mientras Abbacchio soltaba un suspiro y tomaba el instrumento entre sus manos. Le hizo señas a Bruno de que se levantara de su silla y se sentara en la cama junto a él
-No eres un desastre… es solo que estas muy tenso- sonrió, y Bruno apenas le miro. Ambos pensaron de la misma manera equivocada, a Bruno con facilidad se notó su sorpresa y timidez, Abbacchio obviamente se sonrojo.
–No, digo… me refiero a que…-tartamudeo e intento recuperar el control -Presionas mucho las cuerdas y por eso no tocas bien los acordes- trato de explicar, finalmente, tratando de recuperar la compostura. Olvidar los nervios que había sentido en menos de un minuto, demostrando que se había esfumado la tensión de su parte.
-Desde que estaba pequeño… mi padre tocaba la guitarra aquí en casa- confeso, mientras empezaba a tocar una cuerda, una y otra vez de manera lenta, y Bruno solo le oía –Y me dio uno de los mejores consejos que jamás pensé que funcionarían… pero lo hizo- sonrió
-¿Cuál consejo?- pregunto Bruno curioso, mientras Abbacchio detuvo su intento de melodía. Cruzando la mirada el uno al otro, para después levantar la guitarra, y apoyarla entre sus piernas. Enfrente de Bruno , lentamente la acaricio desde el mástil hasta la caja
-“Cuando tocas una guitarra, debes hacerlo con delicadeza… Porque si la miras con detalle, veras que posee las curvas del cuerpo una dama, y su sonido, es tan bello como oír una ninfa de los mares”- cito, tratando se mantener su sonrisa, incapaz de notar como Bruno extendió su mano hacia su instrumento y la toco. Su curva estaba muy bien pronunciada –Sé que no tiene lógica, pero a mí me gusta… me inspira a tocarla- continuo diciendo, volviendo la vista a Bruno , quien apenas sonrió
-Y tiene mucha razón- confeso Bruno , mientras Abbacchio solo le miro directo a los ojos –Es un buen consejo de tu padre- le dijo en una voz más suave, y ambos se seguían mirando. Entre los dos jóvenes, no pudieron describir aquella sensación que empezaron a sentir. Un silencio a su alrededor, la falta de sonido entre ellos dos y solo una mirada que los mantenía a ambos frente a frente, tan cerca el uno del otro
-Tienes… los ojos dorados, como la miel- dijo Bruno de manera incoherente, y Abbacchio permanecía totalmente quieto sin decir una sola palabra, no pudo decir nada, a la vez que Bruno se atrevía a levantar sus manos contra su rostro. Dudo, y Abbacchio no lo detuvo, cuando Bruno lentamente le quito los anteojos
-Al menos los tuyos son azules- contesto, provocando que el joven riera un poco, y pusiera los lentes a un lado, pero jamás se apartó de lo tan cerca que estaba de él
-¿No puedes ver bien?- pregunto Bruno , tratando de mantener una plática que parecía desvanecerse. El silencio quería predominar y Abbacchio rápidamente se negó
-Si puedo, solo… a veces cuando leo los uso, porque tengo la vista cansada, cuando no duermo bien- explico, tratando de mantener la vista entre ambos jóvenes, y una tensión más empezaba a aparecer. Se miraban, compartían la sonrisa oculta, y se veían entre los dos una y otra vez. No podían evitarlo, así como Abbacchio no evitaba el cosquilleo que buscaba recorrer todo su cuerpo, es decir, un piquete en el estómago, una inquietud entre sus manos, había tantas cosas y ni respirando profundo se controlaban.
-¿Por qué… no duermes bien?- pregunto Bruno curioso, sin percatarse como cada vez estaban sentados más cerca. El peso de sus cuerpos, sentados a la orilla de la cama, hacía que ambos se deslizaran sin percatarse, hacia el mismo lado, más juntos, más cerca.
-Porque… pienso muchas cosas y… no puedo dormir- respondió sin mucha explicación, volviendo a peinar su cabello hacia tras. Como una acción para calmar sus ansias.
-¿Y que es en lo que piensas?- pregunto una vez más, sin poder pensar en otra pregunta que pronunciar y Abbacchio se encogió de hombros. Sus ojos, su mirada se recorría por todo su rostro, el acto era mutuo.
-En la casa… mi familia… la escuela…-
-¿Y tienes novia?- interrumpió Bruno , él reacciono –Es solo pregunta curiosa, no tienes que responder- se disculpó rápidamente, al notar como reacciono repentinamente.
-No… no me gustan mucho las chicas- confeso Abbacchio , evitando que sus mejillas ardieran en rubor. Había descubierto algo.
-Pero si tu dijiste que la guitarra…-
-Mi papá es… hetero- contesto Abbacchio , evitando que el joven dijera otra palabra más. No podía dejar que todo se enredara y empezó a aclarar las cosas –Y que él me de ese consejo, y yo lo piense… no signifique exactamente que yo… lo sea- respondió
-Entonces, eres…- se mordió los labios y respiró -Como yo- dijo Bruno , él en silencio asintió. Las sensaciones sentían en sus cuerpos, el sudor en las manos y el palpitar del pecho, todo se estaba descontrolado.
–Y has… ¿Has tenido pareja?- pregunto una vez más, incapaz de poder controlar la curiosidad que ahora lo dominaba completamente. Abbacchio negó.
-No he tenido suerte- confeso con una sonrisa torcida, y Bruno trato de dar ánimo al parecer. Pero no sabía cómo, hacerlo.
-Entonces tampoco…. Has…- trato de hablar de nuevo, incitando a dar alguna insinuación, un gesto, con los ojos. Tratar de hacer mímica con las manos, pero no sabia como hacerlo, y Abbacchio quedaba confundido con cada acto que hacia el muchacho
-¿Qué cosa?- pregunto Abbacchio , incapaz de entender sus señales, y Bruno suspiro
-¿No has besado a un chico?- contesto Bruno , evitando intimidarse ante tantas preguntas suyas. Abbacchio se quedó quieto, sin decir una palabra, no hubo una respuesta ante aquella pregunta y ambos se miraron una vez más entre sí, finalmente sintiendo la presión de su pierna contra la de él, un toque electrificante altero la tensión y entre ellos se pudo decir que hubo una conexión.
Bruno lo sabía, Abbacchio lo sentía.
Entrecerraron los ojos, inclinaron sus rostros lentamente con tal de estar cerca. Muy cerca, Bruno apenas pudo tocar su mejilla, evitando que la ansiedad dominara por completo pero el deseo de estar más cerca, era inevitable de poder controlar. Sentían sus cuerpos temblar, dominar los nervios por completo, así como sus corazones palpitaban a mil por hora. Abbacchio sentía que sufriría un paro cardiaco, mas al sentir como sus labios rozaron finalmente.
Quiso retractarse, pero suspiro. Abrió su boca solo un poco, mientras Bruno lentamente tomaba un beso, temblaron pero correspondieron. Moviendo sus labios al mismo ritmo para poder repetirlo, poder disfrutarlo. La guitarra la apretó entre sus manos, mientras Bruno deslizaba sus dedos contra su cabello largo, e inclinaba su cuerpo contra el suyo.
Abbacchio no podía describir lo que experimentaba, solo lo había soñado pero jamás había pasado. Sin embargo estaba ocurriendo, sucedía con aquel chico que jamás creería pasaría. Deslizo la guitarra contra el suelo, si cayo, no escucharon el golpe.
Busco tomar a Bruno de la cintura, y él en lo más mínimo se había espantado, al contrario se dejó recostar contra su cama, quedando acostado sobre su pecho. Ese beso no terminaba, no cesaba por nada, al contrario se estaba repitiendo como un acto sin descanso.
-Br-Bruno … -trato de hablar Abbacchio , buscando un respiro. Ambos tenían las mejillas rojas, el rostro acalorado y sus cuerpos estaban temblando. Bruno no podía creer lo que estaba pasando -¿Tienes… tienes novio?- se atrevió a preguntar, ante el joven de ojos azules que solo podía mirarlo. Su mirada brillaba.
-No- murmuro, incapaz de poder pronunciar otra palabra más. Su mente estaba en blanco, pero en su cuerpo solo estaba el deseo de seguir besándolo. Jamás había experimentado tan deleitable sensación, como la que ahora estaba pasando.
-Jamás… ¿Jamás lo has hecho?- pregunto de nuevo Abbacchio , y ambos sabían a lo que estaban hablando, Bruno estremeció.
-¿Quieres hacerlo?- contesto Bruno a su pregunta, mientras Abbacchio se quedó quieto –Risotto solo me quiere para eso y…- confeso, sin que le pidieran explicación.
-¿Tu estás listo?- le respondió Abbacchio , mirando al joven más colorado, nervioso y excitado. Pero se negó
-¿Y tú?- pregunto Bruno , y Abbacchio repitió el mismo gesto -¿Podemos intentarlo?-
-Tal vez- sonrió un poco, mientras se seguían mirando. Sentían como ambos jóvenes tenían el corazón retumbando entre sus cuerpos -¿O tal vez… después de que pasemos las materias?- contesto, haciendo reír al muchacho.
-Abbacchio …. ¿Puedo confesarte algo, y no te enojaras?- pregunto Bruno , sintiendo como Abbacchio le toco su cabello. No lo evito, y el joven bajo su cuerpo solo asintió –Te mentí al decir que reprobaría una materia…- confeso, tomando por desprevenido a Abbacchio por completo.
-Pensé que me descubrirías… pero eres muy distraído, yo toco el piano en la clase- continuo diciendo, mientras Abbacchio seguía en pleno trance, tratando de entender todo lo que decía
-Entonces… ¿Cómo…?-
-Porque quería hablarte- contesto Bruno , a una pregunta sin terminar –Y ahora que lo sé… quería preguntarte, ¿si tu querías…?- trato de hablar, pero no pudo pronunciar otra palabra. Abbacchio le había tomado un beso robado, ambos cerraron los ojos, y Bruno incito más su cuerpo contra el suyo. Era inevitable aquel deseo, y Abbacchio cumplía realidad su sueño, haciendo suspirar al joven, quien reacciono al sentir sus manos detrás de su espalda, apresar su cadera.
-¿Quieres ser mi novio?- pregunto Abbacchio , mientras Bruno abría suavemente los ojos, sintiendo un beso más, bajo su mentón. Los jóvenes no perdieron el tiempo.
-¿Qué hay de Risotto?- contesto Bruno , y ambos se miraron.
-A mí no me gusta Risotto… me gustas tú. Desde hace mucho tiempo- confesó Abbacchio , y ambos se miraron entre sí –Por alguna razón, a él jamás le diste un sí, en todo el mes. Y solo tú sabes por qué-
Ambos sonrieron de nuevo, no pudieron evitarlo. Eran solo dos muchachos, irónicamente enamorados, correspondidos y casi no declarados. Pero eso último en la lista se iba borrando. Se vieron de nuevo, se miraron el uno al otro en silencio y sin palabra pronunciada.
Bruno se recostó contra el pecho de Abbacchio , mientras él solo pudo abrazarle. Que estúpido, pero romántico. No se dijeron una palabra, pero el acto era la respuesta que ambos estaban esperando. Era un sí, sin pedir algo más que un beso o un abrazo, era un sí, no forzado….
-¿Bruno ?- hablo una vez más, el dio media vuelta a la mitad del pasillo. Veía al chico alto ante él -¿Ya te decidiste, eh?- pregunto Risotto, el muchacho asintió
-¿Entonces?- pregunto, evitando no presionar. Pero era notorio su acto de impaciencia. El sonido de la campana, y un chico saliendo rápidamente del aula se juntó al dúo, después de tomar la guitarra tras su espalda.
-¿Nos vamos?- interrumpió, pero nadie se molestó. Bruno se encogió de hombros para volver la vista a él, y darle un beso repentino entre sus labios. Risotto se quedó quieto, más que pasmado, le habían ganado.
-Hasta luego Risotto - se despidió Bruno , tomando de la mano a Abbacchio .
¿Qué tenía él, que no tenía yo?
La respuesta fue muy fácil, que solo pedía su corazón, y nada más a cambio. ¿O acaso crees que compartir la cama la primera vez, es realmente es el amor deseado?
Estas equivocado…. Estuve equivocado.

ESTÁS LEYENDO
Sin título OS (BrunoxAbbacchio)
FanficHace días leí sobre, quien era el dominante y bueno. Un intento de Bruno "dominante" en situación romántica. "Bruno tiene problemas con la clase de música así que pide ayuda para no reprobar la materia" Demonios, lo sé, apesto con los títulos. Lo si...