Nadie conocía a aquella chica realmente. No sabían su nombre a pesar de que llevaba viviendo allí casi seis años. La habían visto pasar frente al instituto e incluso frente a la universidad pero jamás había entrado en ninguna de ellas. Todo el mundo dedujo que estudiaba en casa o que simplemente había abandonado los estudios para cuidar de su familia. Pero en realidad tampoco sabían nada de su familia puesto que nunca habían conocido a sus padres. Era ella quien iba al supermercado y hacía los recados. Y solo hablaba si se veía forzada a ello. Por lo que la gente le prestaba la suficiente atención para no tener que hablar con ella pero si para considerarla un bicho raro. Consideraban que sus padres no le habían enseñado lo que era saludar, dar las gracias o despedirse. Aunque todo el mundo empezó a acostumbrarse a ella y con el paso del tiempo les empezó a dar igual. Ella tampoco reparaba en los demás. No estaba interesada en hacer amigos o siquiera conocer a alguien de aquel lugar. Ella jamás quiso ir allí. por lo tanto se merecía poder vivir sin necesidad de depender de nadie de allí. Odiaba el hecho de que su casa fuera de las de la última calle del lugar. Se encontraba lejos de todo y tardaba mucho en hacer cosas muy simples como comprar o ir a la biblioteca. Se había quejado en varias ocasiones pero no había resultado de nada. Solo había generado una gran discusión de la cual siempre salía mal parada. Por lo que ya optaba por simplemente quedarse callada y hacer todo lo que le dijeran. Pero un día, después de seis años viviendo allí, iban a poner el plan en marcha. A ella le parecía una locura ya que no era la primera vez que lo hacían. Siempre salían huyendo cuando lo hacían pero según le habían comentado, esta vez se quedarían a ver la reacción de la gente de allí. Pero estaba cansada de todo aquello.
¿De qué se trataba? Simple. Raptaban a un niño del lugar donde vivían y tras drogarle y hacer las maletas abandonaban todo y se iban lejos. Sin ir más lejos ella era una de aquellas niñas robadas. El problema es que ella no lo sabía. O no lo supo hasta hacía un par de años cuando escuchó a los que creía sus padres hablar de como la habían secuestrado siendo ella un bebé de apenas unos días de vida. Se enfrentó a ellos pero solo recibió como respuesta una paliza por parte de su "padre". Lo peor era que ni siquiera podía huir. La tenían vigilada constantemente ya que se camuflaban entre los del pueblo para hacerle saber que no tenía salida. La cuestión era que todos los niños a los que raptaban eran, como ella en su día, niños de apenas unos días o incluso meses. Iban la "madre" y la "hija" a un hospital. La "madre" se tendría que colar dentro mientras la "hija" distraía a todo el personal. Todo esto no sin antes haber manipulado las cámaras de vigilancia del hospital, las cuales manipulaba unos de los niños robados más mayores, también obligado a quedarse con ellos después de enterarse de quien era. Y así iba a ser esta vez. Lo llevaban planeando tanto tiempo que pensaban que nada podría salir mal. Ella se lo sabía al dedillo ya que lo había hecho muchas veces. Pero esta vez tenía un plan. Necesitaba la ayuda de los demás chicos allí ya que sola no podría. Tenían que trazar un plan alternativo al que tenían sus secuestradores. Pero ¿como hacerlo si siempre estaban vigilados? Sabían que al más mínimo error las consecuencias serían terribles. Pero aún así estaban dispuestos a arriesgarse. Querían y necesitaban salir de allí. Pero era tan arriesgado que estaban asustados de siquiera atreverse a trazar un plan alternativo contra aquellos que se los habían llevado a la fuerza. Pero tampoco tenían alternativa. Sí, con el paso de los años se habían casi convertido en familia, pero sus familias de verdad les llevarían buscando tanto tiempo que solo de pensar en ellos les dolía en el alma. No les conocían pero sabían que dolía. Al fin y al cabo seguían siendo sus familias. Y querían pensar que les seguían buscando. Que no se habían rendido a pesar de todos los años que habían pasado. Por eso estaban trazando aquel plan. Porque querían arriesgarse por sus familias de verdad. Poco sabían ellos de que su plan se iba a torcer antes incluso de empezar a ponerlo en práctica.
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La chica de la última calle
Teen FictionTodo el mundo la conocía de vista. Sabían cual era su casa y cual había sido su situación familiar. Pero nadie sabía su nombre ni conocía a sus padres. Parecía una familia tranquila y bastante común. Pero nadie sabía el oscuro secreto que guardaban...