Ficlets de Kurtbastian en Tumblr

TLOK

2) Kurtbastian / AU!The Legend of Korra
(aviso que no se que tanto se entienda si no vieron ATLA o TLOK)

Kurt estaba decidido. Avatar o no, ese Sebastian Smythe era una completa molestia.

- ¡Hey princesa, mira esto! - Exclamó, dicho Avatar, única esperanza del mundo, balanceando bolas de fuego entre sus manos como un malabarista.

Kurt se pasó una mano por el rostro exasperado.
- Sabes, si no quisiera salvar esta maldita ciudad… y posiblemente, al mundo entero, ¡Ya te habría dejado completamente solo! -
- Awww, no seas así princesa, yo sé que me quieres. - Dijo Sebastian, arrojándole un besito desde el aire.
Kurt tomo una de sus lanzas y la arrojo al Avatar, el cual apenas pudo esquivar el golpe directo al cuello.
- ¡HEY, HEY! ¡Cuidado con esas cosas! ¡Está bien, tu ganas! …. princesa aburrida… -

Sebastian Smythe era el primer Avatar nacido en Ciudad República, la ciudad donde convergían habitantes de todas las naciones. Su herencia familiar era originaria de la Nación del Fuego, pero hacía muchas generaciones que un maestro de elementos no nacía en ella. Pero sus padres, cuando al nacer su hijo notaron que escupía fuego por su boca, en vez de sentirse bendecidos, lo repudiaron completamente, y le prohibieron a su hijo desarrollar aquellas habilidades.

Por eso, cuando a los dieciséis años, Sebastian descubrió que también podía controlar la tierra, se quedo completamente callado al respecto. Si sus padres descubrían que su hijo era el Avatar, seguro lo encerrarían en un sótano para toda su vida.

El problema es que, poco tiempo después de este descubrimiento, atentados terroristas comenzaron a azotar Ciudad República

Kurt Hummel también era originario de esta ciudad, ninguno de sus padres había sido maestro, y el tampoco lo era. Aún así, su madre, proveniente del Reino Tierra, había sido una guerrera Kyoshi entrenada, y al retirarse y casarse con un mecánico de esta ciudad, le enseño todo lo que supo a su hijo antes de morir.

Kurt y Sebastian, por azares del destino, habían ido a las mismas escuelas durante todas sus vidas.

Y siempre se habían odiado como los peores rivales de la historia.

Y sin embargo, un día Sebastian camino hacia él y lanzo fuego de una mano, y levanto un pedazo de tierra con la otra, rebelándose ante él como el Avatar.

Aún no entendía porque Sebastian había decidido rebelarle a él tan grande secreto, despues de años de continuos de insultos.
"Ten a tus amigos cerca, y a tus enemigos más cerca." Pensaba Kurt, pero ya no estaba tan seguro al respecto.

El punto era que ahora combatían juntos los atentados en Ciudad República, enmascarados como superhéroes, mientras Sebastian intentaba acabar de dominar los cuatro elementos.

- Sabes, sería mucho más fácil conseguirte un maestro si le dijeras al mundo que eres el Avatar en vez de esconderte tras una máscara… -

- ¡Ya te dije que no Hummel! No insistas. -

- No puedes seguir jugando al niño bueno de mamá y papá por los días, y al vigilante renegado por las noches. -

- ¡Tú no lo entiendes! -

- ¡Claro que no lo entiendo pero porque nunca me dices nada! -

Ambos se miraron, con los rostros rojos y sin aliento.
Si solo Sebastian fuera una persona más decente, podrían sentarse y hablar de sus problemas, y quizás… y quizás Kurt lo entendería. Pero este era Sebastian Smythe, quien vivía con una mascara tanto en el día como en la noche.

Y si algún día quería lograr ser verdaderamente el Avatar, iba a tener que encontrar el equilibrio dentro de sí mismo.

- Este tema aún no se ha terminado. - Dijo Kurt, acomodándose el cabello. - Pero por ahora… necesitamos mejorar tu control de la tierra, en la pelea pasada casi te matan por no poder hacer un buen escudo… -

Sebastian suspiro pesado.
- ¿Qué tienes en mente? -

- Blaine Anderson. - Dijo Kurt, y sacó un panfleto. - Es un jugador de Pro-bending de la escuela Dalton, da clases particulares a maestros tierras… -

- ¿….Quieres que le paguemos a este chico para que me enseñe tierra control? - Miro detenidamente l panfleto. - ¡Cobra una fortuna! -

- ¡Tu familia es rica Sebastian! Solo dile a tus padres que necesitas un tutor de matemática o algo así… - Suspiro pesado.

- Esta bien, iré con el tonto maestro de pro-bending… -

Se sentaron sobre el muelle en silencio, observando la bahía que los separaba a la lejanía de las otras Naciones.

- Kurt…. - Dijo de pronto Sebastian, llamándole la atención. - Gracias… tú, yo sé que no soy fácil de tratar, y aún así… estás haciendo todo esto por mi… -

Kurt lo miro, y de un impulso le tomo la mano.
No supo porque lo hizo, este era Sebastian Smythe, su rival. Pero… ahora también era su compañero; Y en esos pocos instantes en los que dejaba de actuar como un tonto, y se mostraba vulnerable… esos instantes le hacían palpitar el corazón.

- No te preocupes suricato… - Dijo, y sin soltar su mano, volteo a mirar el horizonte. - Voy a convertirte en el mejor Avatar de la historia. -