Shoto tiene todo para ser popular, es guapo, posee un apellido de renombre, proviene de una familia influyente, pero aun así en la prestigiosa escuela UA no es más que un don nadie.
Lo único que llena de alegría su vida es la música, la magia que si...
Todos dicen que nunca tengo mis pies sobre la tierra "¿Qué?" Yo soy una buena chica...
But I am a Good girl - Christina Aguilera
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Izuku escuchaba aburrida a su padre, eran las seis de la mañana y ya se encontraba en medio de otro de los sermones de su progenitor, esta vez era uno lleno de regaños pues a su padre no le gustaba la forma en que la muchacha vestía.
Ella solo rodaba los ojos cada vez más fastidiada, cuando el mayor termino de hablar suspiro con cansancio.
— ¿Siquiera me estas escuchando? ¿Alguna vez vas a hacerme caso? —. Pregunto cansado.
La chica resoplo.
—Padre, yo no te doy problemas, tengo excelentes notas en la escuela, mi desempeño escolar es por mucho superior al de mis demás compañeros, en sociedad me presento como la perfecta señorita que quieres que sea, no sé porque te molestas por algo tan mínimo —Susurro ella.
El mayor golpeo la mesa con fuerza, pero la muchacha ni se inmuto.
—Izuku por favor mírate en un espejo, la forma en que portas el uniforme es simplemente vulgar ¿Acaso quieres parecerte a tu madre? ¿No aspiras a ser algo más que una vulgar mujer?
Aquello sí que molesto a la de verde cabellos por lo que se levantó de su asiento enfurecida.
—Mi madre no es una mujer vulgar como tu tanto dices, que ella estuviera cansada de que no le prestaras ni la más mísera atención no es su culpa, si no tuya, yo te quiero papá, te quiero mucho, pero no por eso voy a permitir que hables así de mi madre —Exclamo enojada.
—Aun cuando nos dejó la sigues defendiendo, eres muy tonta hija mía.
El hombre se levantó de su asiento y se retiró de aquel lugar sin siquiera despedirse, Izuku suspiro con cansancio, ella detestaba ese tipo de vida pero nada podía hacer, realmente quisiera estar con su madre pero sabía muy bien que eso no se podía, pues su padre había ganado su custodia luego del divorcio.
No era tonta, pues sabia de sobra que su progenitor había comprado al juez, él siempre resolvía todo con dinero, creía que eso era suficiente para hacer a su familia feliz, pero se equivocaba, hacía falta más que eso para tener un hogar hermoso y una esposa devota.
La chica de cabellos verdes chasqueo la lengua y se levantó de la silla, camino con dirección a la cocina, cuando estuvo en ella de forma amable le pidió a la cocinera hacerle una bento extra para llevar a la escuela, charlo un rato con ella mientras le ayudaba a lavar trastes.
Cuando dieron las siete se despidió de la joven cocinera, prometiéndole que le compraría un delicioso postre por la comida extra, Izuku se fue de ahí antes de que la chica dijera algo, se calzo sus zapatos y salió de su casa a paso rápido.
