Habían pasado semanas en la corte asgardiana desde que la pareja de príncipes habían comenzado con aquel peligroso juego.
Las miradas por los pasillos eran recurrentes, buscando en el otro el momento en que bajara la guardia para poder sorprenderlo por completo con un beso creativo, pero no encontraban el momento.
A pesar de que Thor estuvo realmente pesado la noche anterior con que un simple beso contase, Loki se negó en rotundo.
—Y solo puede ser un beso al día, te recuerdo.
Thor resopló con pereza y cansancio, para después continuar poniendo pegas a las normas de su hermano. Pero Loki simplemente se giró, dándole la espalda en la cama y buscando su ropa interior entre las sábanas.
A la mañana siguiente, mientras Loki aún dormía, Thor se levantó con sigilo, vistiéndose de forma apresurada.
Cuando estuvo más o menos presentable, fue a las cocinas del palacio, encargando en una bandeja los desayunos de su hermano y suyo, alegando que Loki se encontraba mal y que él le haría compañía para cuidarle.
Cuando por fin consiguió la bandeja con la comida, volvió por el pasillo, pero justo en la puerta de la habitación de Loki había una figura demasiado familiar agarrando el picaporte.
Thor abrió muchísimo los ojos, corriendo a agarrar la mano de su madre para que no viera el desastre que había dentro del cuarto.
—No es buena idea, madre, Loki está...
Y no supo acabar la frase, siendo atrapado por los ojos inquisitivos de su madre.
Justo cuando la tensión parecía poder cortarse con la más mínima respiración, Frigga comenzó a reírse, tratando de no hacerlo muy fuerte para no llamar la atención de nadie.
—Thor, hijo mío... Por lo menos ponte pantalones, por favor.
El rubio enrojeció de golpe, mirando sus piernas desnudas y tragando saliva.
—Veo que le llevas una buena sorpresa a tu hermano—prosiguió su madre, mirando la comida que estaba en la bandeja—. Estoy segura de que le encantará, sobre todo el zumo de frambuesa, le dará fuerza después de todo lo que hayáis hecho.
Y, tras una sonrisa cómplice, se marchó, dejando a Thor completamente anonadado. ¿Su madre lo sabía?
Sacudió la cabeza, tratando de no pensarlo para no ponerse más nervioso de lo que ya estaba. Abrió la puerta y entró con cuidado al cuarto donde su hermano aún dormía.
Dejó la bandeja con el desayuno en su lado de la cama y abrió un poco las cortinas, dejando entrar algunos rayos de sol a la habitación.
El brillo del sol chocó directamente contra el pelo negro carbón de su hermano, provocando una boba sonrisa en Thor, quien comenzó a desvestirse, quedando solo en ropa interior.
Se sentó al lado de su hermano, con la bandeja aún ahí, cerca de su rostro para que pudiera oler los creps con chocolate que había encargado especialmente para él.
Depositó un suave beso en la sien de Loki, sonriendo después como un bobo, y dijo en un susurro:—Llevo uno...
Loki apretó los ojos al escuchar a su hermano murmurar su nombre, acariciando sus cabellos con manos toscas.
Lo miró directo a los ojos cuando los abrió, y pudo ver la tonta sonrisa de Thor en su rostro.
—¿Y esa cara de estúpido?—Se incorporó un poco para después estirarse, tratando de desperezarse.
—Que te voy ganando.
—¿De qué hablas?
—He contado mi primer beso de los cien.
Loki lo miró fijamente, luego a la bandeja y resopló.
—Eres la mar de creativo.
—Podrías haberlo pensado tú antes, pero lo he hecho yo.
Esa sonrisa de bobalicón que Thor tenía dibujada en el rostro era preciosa, pero Loki nunca lo diría, al menos no por la mañana, cuando tenía el humor por los suelos.
—Conque llevas uno... Bien, pues...
Agarró una crep, dio un buen mordisco, asegurándose de que el chocolate manchara sus labios y besó a Thor en los suyos, creando un beso dulce.
El rubio acarició sus cabellos, enredando algunos dedos entre los mechones, profundizando más el beso. Una traviesa sonrisa se mostró en el rostro de Loki. Cuando se separaron, Thor no pudo evitar relamerse los labios.
—Ahora es empate, hermano.
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A Hundred Kisses [Thorki Oneshots]
FanfictionLoki y Thor apuestan quién será el primero que le dé cien besos al contrario, despertando su creatividad para pensar en el cuándo y cómo de sorprender a su pareja con un nuevo beso.