¿Quien soy?

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¿Que somos? ¿A que venimos? No lo se.

Vine a aquí por un propósito, no se cual sera pero espero que sea bueno, espero que me recuerden porque yo siempre lo haré. Al estar en este psiquiátrico percibo el olor a alcohol, a pastillas vencidas, a las enfermeras aburridas que usan colonia barata, este tiempo es raro; pensaba que iba a lograrme pero lo único que hice fue quebrar las espaldas de mis padres, porque nunca pensé por mi futuro y la razón no tiene justificación, ya no tengo sueños y no porque me los arrebataron sino porque yo soy  el causante de la locura, la locura que estuvo desde el primer momento que lo vi, que lo distinguí entre la multitud de gente, fruncí el ceño mientras trataba de asimilar las dosis de medicinas que me inyectaban todos los días. Aun no entiendo porque existimos, el porque las personas piensan de manera incorrecta, porque no calculan sus movimientos, porque son espontáneos pero son particulares, son especies que nunca me cansare de imaginar que pasaría si me enamorara de alguno de ellos hasta que paso; fue -aunque no creo en la magia- mágico, por el hecho de ser tu.

Recuerdo que yo estaba atendiendo a la señora McGarrit que todos los viernes venia a la biblioteca imaginando a su príncipe azul mientras que su hija comí y comía, aquella niña era un ser despreciable y no porque fuera un niño, sino porque había maldad en su mirada, vagamente inducia a sus padres a las peleas. Un ser que debía ser exterminado, pero estaba en manos de su madre; una tonta sirvienta que solo obedecía a su esposo, siendo totalmente sumisa. Seguro fue la escuela, la escuela a la que voy todos los días, porque si falto mi madre me va a meter a una ducha y acuchillarme con sus palabras, con sus manos presionaba mi cuello mientras lloraba y no entendía que estaba mal, simplemente estaba paralizado pero eso no era justificación para portarme como mi padre; un hombre trabajador que se metió con la mujer correctamente feminista, dejandole trabajar y tener una carrera sin embargo se quejaba porque no lo atendíamos o porque no atendíamos la casa. Por eso la escuela era algo como un desastre que venia con diferentes personas que simplemente estaban vacías y enseñaban por dinero, las personas murmuran a mi lado diciendo con su asquerosa boca: En cualquier momento se va a quebrar.

Aun recuerdo sus palabras, las palabras que mi madre repetía cuando estaba molesta porque no iba a la escuela: Eres igual que tu hermano!... ¿En que manera, mama? Siempre estaba pendiente de ti, viéndote llorar y pedir que regresaras en tu vida y remediaras los errores, saber el porque de tu depresión, el porque cuando estaba en tu panza te ponías tan melancólica porque no había dinero, porque mi hermana no creia que tu estabas trastornada, porque las cosas que viviste fueron de otras vidas pasadas.

Mi hermano influyo en mi vida, demasiado diría yo pero fue una persona fragmentada por el rencor y la tristeza, por el hecho de que mis padres te compararon siempre con mi hermana, aun no entendía porque llorabas por un amor de hace diez años, aun no comprendia porque estabas tan triste y me pedías que ninguna persona me tocara; ¿Tu lo sufriste? ¿Sentiste como tu persona desaparecía por el hecho de ser olvidado? Dime, que es lo que sientes ahora, tienes treinta y un años y vives aquí, en la casa de mis padres; en la casa de tus melancolías, yo no comprendía porque nací así, quizá fue influencia, quizá el hecho de que me comparan con la hija perfecta que era mi hermana. Mi madre fue muy dura contigo pero no es su culpa, es tuya porque no tomaste las decisiones correctas en tu vida, porque siempre vivías en el pasado de tu mente, tan siniestro como los video-juegos que jugabas todos los días a toda hora pero siempre tenias esa mirada perdida que siempre estaba en mis hojas de dibujos. Las cosas que pasaste son curiosamente particulares, porque ahora solo eres un muerto viviente que vive su vida en copas y copas; decenas de ellas todos los días a todas horas.

Mi madre no fue la culpable de estar en cinta, quizá fue la de la educación sexual que recibió, la que le profesaron sus padres, la que ella aprendió por si sola. Mama, perdóname,  perdóname por no ser la hija tan malditamente perfecta que querías y que aun consideras lo mejor de tu vida, tu matrimonio esta arruinado y mis muñecas igual.

Mensajes de un extraño;; YoontaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora