3. "La muerte de las hojas"

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Había sido una noche larga Madeline no solo canto también bailó y María disfrutaba de las locuras que se le ocurrían a su amiga,ambas quedaron profundas después de a ver saqueado los vinos de la abuela. Como era costumbre Made se acurrucaba en los brazos de su amiga y dormía plácidamente.

La mañana del sábado no era muy tentadora ellas solo querían seguir durmiendo pero los gatos de la casa comenzaron a reclamar comida.

Madeline

Abrí mis ojos lentamente al escuchar maullidos al unisono. Moví lentamente a María para poder levantarme.

-Mis bebés, perdón mami estuvo de borracha y tiene sueño pero ya les doy comida- sobaba mis ojos para despertarme completamente.

-Que pereza la que nos espera hoy- dijo María volteándose para darme la espalda y seguir durmiendo

Me levante y la cobije más,el frío de otoño ya se estaba haciendo presente. Agarre un suéter y me lo puse después de todo solo estaba con ropa interior amaba estar así,aunque mi abuela me regañará.

-buenos días bigotes y haru- decía aquello mientras  bajaba las escaleras -buenos días para ti también phoebe,¿Donde esta mi lindo pacho?- comencé a buscar,era el gatito más viejo. Estaba aquí cuando llegue a vivir con mi abuela hace ya ocho años, él y mi abuela cuidaban de mi  y pacho de los demás gatos que rescate,lo cual fue extraño los gatos no suelen ser tan amigables eso escuchaba...  no había podido tener mascotas cuando vivía con mamá,ella decía que eran malas...

Después de un rato de búsqueda bigotes encontró a pacho cerca a una ventana,lo levante y lo acaricié

-cariño,me asustaste. Te imaginas lo que hubiera ocurrido a mamá Annie. No podemos faltarle. Ella mejorará y volverá a casa ya veras,se que la extrañas- lo descargue y agarre la pienso para gatos del estante en donde guardaba todo lo necesario para ellos y les di a cada uno su ración, observando como todos eran felices comiendo. -Te estas poniendo panzón bigotes- sonreí y volví a levantarme para dirigirme a la cocina.

-Bien también tengo que alimentar a la dormilona de arriba,¿Qué hago?- pensé y me limité a ver el refri.

-Hay muchas frutas seria un buen desayuno,a si con eso no me regaña María por engordarla- decía aquello mientras agarraba la bandeja de fresas y uvas.
-Las manzanas no pueden faltar,la papaya no me gusta se la llevaré a abue.- comencé a descargar la fruta en el mesón.

María

Los rayos del sol comenzaron a colarse por los pequeños espacios de las persianas logrando así que me despertarán

-Made,que vamos hacer de desayuno- muevo mi mano tratando de ubicarla y me percató de su ausencia

-Vaya supongo que volví a quedarme a dormir de más...como siempre,¿quien se levanta temprano un sábado?- me levanto rápidamente recibiendo un mareo fugaz. -Joder,tengo hambre- baje rápidamente las escaleras encontrándome a mi amiga con el desayuno listo.

-Vaya que tenemos aquí,¿te casas conmigo preciosa?- sonrió después de bostezar

-Para que no me reproches por la cena "no fitness" de anoche- dijo ella dándome un plato lleno de diversas frutas. -¿Qué te gusta más,yogurt o jugo de naranja?- preguntó

-Yogurt estaría bien- respondí,para luego dirigir un trozo de banano a mi boca -Ah,que rico. ¿Quieres ir a mi casa después? Mamá hace mucho que no te ve y pregunta por ti- mentí,hace unos tres días había ido pero verle las piernas destrozadas a causa de sus uñas y ansiedad me preocupaba. Sabia que no era buena señal.

The firstDonde viven las historias. Descúbrelo ahora