Tras un largo viaje aguantando sermones de mi padre sobre que esto es culpa mía y demás llegamos al aeropuerto media hora antes del embarque.
- Ten mucho cuidado cielo, te echaremos de menos - me dice mi madre antes de que suba al avión.
- Y nada de chicos - añade mi padre a lo que yo ruedo los ojos.
- Tranquilos estaré bien, os quiero - les digo mientras los abrazo.
Cuando nos separamos mi padre me entrega un papel con una dirección
- Aquí tienes, esta es la dirección de tu hermano, cuando llegues a Los Ángeles coge un taxi y pide que te lleve aquí - aclara mi padre
- Vale, ahora tengo que irme - les digo
Nos damos un último abrazo, cojo mi maleta y me alejo hasta subir al avión.
La verdad es que este viaje si que me emociona, voy a volver a ver a mi hermano, Ryan, el cual se fue de casa a los quince años para estudiar en Los Ángeles. No nos hemos visto desde entonces.
Un movimiento a mi lado me saca de mis pensamientos, es una anciana.- Hola - me saluda
- Hola - le sonrío.
- ¿Que te lleva a Los Ángeles? - me pregunta.
- Voy a vivir con mi hermano, ¿y a usted?
- Voy a visitar a mi nieto.
~✳️~
Tras unas seis horas - las cuales no han sido nada aburridas, ya que me las he pasado hablando con esa señora tan simpática - llegamos a Los Ángeles y lo primero que hago es buscar un taxi para darle la dirección que me ha dado mi padre. Cuando entro le doy el papelito y él me lleva sin ningún problema.
Unos minutos más tarde me dice que hemos llegado, pago y me bajo del taxi encontrándome con una enorme casa. Vaya, al parecer mi hermano no se conforma con cualquier cosa.Me detengo unos segundos más para admirarla y realmente se me hace difícil comprender por qué una casa tan grande solo para él.
Cuando llego a la entrada tocó al timbre y no pasan más de dos minutos cuando me abren y joooder, como esta el tipo que me ha abierto, moreno, ojos verdes, una ligera barba que le da un toque más sexy y cabe destacar los abdominales que se le marcan gracias a esa camiseta tan ajustada. Me mira de arriba a abajo con una sonrisa divertida.
- Hola guapa, ¿qué te trae por aquí? - me dice con tono arrogante, lo cual me hace retractarme de todos mis pensamientos.
- Tú... no eres Ryan - me limito a responder.
- ¿Judith? - escucho una voz detrás de él.
- ¡Ryan! - exclamó y corro hacia él, me eleva un poco haciendo que mis pies no toquen el suelo y así permanecemos abrazos unos largos segundos.
Cuando me baja me mira a los ojos y sonrie.- Te he echado tanto de menos - me vuelve a abrazar, esta vez sin levantarme.
- Yo también idiota - le contesto correspondiéndole el abrazo.
Mi hermano es muy guapo, tiene el pelo castaño, como el mio, pero sus ojos en lugar de ser azules son marrones y la verdad es que su cuerpo tampoco está nada mal...Para Judith ¡es tu hermano!
Cuando nos separamos caigo en la cuenta de que hay tres chicos observándonos, ¿es que en esta casa solo hay dioses griegos?
- Judith, estos son mis amigos - me dice mirando a los tres chicos de delante - chicos, esta es Judith, mi hermana.
Los tres chicos se miran entre sí y uno de ellos se adelanta.
- Oh, ¿así que tu eres la famosa Judith? - me dice el chico, este también es muy guapo, su pelo es negro y rizado, tiene unos ojos marrones oscuros y profundos y por lo que su camiseta me dice este también esta en forma.
- La misma - le respondo con una sonrisa, no sabía que mi hermano les había hablado de mí a sus amigos.
- Soy Zac, encantado - se acerca y me saluda con dos besos.
Antes de que pueda responderle se me acerca un castaño de ojos marrones, este también está muy bueno, creo que esa mods de las camisetas tan ajustadas es... ¡Bendita moda!
- Soy Ian, me alegro de conocerte por fin - y al igual que su amigo me da dos besos. El chico que me ha abierto la puerta me da una mirada fría y no siquiera se molesta en sonreír.
- Soy Jason - al contrario de sus amigos él se queda quieto en su lugar.
Lo observo unos segundos sin saber muy bien por donde tomarlo. Hace unos minutos sonaba de lo más coqueto y ahora ni siquiera trata de ser simpático. Aunque siendo sinceros, creo que me gusta más así.
- Encantada de conoceros - digo
- Ven te enseñare tu cuarto - me dice mi hermano cogiendo mi maleta.
Yo lo sigo escaleras arriba, la verdad es que la casa es bastante bonita y está muy ordenada, lo cual me sorprende.
- Es esta - me dice mi hermano abriendo una puerta, es una habitación grande y bonita, las paredes están pintadas de azul cielo y blanco, en el centro hay una cama de matrimonio y enfrente un gran armario, también hay un escritorio y una gran ventana, frente a la puerta principal hay otra puerta que supongo que será el baño - ¿te gusta? - pregunta mi hermano
- Me encanta - le respondo con una sonrisa de oreja a oreja
- Bueno si necesitas algo estoy en la habitación de enfrente, la de tu lado es de Jason, la del lado de Jason es de Zac y la que hay a mi lado es de Ian - me dice mi hermano
- Espera, ¿me estas diciendo que ellos también viven aquí? - le digo con el ceño fruncido y el asiente, ahora entiendo para qué una casa tan grande - ¿mamá lo sabia? - él vuelve a asentir y yo no me puedo creer que mi madre no me haya dicho nada - Ella no... Me va oír - digo molesta.
- Supongo que pensó que no aceptarías lo de vivir con cuatro chicos
- Entonces pensó bien - respondo.
- Te dejo que te instales - me da un beso en la mejilla y con eso se va.
Saco mi ordenador y conecto una videollamada para hablar con mis padres, tardan un poco en contestar y cuando lo hacen lo primero que hago es quejarme. Después hablamos un poco más hasta que llaman a la puerta, me despido de mis padres y grito un '' adelante''
- Judith, vamos al centro comercial, ¿quieres venir?, así aprovechas para ver todo esto - me dice mi hermano
- Esta bien, vamos - le digo levantándome de la cama.
***
ESTÁS LEYENDO
Hasta que llegaste tú©
Teen FictionJudith Dawson es una chica guapa, inteligente, simpática y de gran corazón, pero sobretodo problemática, gracias a todo esos problemas tiene que irse a vivir a Los Ángeles con su hermano y sus tres amigos, que son los cuatro chicos más mujeriegos y...