Mi Adorado Patito Feo

Capítulo 1

- Vamos Villareal para ti no hay imposibles, eres la mejor y más bella creación que hizo Dios en una mujer, nada te costara enamorar al patito feo de la clase -Le decía Diego a su Amiga-

- Se muy bien que tengo una belleza extraordinaria, belleza que debo compartirla con otra que medio se asemeje a la mía, por ende no enamorare a esa chica

- Algo que me parece muy buena decisión de tu parte, no le pares a estos imbeciles, además la chica no tiene culpa de que este par  sean unos enfermos mentalmente -Remato Fernando un poco incomodo con la conversación-

- Tú siempre de aguafiestas, la conversación no es contigo, es con nuestra amiga, la cuál al parecer es una cobarde, creo que se dio cuenta que no va a poder enamorar a esa chiquilla -en tono de burla comenta Raúl recibiendo una mirada fulminante de parte de su amiga-

- No soy una cobarde, claro que la puedo enamorar, eso es más que obvio ¿Acaso no detallan como se me queda viendo?

Diego: Por eso mismo queremos hacer la apuesta

- Quieren peder la apuesta, perfecto, la acepto, ya se que quiero

Raúl: Pues suelta por esa hermosa boquita mujer

- Quiero un Ferrari negro

Fernando: Paula pero si ya tienes uno, sigo pensando que está apuesta es una locura, conmigo no cuenten -mirándola con reproche-

Diego: Cuando de travesuras se trata nunca contamos contigo gran pánfilo, Paula ¿Por qué quieres un Ferrari si ya tienes uno?

Paula: Lo se pero es rojo, no me gusta mucho ese color, el idiota de mi hermano por joder les dijo a mis padres que ese color era perfecto, que me gustaría, fue su última manera de joderme antes de irse a Inglaterra, pero bueno ese no es el tema, quiero un Ferrari negro más mil quinientos dólares de cada uno, en total seria tres mil dólares más el Ferrari…

Fernando: ¡Paula escúchate!... deja de decir estupideces, si no te gusta el Ferrari rojo díselo a tus padres; ellos gustosos te darán el que quieres

Paula: Fernando…-Respira hondo antes de continuar-  ¿Acaso se te olvida con la emoción que me lo regalaron? No puedo hacerles eso, entonces chicos ¿Aceptan? -Mirando a Diego y Raúl-

Raúl: ¡Por supuesto que aceptamos! pero lo mismo de vuelta, ya veremos como nos compartimos el Ferrari entre nosotros dos, así que mi querida Paulita desde hoy empieza la apuesta

Fernando: Paula sabes muy bien que es una locura aceptar tal bajeza, jugaras con los sentimientos de alguien más, y ustedes llevándola a eso no demuestran que son buenos amigos -reprochándoles a sus compañeros la estupidez que están por cometer-

Diego: Fer los sermones para otro día, ya la apuesta esta hecha, Paula es una mujer de palabra, tal cual como nosotros

Paula: Exacto, ya no te preocupes Fernando es solo una estupida apuesta la cual no perderé

Fernando: Allá ustedes y su conciencia, espero no te arrepientas más adelante con todo esto Paula Villarreal; todos son unos niños ricachones idiotas ¡Me largo de aquí! -totalmente molesto, se levanta de la mesa y se retira sin mirar atrás-

Diego: Caray creo que se molesto -en tono divertido- no se le quitara ser el niño bueno del grupo, Paula mañana traigo el contrato de la apuesta para que lo firmemos, le diré a mami que me ayude a redactarlo

Paula: ¡Qué bien! meteremos la ley en la apuesta, me parece grandioso tu mami es una excelente abogada, pero la apuesta comienza a partir de una semana, debo ir viendo como le entro al patito feo, así que la observare antes para ir detallando sus movimientos;  hoy tengo una salida con Romina, ni se les ocurra contarle esto que haremos, si no su regaño llegará hasta la luna