Lucas fue mi mejor amigo desde la edad en la que yo seguía usando lentes gruesos y mi fleco tapaba completamente mi frente llena de granos, gracias a la pubertad. Yo he estado para el en todos sus errores de la vida, por las cuales, años después nos reíamos, recordando lo estúpido que éramos en nuestro pasado. Hablo de la vez en el que él me perforo la lengua en su cuarto con una aguja de su mama, en el cual nos escapamos durante todo el fin de semana a Nueva York y conocimos a una Drag Quenn o los momentos en los cuales simplemente nos subíamos a los techos de las casas a platicar de cualquier cosa.
Pero lo que tengo enfrente de mí, será lo peor que hará Lucas y yo no sé qué hacer para detenerlo.
Estoy hablando de la chica que tengo en el sillón de enfrente, la que me está dirigiendo la sonrisa más grande que puede caber en sus labios, pero que no llega a sus ojos. Sus uñas demasiado largas, están pintadas de un rojo ardiente, que combina a la perfección con su vestido y la parte de atrás de sus tacones negros de casi trece centímetros, y me rebasa por medio cabeza. Las curvas esbeltas y el rostro sensual que tiene, hace que todos los hombres volteen para verla un poquito más, lo que hace que Lucas apreté su cintura más fuerte... pero la mirada que me regala, con esa duda en sus ojos con pestañas largas, me hace entender que ella no es la persona ideal para mi mejor amigo.
Porque esta celosa.
Conozco esa mirada, y la he visto en todas las novias que Lucas me ha presentado. Siempre es la duda de que, tal vez algo haya pasado entre nosotros en el pasado y no queremos hablar de eso y hay una probabilidad de que pase en el futuro, y por eso razón tendrán que terminan. No puedo esperar que llegue el día, en el que las mujeres que estén interesadas en mi mejor amigo, se den cuenta de que solo somos eso. Yo ni siquiera tengo problema con que Lucas conozca y salga con otras chicas, pero es que siempre pasa, que después de un tiempo, ni siquiera tiene un minuto para hablar conmigo de algún sueño raro que tuve anoche. Él tuvo una novia tan controladora, que cambio su número de celular, solo para quitarme con raíz de su vida.
Nunca llegue a hacer algo para perjudicar las relaciones que Lucas tiene o tendrá; la verdad es que a mí me da exactamente igual con quien este saliendo, porque me acostumbre a que todas las mujeres me vean feo, aunque me sonrían bonito.
Yo, sinceramente pensé que era así, hasta que conocí a Julia. La novia anterior de Lucas, me conquisto tanto como a mi amigo. Ella siempre fue muy respetuosa con la conexión que tenemos y nunca intento hacer nada para separarnos. Siempre intentaba incluirme en sus planes y hasta llegamos a tener unas salidas increíbles nosotras solas. Era una chica hermosa por fuera y por adentro, y cuando tuvieron que terminar me dolió mucho. Julia se tuvo que irse a otro estado por la gran oportunidad de trabajo que le ofrecieron y Lucas no podía mudarse hasta la otra punta del país y Julia no podía perdérselo. Intentaron continuar con la relación a distancia, ya que pensaron que no sería tan complicado con toda la tecnología que tenemos a nuestro alcance, pero ambos estuvieron equivocados, cuando en un punto, simplemente dejaron de llamarse y enviarse mensajes.
Y ahora que tengo a esa persona en frente de mí, extraño con todo mi corazón a Julia y sus sinceros abrazos.
Lucas no podía parar de sonreír y mirarme con cara de extraña porque yo no se los estaba devolviendo. Era tan difícil continuar fingiendo después de tantos años, cuando Lucas jamás tuvo que pasar por eso. Los pocos novios que tuve, se llevaban bien con mi amigo después de unos cinco minutos de conocerlo, y nunca tuvieron problemas de que yo sea tan unida a él.
- Ella es Catherine – me presento Lucas – Mi novia.
Sonrió y la miro con orgullo, aunque la chica no devolvió la mirada.
ESTÁS LEYENDO
Sobre el amor y sus efectos secundarios.
Teen FictionAlexandra y Lucas fueron mejores amigos desde la edad de quince años, pero los dos sabían que no podía pasar algo más que eso. Los dos estuvieron siempre en los momentos más importantes, pero cuando después de tantos años uno sabe que está haciendo...