just 1 hour.

767 67 5
                                    


Estoy acabado. Estoy acabado porque te amo demasiado, te amo y tú ya no me amas a mí. Estoy acabado porque aunque sé que tu corazón ya no me pertenece finjo estar bien y te miro a los ojos mientras acaricias mis manos con falso cariño, buscando en tu mirada una pizca del amor que antes me tenías.


















Beso tus labios queriendo aferrarme a lo poco de ti que me queda, al casi inexistente calor que me brinda ese contacto. Te dejo marcas en el cuello para que él las vea aunque sé que no gano nada al hacer eso.



















¿En qué momento acabamos así, Jeno? ¿En qué momento dejaste de amarme? Si hace menos de un año era el centro de tu universo, el sol de tu galaxia.


















Recuerdo cuando a diario me repetías lo especial que era para ti, jamás soltabas mi mano y te era prácticamente imposible estar unos minutos apartado de mi cuerpo.



















Siempre estábamos comunicados, me despertaba con un mensaje tuyo deseándome los buenos días y todo el tiempo me llenabas de preguntas diminutas que significaban el mundo para mí.



















Me amabas, me amabas demasiado, pero ahora ya no.



















¿Por qué todo tiene que ser tan difícil? ¿por qué yo sí sigo igual de enamorado de ti que la primera vez, justo como lo prometimos, cuando tú ya no?



















¿Por qué, Jeno? ¿Por qué si me dijiste que era perfecto para ti, aún así me estás abandonando? ¿Por qué me hiciste entregarte todo de mí si después ibas a dejarme así de destrozado?



















Te vas a ir, te vas a ir y lo sé. Te vas a ir y me vas a dejar solo, justo como todos lo han hecho.



















No quiero quedarme solo, Jeno. Por favor no me abandones, me aterra la soledad.



















Mi corazón se siente extraño, tengo tanto miedo. Sé que sólo estoy aplazando lo inevitable, que me estoy aferrando a alguien que está haciendo de todo por soltar mi mano y dejarme caer, pero aún así no puedo evitar hacerlo.





















Me tienes tan enamorado, Jeno. ¿Tan poca cosa soy que yo ya no te tengo enamorado a ti?





















Me dijiste que era tu todo, me dijiste que mi sonrisa era lo único que iluminaba tus días y que no podrías vivir sin mí. Me dijiste que harías de todo por mantenerme brillando, por que nunca se acabara mi luz. Dijiste, dijiste y dijiste, pero ahora eres tú quien me apaga.





















Me es imposible el no rodar en mi cama todas las noches, llorando y viendo las fotos de nosotros que adornan mis paredes, fotos que ahora no me parecen más que montonares de mentiras coloridas. Nos veíamos tan felices, Jeno... realmente creí que éramos el uno para el otro.





















Pero no, no lo somos, no fui suficiente para ti. Me ataste a todas tus mentiras y no puedo deshacerme de ellas, y como idiota no puedo parar de llorar al darme cuenta de lo estúpido que fui al creer en ti.





















Debí haberlo sospechado, apenas ese tal Hyuck se cambió a tu salón empezaste a salir más con él que conmigo. Poco a poco me fuiste dejando de lado, él se volvió tu prioridad y de repente sonreías más cuando lo veías a él que cuando yo estaba a tu lado.





















Me entregué a ti en un acto desesperado por hacer que te quedes conmigo, quería que te dieras cuenta de que perteneces a mi lado y que él sólo era un bache en nuestro largo camino juntos.





















Me arrepiento tanto de aquella noche, Jeno. Tú no te diste cuenta, pero mientras me mirabas a los ojos gemiste su nombre con la mirada levemente nublada. Me terminaste de destruir.





















Ay, Jeno. Odio lo mucho que te necesito. Me estás matando lentamente y aún así sigues siendo mi todo, mi corazón se sigue llenando de amor con solo recordar tu voz.




















Sin embargo todo podría ser aún peor, ¿no es así?




















Hoy por última vez doy vueltas en esta habitación llena de las mentiras coloridas en las que me estás ahogando.




















Bésame, Jeno. Bésame mientras los rayos del Sol aún nos apuntan.





















Bésame mientras aún sintamos algo, mientras sigamos aquí.





















Bésame, Jeno, bésame mientras tengamos tiempo.





















Bésame, sólo nos queda una hora.





















Sólo una hora...

поцелуй меня - norenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora