-uff- dijo Beryl, cuando entro en los camerinos de las bailarinas, - ahí afuera esta lleno-
-es típico de los viernes, sabes que el fin de semana es la muerte- dijo Serena mientras se acomodaba las medias de red color negras, a unos ligeros rojos y dorados.
-si, pero con la promoción que hizo Haruka del cambio de rutinas esta peor que de costumbre- se quejo la pelirroja, mientras se quitaba las botas de tacón tan alto que casi topaba el techo.
Serena se inclino sobre el tocador para quedar mas cerca del espejo al ajustar el antifaz y reprimió una sonrisa, Beryl era así, se quejaba cuando había poca gente por la propina y también cuando había mucha, - velo por el lado amable, le podrás comprar el xbox one que te pidió el pequeño Jed-
la mirada de Beryl se enterneció, - ese pequeño diablillo me va a sacar canas verdes-
-bueno se verán muy sexys con tu melena roja- Beryl dio un bufido y se rió un poco.
-Serena te toca- grito alguien desde la puerta, y ella se dio una ultima mirada en el espejo.
-ve por todo chica- le dijo Beryl tras darle una nalgada.
Serena salió como cada noche, era una de las bailarinas principales, esta noche tenia uno nuevo atuendo, peluca rosada oscuro, con un leotardo rojo y dorado, ademas de un antias en forma de conejo, cola y orejas, del que ya era leyenda, ese era su sobre nombre "bunny", y muchos morían por poder poner sus garras sobre esa conejita sexy.
siendo una super fan de la música latina, tenia hecho sus propias mezclas entre shakira, ricki martín, Alejando Saez, y otros, incluso le había pedido como "favor especial" a uno de sus "admiradores", (clientes), que era músico que le hiciera los arreglos para sus pistas, eso era algo que la caracterizaba, al igual el hecho de que nunca se quitaba la mascara, ni se desnudaba por completo, ademas de que escogía a un espectador distinto cada noche, para bailarle, por lo que los hombres que acudían los días que ella bailaba pagaban hasta 500 dolares por sentarse en la primera fila.
y no se diga de bailes privados, 2,000 dolares por un privado, sin derecho a tocar o besar, pero aun así era una de las mas populares, ademas, tenía a sus "patrocinadores", clientes que eran sus admiradores y la hacían regalos con espera de "favores especiales".
Serena o Bunny, tenía de toda calase de "clientes" o admiradores, desde, banqueros, Diputados, Senadores, incluso Sacerdotes, todo tipo de hombres llegaba al salón "luz de Luna", cabe mencionar que Luna era la dueña del lugar, una matrona con brazo de acero y cara de ángel, ha y no se diga de su cuerpo de tentación, a pesar de tener ya sus 55 años, era muy codiciada.
solo una cosa estaba prohibida en el salón Luz de Luna, "agredir a las chicas", cada noche no faltaba el hombre que se quisiera pasar de listo, metiendo mano cuando y queriendo agarrar de mas, o llamarlas "putas", cosa que enervaba a Luna, o cualquier otra palabra anti sonante, o despectiva, el pobre diablo que incumpliera la única regla de "no agredir a las Chicas", pasaba por una humillación publica, se la bajaban los pantalones y le llovían vasos desechables lo mojaban con cerveza y lo sacaban a la calle, desnudo y mojado.
era tan divertido y tan famosa la forma en la que Luna les enseñaba a los asiduos al lugar que había que respetar a las chicas, que todos los clientes hasta rogaban por que algún incauto cayera en el error de romper la única regla.
-gracias por lo que estas haciendo- dijo un muy emocionado Seiya a su hermano Armando,esa noche Seiya cumplía 18 años, y Armando pensó que la única forma correcta de celebrar tal acontecimiento era, "ir a un Table Dance", así que convenció a su padre y hermano mayor, que "que mejor que conozca las mujeres por ellos y no de malas maneras en al calle", Armando sabía como ganarse la aprobación de su padre, Mamoru Shield, patriarca de Industrias Shield, una de las mas prestigiosas fabricas de textiles de la zona.
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La Madrastra
RomanceLa vida no es color de rosa, como descubrió Serena, ni justa, un mal día ella se vio con una hijo que no deseo o espero, y ahora se ve obligada a casarse por el bien del niño. Darien tiene la vida que siempre quiso, hasta que conoció a Serena, la h...