Peito se puso nervioso, pero aún así sacó el valor para hablarle a tan sexy penita que veía delante de él.
Era tan transparente como él. No emanaba ningún olor raro pero se podía oler una breve brisa de pétalos de rosa.
-¿Me puedes ver?- dijo ella sorprendida- Nadie quiere dirigirme la palabra. ¿por qué?
-La verdad yo tampoco lo sé, me hacen lo mismo y ya llevo 3 días así. Pensaba en cometer la colgación esta tarde, hasta que te vi.
Ella se transparentó aún más por los nervios.
-Soy María Elsa Pito. Y tú? Cómo te llamas?
-Un gusto María yo soy Roberto ollo Rojo.
*Desde ese día fueron inseparables*