— Por favor, por favor, Tony — lloró Peter aferrándose a su camisa blanca — Déjame ir... — suplicó nuevamente.
Tony negó con la cabeza y tomó suavemente sus muñecas.
Los ojos de Peter ya estaban rojos de tanto llorar y sus párpados estaban hinchados.
— Yo te entiendo, realmente sé lo que sientes, pero no puedo — contestó despacio acercando su mirada con la del chico. — En verdad, si fuera por mí...
Peter cerró los ojos fuerte, apretó sus puños y respiró con bastante intranquilidad.
— May... ella no tiene para pagarles, en verdad lo digo, no tenemos dinero, Tony. — sus lágrimas seguían empapando su humedecido rostro rosado. — Yo quiero ir a casa. Por favor — volvió a suplicar sin abrir los ojos.
Tony soltó una de sus muñecas y subió su mano hasta el rostro de Peter, que estaba frío mojado, lo miró con tristeza y lo llevó cerca de la chimenea de aquella pequeña sala.
— Tienes frío — lo sentó sobre el pequeño banco blanquecino cerca del fuego y tomó la manta que estaba sobre la camilla donde Peter dormía — Quizás... Si nos hubiéramos conocido en otras circunstancias, Parker — cubrió sus hombros con la manta verde musgo — Todo podría haber resultado entre los dos. — Se lamentó. — Realmente lo siento —se puso de rodillas para quedar a la altura del adolescente y tomó nuevamente sus manos, lo miró a los ojos y acercó su rostro al de él — Te amo, Peter — susurró al oído del chico con ternura.
Peter asintió temeroso y buscó sus labios con algo de miedo.
Le dió un beso ligero, cortó, el cual lo liberó un poco de la ansiedad que le ocasionaba su forzado encierro.
Ya había pasado casi dos meses desde que lo tenían ahí, secuestrado. Tenía horribles pesadillas con el día que lo habían capturado, lo recordaba como si fuera ayer.
•Flashback•
Eran las cinco de la tarde, se encontraba saliendo de la casa de Ned luego de terminar un trabajo de español, caminaba tranquilo con los audífonos en los oídos rumbo a su casa, May lo esperaba para salir juntos a una cena. Quizás y solo quizás si no tenía los audífonos puestos hubiera podido evitar todo aquello, pero no fue así.
Un vehículo pequeño de color negro con los vidrios polarizados de un tono muy oscuro se detuvo lentamente a unos metros delante de él, bajaron dos hombres, uno era rubio, con ojos azules y el otro tenía el cabello negro, con alguna que otra caja rebelde. Caminaron en dirección a Peter, el los ignoró sin más.
El rubio de detuvo a preguntarle la hora mientras el otro siguió un poco de largo, quedando detrás del adolescente.
Al sacar su celular y mirarlo fue cuando el hombre rubio lo golpeó en el estómago y el otro procedió acomodarle un costal sobre la cabeza de manera rápida, lo subieron al auto y en cuestión de segundos se alejaron bastante del lugar. Ni siquiera tuvo chance de defenderse.
En todo momento habían actuado con agresividad, lo bajaron a jalones del auto y lo metieron a la choza en la que había permanecido hasta el día de hoy.
Lo sentaron en una silla y le sacaron el costal, dejándole ver el rostro de sus captores, eran cinco en total.
Los dos que lo había sometido y otros tres, una hermosa mujer pelirroja, la cual traía un enterizo color negro pegado, muy sexy a decir verdad.
Uno de los hombres estaba de espaldas así que no pudo verlo. Y el último... Realmente era guapo, cabello castaño oscuro, ojos color whisky y una barba estilo candado muy bien cuidada, probablemente en otras circunstancias se habría puesto nervioso ante una presencia tan dominante y atractiva.
— ¿Qu-que me h-harán? — soltó temeroso.
— Sólo te tendremos aquí hasta que nos paguen. — contestó la mujer.
Peter no volvió a hablar. Sabía que su tía no contaba con los recursos que probablemente exigirían, pero tenía demasiado miedo como para hablarles.
Los cinco secuestradores intercambiaron un diálogo en alguna lengua extraña, ¿Ruso? ¿Alemán? No lo sabía. Luego lo abandonaron en el cuarto bajo llave,ni siquiera se molestó en moverse de esa silla, solo se limitó a observar lo que había en esa habitación.
No era mucho a decir verdad, una camilla que parecía de hospital, con una almohada amarillenta y una manta algo gruesa de color verde, una mesa, sobre la cual había un plato de porcelana blanca y un par de cubiertos, sin sillas. Una ventana la cual estaba cubierta por tablones de madera, una alfombra sucia frente la puerta de que presumía ser un baño, y detrás de él una mal cuidada chimenea pequeña, sobre ella colgaba un bonito reloj rojo, era lo único rescatable del sitio.
En pocas palabras un horrendo y sucio lugar.
Se levantó de su silla y se acercó a la puerta del baño, la examinó y pudo ver que el picaporte estaba roto, la empujó levemente y se abrió, era un baño promedio, no estaba tan sucio, pero aún no era salubre.
Luego de examinar todo el lugar volvió a su silla, tenía mucho miedo mas no lloraba ni sentía ganas de gritar, simplemente estaba ahí, a la expectativa de lo que pudiera pasar.
De repente la puerta se volvió a abrir, era aquél hombre rubio que lo había golpeado.
— Oye bien, mocoso. Llamaremos a tu tía en un par de horas y más te vale cooperar — amenazó.
Él solo asintió rápido y el hombre lo volvió a dejar solo.
***
Holis, caramelos.
Les traigo una historia nueva que se me ocurrió mientras me duchaba, ahre.
Ojalá les guste y todo eso uwu
Ah, actualizaciones lentas ya que me enfocaré un poco más en mi otro fic.
Los amo
Batty❣️
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Síndrome [Starker]
ФанфикEso debía ser nada más otro secuestro de la lista, pero ellos no contaban con que Tony se enamorara. Universo alterno Capítulos cortos