Capítulo 21 Reencuentro

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Orleans

Estar acá arriba desde el estrado principal me da una vista amplia de todo lo que sucedida y podía suceder... claro está que todo estaba planeado hasta el más mínimo detalle y créanme que hasta lo que parece inesperado era esperado.

El ambiente era algo pesado a pesar de encontrarnos al aire libre, el joven amo se ve algo incómodo y como no estarlo esta en medio de dos dioses del olimpo... ¡no me miren así que también puedo apreciar la belleza masculina donde se encuentra!

El hijo de la señora Corderita se ve aún más guapo que hace unos años, la madurez la había sentado de maravilla, su cuerpo parecía aún más trabajado, la profundidad de su mirada demostraba aquella madurez y la manera que en observa a Wayo confirma lo que ellos piensan...

Pero también estaba Neo, el chico era hermoso también, sin dejar de lado que todo este tiempo cuido de nuestro niño, aunque es fácil de intimidar, él lo quiere, pero aún no he visto esa mirada... ¿¡cuál!? ¡Pues la de adoración! que le dan los enamorados a su amante, odio admitirlo, pero esa era la mirada que le daba Mandril a Feroz ayer... solo que él maldito es un enfermo...

Bastardo de mierda...

El cuerpo de Wayo parecía reaccionar a la presencia de Phana, espero que todo lo que tengan planeado salga bien, porque odiaría tener que desaparecer alguno de los chicos...

Neo

Como demonios terminó ese patán en el mismo lugar que nosotros... debía ser una maldita broma del universo... la forma en que mira a Wayo me molesta.... La presentación de todos los jefes de departamentos fue hecha, el tío de Yo, se encuentra en el estrado, sonríe de manera socarrona, parecía estar disfrutando lo que pasaba.

Wayo salió casi corriendo al lado de su padre, su rostro mostraba enojo, confusión... y como no estar molesto, era posible que su padre supiera que ese imbécil estaría entre el personal del hospital. ¡Maldita sea! Veo como le sigue con la mirada y no deja de sonreír mientras habla con una mujer que en apariencia es su madre... es imposible, lo mejor será que regresemos a Suiza no pretendo exponer a Yo a la presión de verlo todos los días...

Camino por el jardín observando todo a mi alrededor... mis ojos no daban crédito a lo que veían, ¡cómo era posible! 7 malditos años de ausencia y ahora, así como si nada rodeado por esos hombres...

Sentí como mi sangre hervía de la ira que tenía por dentro, una ira comprimida... los hombres me miraron con mucha seriedad, simplemente me gire y me encamine a la mesa asignada a nosotros, las palmas de mis manos comenzaron a doler, sin darme cuenta... mis uñas se clavaron en las palmas de mis manos dejando unas marcas profundas, pero sin herirme.

La rabia seguía en punto de ebullición, observo como los dos hombres se encaminan hacia la dirección de Yo, sonrientes, pero sin que esas sonrisas alcanzarán a sus ojos... pude observar un soslayo de tristeza en ambos.

Las cosas en esta inauguración no son lo que me imagine y mucho menos encontrarme con él... deseo ir a su lado, pero no sé si seré capaz de abstenerme de gritarle todo lo que he guardado en mi corazón.

Al parecer el único que se divierte es ese tío de Yo... se dibujaba una sonrisa burlona, nuestras miradas se cruzan, ese hombre posee una mirada que puede helar la sangre, pero en esta ocasión se sentía cálida, su mirada me indicaba una dirección, ¡esa dirección!, pero como podía ir en este momento, el enojo me invadía, los hombres que lo acompañaban abrazaban a mi pequeño Yo, pero por muy extraño que parezca no siento nada.

Con el mastodonte de Phana solo era molestia lo que sentí... me enoja el hecho de sus miradas hacia Yo... como podía dedicarle esas miradas cuando él tiene una esposa y una hija, que es lo que pretende... tenerlo como un amante... eso jamás...

En nada ha cambiado mi amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora