💥5💥

2.5K 118 8
                                    

Fiebre

Dos golpes en la puerta hicieron que mis ojos se abrieran con lentitud, solté un quejido levantándome. Mientras caminaba hasta la puerta tomaba mi cabeza, dolía demasiado. Apenas abrí la puerta volví rápidamente a la cama, tapándome hasta la cabeza con la frazada. Tenia frío. Bakugou había entrado y el ceño fruncido que normalmente adorna su cara, no estaba.

Dio un par de pasos luego de cerrar la puerta detrás de él y habló:

- ¿Por qué no fuiste a clase?- Destapé mi cabeza y en su rostro pude ver una leve sorpresa.- ¡Idiota! ¡Estás hirviendo en fiebre! - Con una de sus manos tocó mi frente rápidamente, mientras que la otra se la llevaba a su frente, tomando la temperatura.- ¡Destápate! ¡Te hará peor si sigues así! ¿Es que a caso eres una inútil o qué?- Tomó las sábanas y las arrojó lejos, provocándome un leve escalofrío.- No te muevas, ya vengo.

Luego de decir eso salió corriendo de mi cuarto, volviendo al cabo de un par de minutos con una botella de agua y una pastilla.- Ten, toma esto, te hará sentir mejor.- Me levanté, tomé la pastilla y la trague con ayuda del agua.

-Gra...cias...- mi garganta estaba seca por lo que mi voz salió entrecortada. Bakugou se sentó en el piso, tomando uno de mis cómics para luego leerlo. Respire profundo y volví a recostarme en la cama, mirando el techo, preguntándome cuando el intenso dolor de mi cabeza acabaría. Mire a Bakugou sin disimulo alguno, ¿Se estará aburriendo?

Mi boca se abrió para decirle que podía irse si quería, pero por dentro yo no quería que se vaya aún, además estaba tan concentrado en ese cómic, que no quise interrumpirlo. ¿No lo había leído ya un par de veces? Estaba tan tranquilo, se veía... lindo. En realidad se veía hermoso. La escasez de luz en mi habitación hacia un contraste perfecto para iluminar su rostro, y lo relajado que se veía sin ese molesto ceño fruncido era maravilloso.

¿Cómo fue que no lo note antes? Me gusta Bakugou.

- ¿Qué miras, fea? - Su voz hizo que pegara un brinco, no esperaba que me sorprendiera mirándolo. Avergonzada me tape la cabeza con las sabanas de mi cama, ocultándome de él.- ¡Oye, no te tapes! ¡La fiebre subirá!- Escuché que se puso de pie, pero aún así no hice caso.- ¡Vamos! ¡¿Que es lo que esp...!? ¿eh?- Me destapé rápidamente, y antes de que dijera algo tomé su rostro entre mis manos y lo acerqué hasta el mio, plantando un beso sobre sus labios. Lo solté. Fue rápido, un leve choque entre nuestras bocas. Me separé de él, completamente roja de la vergüenza, y Bakugou estaba igual, me miraba sorprendido, el ceño fruncido estaba, pero su confusión era tan evidente que quitaba la posibilidad de que estuviera enojado. Creo.

Tomé las sabanas y las puse sobre mi cabeza estando aún sentada en mi cama, así va a pensar que desaparecí ¿No?

✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨

¿Segunda parte?

𝘽𝙖𝙠𝙪𝙜𝙤𝙪 𝙚𝙨𝙘𝙚𝙣𝙖𝙧𝙞𝙤𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora