El ruido de la muchedumbre fue lo primero que notó Pascu. Las voces que sonaban en un principio lejanas se fueron acercando hasta convertirse en un murmullo envolvente y confuso. Pascu entreabrió los ojos, pero tuvo que cubrirlos nuevamente con su mano ante el brillo cegador del sol. Su cabeza retumbaba un poco aún, pero no tuvo tiempo de ponerse a pensar en ello; un leve empujón a sus espaldas le forzó a dar un paso adelante para reequilibrarse antes de voltear la cabeza con intenciones de increpar al culpable.
Fue una gran sorpresa la que se llevó al por fin analizar su entorno y verse rodeado de jóvenes de piel tostada y rostros alegres. El jolgorio generalizado era una antítesis a su confusión y creciente ansiedad. En su vida había visto un lugar como aquel, y por si fuese poco, todos parecían hablar un idioma extraño del que no conseguía entender nada.
Otro leve empujón, otro paso. La muchedumbre estaba avanzando. Girándose intentó intercambiar palabras con alguno de los muchachos y colarse por entre los cuerpos semidesnudos, pero al ver que le hacían caso omiso se resignó a ser arrastrado por el caudal. En algún momento tendrían que detenerse y allí podría salir a evaluar mejor la situación.
Mientras caminaba se dedicó a observar mejor sus alrededores. Habían pasado al lado de unas estructuras de piedra con altas columnas, pero ahora se adentraban en un bosque, pasto y algunos guijarros crujiendo debajo de sus pies descalzos.
"¿Qué...?"
Efectivamente, al echarse un vistazo a sí mismo descubrió que no vestía ningún calzado. Es más, no vestía casi nada. ¿Qué le había sucedido a su ropa? Como la mayoría de personas a su alrededor, vestía una modesta túnica que colgaba de su hombro y se ataba a la cintura para cubrir lo necesario para que el fic no fuese calificado inmediatamente con un rating de +18.
Absolutamente anonadado (que palabra! :D) continúa caminando por inercia mientras el grupo comienza a ascender por una lomada cada vez más empinada. No es necesariamente dificultoso, pero de vez en cuando hay que ayudarse con las manos para poder subir algunos peñascos o esquivar raíces superficiales de los árboles circundantes. Sus 'compañeros' parecen estar tomándoselo bastante bien, cuerpos trabajados pasando los obstáculos con facilidad mientras charlan en su peculiar idioma, el cual le resulta cada vez más familiar.
Un resoplar cansado desentona a su izquierda, llamándole la atención. Al parecer no todos se estaban tomando el recorrido tan bien. Volteando la cabeza desinteresadamente busca con sus ojos a la persona, y casi se congela al divisarla.
"¿Rodri?" Su cinismo intenta aplastar la esperanza; no sabe dónde está ni cómo llegó, ¿por qué estaría él aquí? Podría ser alguien con rostro parecido simplemente. Sin embargo, tras echar otro vistazo a las pieles oscurecidas por el sol de su alrededor se convence; no hay nadie tan blanco y barbudo como su amigo.
"¡Rodrigo! ¡Rodrigo Septien!" Su voz se alza entre el resto mientras intenta abrirse paso entre el gentío. Enfrascados en sus conversaciones o pensamientos, los extraños no le dan más que algunas miradas confundidas antes de seguir en lo suyo. Rodri, en cambio, alza su cabeza. Soportando su peso con las manos apoyadas en sus propias rodillas para recuperar el aliento, su cara es confusión encarnada. Sus ojos vagan por la muchedumbre en busca de quién pudo haber gritado su nombre hasta caer en la figura que se le acerca lentamente.
"¿Pascu?"
"¡Sí!" Con esfuerzo de ambos logran reunirse en el medio, aun siendo empujados en la larga caminata. "¿A ti también te han vestido de túnica?" No puede evitar comentar Álvaro con una sonrisa burlona.
"Calla" resopla una vez más Rodrigo "¿dónde estamos?" La seriedad vuelve al rostro de Pascu.
"No lo sé. He aparecido aquí, así" con sus manos hace unas señales vagas hacia su atuendo y sus alrededores.
"Yo también" los árboles a su alrededor van disminuyendo, siendo reemplazados por una pradera inclinada que el grupo se emperra en subir. A lo lejos, aún a bastante distancia, se divisa un árbol solitario.
"¿Tienes idea de qué idioma hablan? Me suena un montón" interrumpe Pascu sus pensamientos.
"¿No es latín?"
"¡Ah! ¡Tienes razón, suena a latín!" con la nueva información en su mente intenta escuchar las conversaciones ajenas nuevamente "No entiendo nada".
"Y no, ¿acaso hablas latín?"
Mordiéndose el labio en falso enojo Pascu le da un amigable empujón con su mano en un silencioso 'no te pases'
"Bueno, intentemos salir del gentío y ver dónde estamos-"
Un balido estruendoso les interrumpe.
"¿Qué ha sido eso?"
"Chist, ¡mira!"
Unos metros más adelante camina una cabra, llevada con correa por un hombre de túnica blanca. En la mano no ocupada con guiar al animal brilla a la luz del sol un cuchillo.
"Oye, no será esto..."
Sin previo aviso la procesión se detiene, ambos casi estampándose contra los que caminaban delante. Frente al grupo se alza un árbol de finas ramas y hojas verdes, y entre el follaje cuelgan unos frutos verdes y violáceos.
"¡Sí, sí! ¡Es la higuera! ¡Del video de san Valentín!" La alegría del descubrimiento no es duradera "...ay, que van a matar a la cabra"
"¡Qué me importa la cabra, que nos van a vestir con su piel!"
"Ay, es verdad" sus miradas hacen contacto "¿Qué hacemos? ¿Salimos?"
"¡Pues sí!"
Con esto ambos se ponen en marcha, abriéndose paso a base de empujones y muchos 'con permiso' que la gente probablemente ni llegase a entender. Poco a poco se van acercando al eje de la muchedumbre, la libertad ya casi al alcance de la mano cuando Pascu nota una pequeña cabecita blanca asomando por un agujero.
"¡Mira, el conejo!" siguiendo la dirección en la que apunta su dedo Rodrigo consigue ver al pequeño animal salir de su madriguera.
"¡Es verdad!"
El conejo los observa mientras avanzan, ojos oscuros resaltando contra su pelaje inmaculado. Hasta parece triste al mirarlos, sus orejas decaídas apuntando hacia el suelo.
"¿Qué le pasa?" pregunta Pascu, por fin llegando a la última barrera de gente. No hay tiempo para una respuesta, sin embargo, porque apenas levanta el pie para dar el paso final una fuerza invisible le repele, lanzándolo hacia atrás. Rodrigo le ataja, ayudando a amortiguar la caída.
"¿Qué te ha pasado?"
"¡No lo sé! ¡Algo me ha empujado!" Pascu se reincorpora nuevamente "¿ha sido el conejo?"
El animal desvía su mirada hacia al piso por unos segundos antes de animarse a hacer contacto visual. Sus expresiones son sorprendentemente humanas, denotando remordimiento y culpabilidad.
"¿Has sido tú? ¡Maldito-!"
La procesión vuelve a ponerse en marcha y, junto a ella, la misma fuerza de antes, solo que ahora en vez de repelerlos los atrae, haciéndoles caminar en la misma dirección que la muchedumbre. No hay mucho lugar para la imaginación sobre el destino ya, y las posibilidades son aún más reducidas cuando los balidos desgarradores de la cabra comienzan a llenar el ambiente, eclipsando cualquier charla que podría haber estado en curso.
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Dame una Roscu (que tengo hambre) (Pascu x Rodri) DLH
FanfictionMe hizo mucha gracia el fic que leyeron Pascu y Rodri (si, los de Destripando la Historia) asi que me dije, y por que no hacer uno yo tambien? si es lo que le gusta leer a la gente (y a ellos tambien, al aprecer) desde ya aviso que medio que me cago...