Daniel
Deprimido me mantuve sentado junto a la puerta del baño, intentando contener mis sollozos. Al poco rato escuché a alguien dar leves golpes en la puerta.
-¿D-Daniel...?, lo lamento, enserio; no debí mencionarlo, ¿podrías por favor salir de ahí...?-.
Cabizbajo suspiré pesadamente, dudando bastante decaído. Me levanté tembloroso y, tomando el frío pomo de la puerta la abrí.
Chris me miró apenado y me abrazó dulcemete con cierta fuerza. -Lo lamento Daniel...-.
Comenzando a temblar me aferré a él y, sin poder resisitirlo las lagrimas volvieron a bajar, escondí mi cara en su pecho.
Él acarició mi espalda tratando de consolarme; lo cual de a poco funcionó. Levanté levemente mi vista, buscando a Elisa y Max. No les encontré.
-Están afuera, tranquilo solo somos nosotros dos-.
Se separó tomandome de los hombros, me miró tiernamente, sin embargo todavía estaba apenado; secó mis lagrimas con su mano.
Abrazandome de los hombros me guió hacia una de las mesas, ambos nos sentamos en esta, uno junto al otro. Recosté mi cabeza en su hombro deprimido.
Continuó acariciando mi hombro hasta que mis sollozos se detuvieron.
-¿Te...te sientes mejor?-.
Habló con una voz dulce y ligeramente avergonzada. Asentí levemente, aún temblando.
Minutos después
Suspiré al sentir un escalofrio recorrer mi espalda por el frío, Chris me miró con ligera angustia, sonreí levemente tierno mientras caminabamos por las calles oscuras de la ciudad hacia mi casa.
Bajé mi vista hacia mi vientre sin parar de caminar; Por favor...esperen a que su padre despierte para nacer...
Con una mano en mi vientre sentí una ligera patada, cosa que me hizo sonreír sinceramente, pero aquella sonrisa de desvaneció al esos pensamientos volver a entrar en mi cabeza.
Hundiendome en mis pensamientos y sin razón alguna Víctor se me vino a la mente.
Con el ceño un poco fruncido y una leve mueca recuerdos de lo que sucedió en la mansión se me vinieron a la mente. M-Mmm...¿será que Víctor lo...drogo?, aunque no entiendo por qué lo haría, pero es una posibilidad después de todo. T-Tampoco descartaré el que yo...l-le rechacé.
Volviendo a mi estado deprimido solté un suspiro.
-¿Sigues teniendo frío...?-.
Chris me miró con cierta angustia, sorprendiendome ligeramente negué con la cabeza con una leve sonrisa. -N-No...estoy bien-.
-No me mientas Daniel-.
Negó la cabeza sonriendo y se quitó su chaqueta para seguido colocarmela a mi. Sonreí tierno y seguimos caminando hasta llegar a la puerta, la cuál golpé suavemente.
Pocos minutos después Elisa abrió, dejándonos pasar a la vez que me daba un cálido abrazo. Al max cerrar la puerta y Elisa separarse del abrazo dejé la chaqueta de Chris en el sofá y pasé hacia mi habitación cabizbajo.
Con el corazón oprimido cerré la puerta de mi cuarto, entré al baño y me desvestí para después comenzar a llenar la tina. Mirandomé al espejo coloqué suavemente mis manos en mi vientre, inhalé profundamente y suspiré con pesadez.
Abatido entré lento a la tina, hundiendo mi cuerpo en esta, a la vez que sentía una profunda sensación de soledad.
La imagen de Jack en la camilla y las palabras de la enfermera volvieron a mi cabeza, mis lagrimas se unieron a el agua de la tina.
Tambien la imagen de Victor se me vino a la mente, haciendo que volviera a preguntarme, ¿Victor...lo habrá drogado...?.
Al pensarlo enseguida mi corazón comenzó a latir pesadamente, desenfrenado. Mi cuerpo...comenzó a temblar de furia y miedo, respirando agitadamente, apreté los puños soltando un fuerte grito de frustracion.