Daniel
Enseguida se comenzaron a escuchar pasos algo apresurados que entraban a nuest...nuestra habitacion...
Sin darle menor importancia sentía todavia mis lagrimas unirse a el agua de la tina; a pesar de el agua estar caliente, mi cuerpo temblaba como si estuviese en la nieve.
Los pasos se detuvieron frente a la puerta del baño, pude notar que aquella persona vaciló al querer entrar, para después tocar la puerta. Habló.
-¿D-Daniel?, ¿estas bien...?-.
Aquella jodida pregunta. ¿Cuánto tiempo más iban a preguntarme eso?, y de igual manera... ¿cuántas veces tendría que decir que "sí"...?.
Ya sea que me lo preguntaran directa o indirectamente...todo el día me han hecho aquella pregunta.
Sentia que mi corazón latia tan fuerte que podía ver hondas formarse en el agua de la tina a causa de mis latidos, aunque no estaba seguro de si era real o mi mente me estaría engañando.
Volví a escuchar golpes en la puerta, haciendome "despertar"; abrí la boca para decir "estoy bien", sin embargo...aquellas palabras no podian salir de mi boca, habia algo que impedia que dijese eso.
Apreté mis puños bajo el agua, sintiendo mi cuerpo tensarse. Elisa entró angustiada al baño, al verme en la tina se sorprendió levemente y suspiró aliviada. -¿Por qué no contestabas?, creí que te había sucedido algo...-.
Sin decir nada tan solo veía laa constantes hondas en el agua, que cada vez se hacian más rapidas, y que de vez en cuando se juntaban con las hondas que creaban mis lagrimas al caer.
Podia sentirlo, Elisa me miraba angustiada, aun en el marco de la puerta, pero no solo eso...sino que nuevamente me preguntaba "¿estas bien?, de manera indirecta, como todo el día.
Lo máximo que pude hacer fue asentir ligeramente. Ella respiró hondo y, volviendo a suspirar salió del baño cerrando la puerta en el proceso.
Tembloroso pasé mis manos por todo mi cuerpo, se...sentía diferente, a pesar de no serlo, como si una parte de mi, tanto fisica como psicológicamente, se hubiese esfumado...
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Frío.
Solo eso sentia, sin importar donde estuviese. Había salido de la tina hace ya unos minutos, me encontraba vestido, sentado en la orilla de la cama.
Estaba lloviendo. Algunos relámpagos podian lograrse ver por la ventana; como ese día... El día en el que Victor me secuestró.
Me sentía igual que ese día, con miedo de perder a Jack y de vivir solo...
Elisa
Caminaba de un lado al otro por la sala, ansiosa y preocupada por Jack y por mi hermano. Chris se entontraba sentado en el sofá junto con Max, ambos con la misma expresión de angustia.
Max tomó mi muñeca preocupado, deteniendo mi constante caminar. -D-Detente por favor, todo estará bien-.
Me dedicó una sonrisa, la cual yo no pude evitar devolver, sentandome a su lado sin soltar su mano.
Colocó su brazo por encima de mis hombros, abrazandome cariñosamente. Suspiré un poco más calmada. -Gracias...-.
Repentinamente el movil de Chris comenzó a sonar, contestó. Al terminar la llamada se levantó sonriendo levemente.
-Tengo que irme ya, es bastante tarde y mi hermastro me espera en casa-.
Nos despedimos de Chris rápidamente y, sabiendo que Daniel no iba a salir de la habitacion, fue Chris a verle.
Daniel
Chris entró por la puerta, yo continuaba en la misma poscición. Había logrado esuchar todo, sabia que Chris ya se iba, sabia que Elisa estaba preocupada, y sabia que Max y Elisa me esperaban en la sala.
Sin embargo...mi cuerpo no quiere moverse, se siente pasado, tenso.
Él se sentó al lado mío en la cama, colocando su mano en mi hombro cuidadosamente.
-Lamento todo lo que pasó hoy Daniel, encerio. Si necesitas algo no dudes en llamarme, ¿sí?-.
Levantandose me dio un cálido abrazo para después separarse e irse de la habitación.
Dejándome sólo.
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