[ 3 ]

1.3K 169 106
                                    


Taeyong no sabe qué hacer con la nueva información. Tiene que conformarse con que Yuta sea su compañero permanente en el pilotaje del Jaeger. El día anterior dieron paso al Enlace y resultaron compatibles, más de lo que esperaba al inicio, así que no hay vuelta atrás. Irán a misiones, derrotarán Kaijus y protegerán la ciudad de un terrible destino. ¿Cómo podrá soportar tanto? ¿Realmente será capaz de continuar tragándose el orgullo y calmar a su estúpido corazón de una vez por todas? Entre más lo piensa, más se desquita durante la práctica entre cadetes, en la Sala de Combate Kwoon, justo el lugar donde tantas veces había combatido con Yuta, el cual poseía excepcionales habilidades y mayormente salía victorioso. No es que Taeyong no sepa artes marciales o saber mover su cuerpo para defenderse y dar batalla, simplemente, Yuta es mejor y así ha sido siempre. Por lo que tampoco es extraño que Ishino Sora tenga una evidente preferencia hacia él. Vamos, en realidad, Taeyong no es malo. En verdad, es de los cadetes más sobresalientes en el Shatterdome y eso lo llevó a postularse como un adecuado compañero del mejor combatiente de todos... Yuta. Aunque no lo hubiese pedido y estuviese en contra de ello. Negarse y rehusarse a llevar a cabo el enlace con él no era parte de la ecuación y sin duda, no era una opción para Lee Taeyong. Más importante era su obligación con la humanidad.

Todo el mundo sabe que Taeyong pelea con el corazón, o al menos, eso creen los cinco cadetes con los que lucha y pierden contra él, durante la práctica. Es un espectáculo digno de ver, pues un considerable grupo de personas se ha reunido en el lugar.

No es hasta cuarto de hora después, cuando la respiración de Taeyong es aún más errática que antes, que la muchedumbre comienza a dispersarse, sin ganas de desafiar al reconocido Nakamoto Yuta, quien ha llegado para parar todo.

—Acabas de ahuyentar a mis peleadores —Taeyong avanza y se aleja unos metros de Yuta, para tomar una nueva arma que reemplace la anterior. Elige un bastón oscuro, de no más de noventa centímetros—. Tendrás que hacerte cargo —dicho esto, adopta una posición de combate y lo ve con ojos desafiantes. Le hace un gesto con la mano para que se acerque.

No obstante, Yuta niega repetidas veces. —Vas a lastimarte, será mejor que te detengas ahora...

—Si te pones así, entonces preocúpate de tus propios asuntos —afloja los músculos y se da la vuelta para poner el bastón en su lugar, otra vez. No tiene caso continuar con aquello.

—Tú eres mi asunto.

—Sólo déjame solo.

—No —dice con voz seria—, hablemos.

—No hay nada qué hablar.

—Sí, claro que lo hay. ¿Me vas a aclarar lo que vi durante el Enlace...?  Por todo lo que hemos pasado juntos, tienes qué. Sólo eso te pido, nada más —insiste.

Taeyong evita el contacto visual y, en su lugar, sólo suspira cansinamente. —Olvida lo que viste, nada es cierto.

—Es obvio que es cierto, por algo lo vi.

—Déjame en paz.

—No hasta que me digas qué pasó en realidad ese día. Sé que no lo imaginé, así que tengo que saber que es cierto —se cruza de brazos, de pronto sin saber qué hacer con ellos. Hace una pausa, dudando si hablar lo que está circulando por su mente o simplemente callar. Se decide por la primera opción—. ¿Por qué te alejaste de mí, en primer lugar?

La pregunta logra colmar la paciencia de Taeyong, el cual se ha acercado rápidamente a Yuta y tomado con fuerza el cuello de su camisa, apretando su agarre en esta.

—Porque sólo con ver tu cara, me hace querer odiarte más.

La expresión de Taeyong no cambia ni un poco, está estática, por lo que el nipón ríe un tanto escéptico. La cosa es que, ha pronunciado tantas veces esas palabras, que no sería extraño si al hacerle creer eso, no mostrase ni un atizbo de culpa, resultado de haberlas memorizado antes y haber estado en situaciones similares. Pero Yuta ya ha tenido suficiente.

Drift︱YuTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora