Desperté por la luz que atravesaba la ventana. con pereza me cambie mis ropas, para luego dirigirme a la Sala del lugar viendo como el sufrir de su dolor término derramando sangre en suelo.
-Estoy bien, no te preocupes-
Ella dijo que estaba bien, pero tenía los ojos hinchados y rojos, con rastros de lágrimas en sus mejillas.
-¿Donde está el dinero?- Entró nuestro padre, con un tono seco, reclamando el dinero para su adiccion.
-No puedes usarlo, es para la renta del apartamento. -
mi hermana y padre comenzaron una gran discusión. solo tome mi mochila y salí de ahí. Me dirigí hacia una pequeña costa que había cerca, con una estructura que era posible escalar junto con el agua del lugar. Pronto sería mediodia, me quede cerca de la orilla del agua, pensando en todo lo que en si es mi vida.
Me la pase mucho tiempo caminando después de todo no tengo otras cosas más que hacer, hasta que escuche un ruido de un carro.
-¡Hey Tae! Sube. -
Me invitó a entrar a su carro, sin saber muy bien el por que, entre.
No quieria hablar, no habían sido unos días Buenos para mi. Jin lo noto y solo no me pregunto nada mientras cconducia. solo colocó la música para que el ambiente no fuera tan incómodo. mientras conducia lo escuchaba cantar, tenía una voz muy buena y potente. Sabia por que siempre cantaba, por sus padres que fallecieron en un accidente. sus padres siempre le dijieron que cantara, para el esa es su esperanza de seguir adelante.
-Tae, no hagas algo de lo que te puedes arrepentir-
-Yo... No lo haré-
Baje del carro y me subí las escaleras.
al estar cerca del apartamento escuche ruidos de golpes, ya sabía que estaba pasando, la ira se acumuló en mi, entre rapido y rompí una botella de cristal. Apesar de ruido que hice por romper la botella, no se dio cuenta de que estaba ahí. Corrí hacia el con todas mis fuerzas, lo aleje de mi hermana y lo lleve hacia la pared y solo lo enterre en el, aún con esos molestos ruidos, seguía apuñalandolo. mi vista era nublada y borrosa no estaba conciente, todo pasaba tan rápido, solo sentía la adrenalina y ira en mi cuerpo. Entonces dejó de moverse.
Mi hermana seguía sollozando en una esquina de la casa.
Yo miraba la sangre que salía de aquél cuerpo sin vida. Estaba asustado, arruine mi vida y la de mi hermana. Escuche pisadas acercándose.
-¿Que... hiciste? -
Pude ver a Jin en la puerta, temblando mirando la escena con temor.
-Yo... - no podía responderle, deje caer la botella, corrí hacia el y lo abrace
-¡No llamaras a la policía! ¡Por favor no lo hagas! - lágrimas salían de mis ojos, no sabía que hacer.
-Tae... -
-¡No lo harás! -
-¡Tae! -
- ... -
-Tengo que hacerlo...- Jin me miro fijamente, en sus ojos se acumularon lágrimas y su temblor se hizó más fuerte.
-Perdón. -
