Día Tres

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Me encuentro aquí sentada frente a mi ventana, observando como las gotas caen, como si fueran lágrimas, rebasando una a otra. Viendo como los niños juegan a saltar en los charcos más grandes.

Estoy imaginando un final feliz, un final que tal vez no exista, claro que estará en mi corazón, ese que está lastimando que otras ocasiones, el que llora sin poder controlarlo, el que aclama tu sonrisa para poder calmarse una vez más. ¿Pero qué importa no? Simplemente es algo dolido.

Pero dentro de este pequeño, destrozado y cada vez más frio corazón, se conserva una fotografía tuya, la cual he tomado hoy con mi mente mientras sonreías.

Esa sonrisa que tanto me cautiva.

Diario de un corazón roto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora