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Todo el mundo estaba perdiendo la puta cabeza, llevaban una semana completa de esa manera y me molestaba el que solo lo hicieran, pero no solo era eso, sino la forma en que querían participará de todo este horrible teatro.

Yo, park jinyoung era un general, en nuestra especie eso significa demasiado, porque no se consigue ese puesto solo sentado esperando, había hecho mi camino durante siglos para esta posición, era fuerte, hábil y joder poderoso, no tenía por qué actuar como el resto de estos vampiros.

Nuestra raza era de las más clasista que existían, todo se trataba de como habías llegado a nuestro lado, incluso los que eran transformados tenían niveles, pero yo no fui convertido, nací siendo lo que soy, lo que estaba bien y me daba habilidades que los de niveles más bajo no tenían o no podrían soñar en tener.

Claramente no era de las familias reales, en nuestro continente había sólo dos de esas, los Wang y los im, solo con tener esos apellidos un mundo completo se abría frente a ti, los vampiros corrían para poder ser la cena de alguna persona de ese clan, menos yo.

La primera vez que me tope con uno, fue cuando estaba en una misión, al ser nacido vampiro, tenía la opción de conocer el sol, podía caminar por el día, mis ojos se volvían sensible, pero nada que un par de gafas no pudieran curar.

Yo era una rareza, lo sabía, solo las familias reales concebían vampiros, así que todos actuaban algo raro a mi alrededor, pero todo cambiaba cuando conocían mi increíble carácter, ese de no tomar una mierda de nadie.

Para mis jefes les servía mi habilidad robada de la realeza, así que me enviaban a estas misiones de mierda, donde yo podía llegar antes a reconocer el sitio y cuando llegaba el resto, yo tenía las cosas cubiertas.

Recuerdo esa misión, claro que lo hacía, un grupo de cazadores habían tomado a algunos de nuestros chicos, tenía que reconocer el perímetro donde los tenían y después en la noche los sacaríamos a todos.

Sacar a los nuestros fue tan fácil, que se notaba enseguida una cosa, el grupo que los tomó eran unos cazadores novatos, idiotas, si atrapas a un vampiro debes acabarlo enseguida, bueno ellos nunca podrían hacer uso de esa enseñanza.

Cuando todo estuvo listo envié mi reporte y después quedé libre, sonaba a que podía salir a beber esa noche, además estaba sediento, necesitaba algo de comida.

Fui a uno de estos bar donde hay simpatizantes de los vampiros, no me gustaba eso de engañar humanos para conseguir alimento, la noche estaba increíble hasta que lo vi.

Fue algo casi instantáneo, sentí su mirada en mí y como se relamió sus labios, estaba de tan buen ánimo que me fui a la pista solo para jugar por un momento, su mirada nunca se alejó de mí, bailé un par de canción por mi cuenta y cuando alguien quiso acercarse a mí, llegó ese exquisito espécimen frente a mí.

Su aroma era algo atrayente, no olía a humano y ciertamente no tenía un aroma a vampiro, así que necesitaba saber que era en realidad, jodidamente lo supe.

Terminamos en una habitación de hotel, sin ninguna prenda teniendo la mejor noche de sexo en la puta vida, entonces lo supe, me mostró su cuello y feliz accedí a beber, cuando estaba lo mejor y me aleje para besarle, pero el llevó sus propios colmillos a mi piel, alcance un orgasmo de lo más fuerte.

Cuando el acabó estaba conmocionado, nunca había dejado a nadie beber de mi, pero el jodido cabron sonrió con arrogancia, beso mis labios y cuando el termino, me escapé de su cama, me vestí lo más rápido y en segundos estaba a kilómetros de distancia.

No podía creer que lo había dejado beber de mí, que incluso había llegado a un orgasmo de solo sentir como se llevaba mi sangre, di vueltas al tema hasta que me di cuenta, que ya nada podía hacer contra eso.

un poco rebelde Donde viven las historias. Descúbrelo ahora