— ¿Confías en mí, hyung? — Preguntó el castaño que reposaba sobre su regazo mientras trazaba círculos imaginarios en el pecho del mayor. El rubio observó a la pequeña cosita adorable y con un asentimiento se dispuso a hablar.
— Lo hago, sí. — Respondió paseando una de sus manos por el esbelto cuerpo desnudo de su acompañante. — Aunque una vez escuché algo interesante. — El castaño parpadeó confuso tensándose en su lugar antes de volcar toda su atención en el mayor.
— ¿Q-Qué escuchaste? —Cuestionó mientras trataba de mantener a raya los nervios dentro de él.
— Maldito el hombre que confía en otro hombre. — Susurró depositando un casto beso en la frente del menor. Jimin rió.
— Oh... ¿El gran Agust D ahora es creyente? — Preguntó burlón mientras depositaba leves besos en el pecho del mayor. El pálido negó.
— Es solo que... — Suspiró sonoramente sintiéndose tranquilo en la comodidad de su habitación junto al chiquillo que lo había enamorado. Jimin lo calló con un beso.
— No hay problema hyung, nadie te está traicionando. — Y con aquello dicho juntó sus labios en un demandante beso tratando de infundir un poco de tranquilidad dentro del mayor, sin embargo; aquella tranquilidad se convirtió en nada más que rabia cuando la entrada de su apartamento fue forzada y el despertó solo, siendo apuntado por más de seis policías.
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— El jodido cabrón que se metió en tu cama nos traicionó. — Agust negó ante lo dicho pero Vante quiso reír ante la cara de idiota que tenía su líder. — ¿Conoces a Kitty Gang? — Preguntó.
— Claro que sé quién es. — Mencionó. — ¿Qué mierda tienen que ver Jimin con él? — Vante solo negó con pesar mientras veía al mayor detrás de aquel vidrio, los policías apenas le permitían las visitas.
— Jimin es Kitty Gang. — Y YoonGi negó, negó varias veces mientras a su mente llegaba toda la información que le había dado al menor. — La policía tomó control de la fábrica en donde Hope y RM estaban traficando, no hay nada, fue un golpe duro. — Siguió hablando el moreno mientras observaba al policía que lo había ayudado a entrar. — Tuve que pagar una buena cantidad de dinero para poder meterme en esta mierda, estoy buscando la forma de sacarte y...
— ¿Dónde está? — Preguntó serio. Vante frunció el ceño.
— ¿Qué? — Preguntó confundido.
— ¿En dónde está esa maldita pequeña mierda? — Cuestionó molesto tensando su mandíbula para evitar pararse de aquel jodido asiento y romper todo a su alrededor. Vante sonrió.
— Ahora es sub-jefe de la pandilla del sur, está en Busan. — Mencionó. El pálido asintió. — Lo vamos a encontrar Yoon.
— Y lo vamos a joder hasta enterrarlo en el infierno. — Siseó el rubio sintiendo la ira correr por su sangre. — Esa pequeña mierda va a saber quién es Agust D. — Vante rió.
— Anotado y entendido, te sacaremos de aquí pronto. — Fue lo último que dijo antes de pararse y marcharse del lugar. El rubio se quedó quieto en su asiento mientras a su mente llegaba la imagen de Jimin, el chico que lo había enamorado y que también lo había traicionado.
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Bienvenidos a: Perfidia.
Perfidia es una forma de engaño, es cuando aparentas ir con buenas intenciones pero en realidad, solo buscas traicionar a esa persona.
Cuando Agust conoció a Jimin, no tenía idea que este era Kitty, se enamoró de él y confió todo con quien para ese entonces era su pareja.
Jimin usó todo eso a su favor y lo traicionó.
¿Pero por qué lo haría? 👀
Espero la idea les guste.
¡Hasta la próxima actualización!
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Advertencias:
→ Esta historia es un fanfiction.
→ Los personajes usados son figuras públicas pero nada dentro de esta historia pasa en la vida real, (aunque pueden haber referencias a la realidad en algunas ocasiones) sin embargo; la historia es completamente original.
→ El contenido es apto para personas mayores de 18 años de edad. En dado caso de leer siendo menor, la responsabilidad cae sobre ti, no sobre mí. Por lo cual omitamos quejarnos por el tema tocado.
→ No está permitido la comparación con ninguna historia. Ahórrate el mal rato y ahórramelo a mí.
