La carta que nunca recibiste

2 0 0
                                    

Hoy siento la obligación de escribirte finalmente y es que no lo hice antes porque aquel sentimiento del "qué dirán"  se apoderó de mí pero ya no puedo más. No aguanto estar tan cerca y a la vez tan lejos. Te miro. Quiero abrazarte. Abrazarte fuerte y que nuestras partes rotas vuelvan a unirse y que nuestros latidos vuelvan a tener sentido. Pero no lo hago. Te pienso y sé que ya no estoy confundida. Sé claramente por qué te elegí. Siento que sos la persona más linda del mundo. Porque de todos los millones de personas que están existiendo, vos sos la que me moviliza. Y es que estoy perdidamente enamorada y es que no puedo evitarlo y es que tengo miedo a perderte, a que lo mutuo ya no sea más.
Y aunque queriendo ayudarte, te enojes, voy a seguir intentandolo porque te quiero, y quiero verte bien y verdaderamente feliz, por eso le pido a Dios cada noche en mis intenciones por vos y tu familia porque tus alegrías son mis más grandes alegrías y tus tristezas son mis más grandes tristezas.
Cuantas ganas tengo de  expresarte y demostrarte lo que siento aunque vos tampoco lo hagas. Entonces me abstengo , una vez  más por cobarde y orgullosa pero decidí que ya no me importa, ¿de qué nos sirve tener tanto guardado si no lo vamos a demostrar? Voy a dejar ceder a mi corazón, a hacer lo que éste me diga,  voy a dejarme llevar por el impulso de mis latidos y que me muevan, que me dejen hasta perdida porque sé que no me voy a arrepentir y me cansé de esconder mis sentimientos ¿Acaso vos no? Me di cuenta de que te dije muchas cosas pero siempre tuve miedo de preguntarte ¿Y vos qué sentis?

Después del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora