[+18] ¿Estoy enamorada de mi tío... ?| Jeon Jungkook | One Shot

¿Estoy enamorada de mi tío... ? | Capítulo tres

Apenas si podía discernir los bulliciosos sonidos que retumbaban en mi adormilada mente, a escasos segundos de comenzar a abrir mis párpados que parecían pegados con pegamento para zapatos. Me levanté eufórica como alma que llevaba el diablo y respirando profundo lo más medianamente posible. Salí de mi recámara y me di cuenta de que quienes hablaban como loras eran las dos mujeres más intensas de esta familia, en la cocina de mi casa a las seis de la mañana, significativa madrugada para mi persona, increíble forma de despertar, nótese mi sarcasmo.

Susurros y risueñas risas sin descanso; supongo que han de estar así por el viaje del día de hoy. Ciertamente Pawnbeach es para mi pensar un lugar extremadamente turístico y de alta alcurnia... dentro de lo tangible si se quería ver así, en donde la mayoría de las señoras adultas mayores como mi abuela o hasta las mujeres que rondan los treintas o cuarentas como mi madre, salen emperifolladas hasta decir basta, luciendo y presumiendo con suma negligente sus notables dólares con su vestuario Chanel o Gucci hacia los pobretones.

—Madre ni me lo repitas, de tan solo recordarlo me muero de risa. Jungkook era tan solo un bebé cuando se cayó por ese guindo –reía a carcajadas mi madre, su sonora burla era tan digna como para quitarse el sombrero. Escuchaba todo desde atrás de la puerta de la cocina, por lo cual iba a proceder a entrar, pero el comentario que después hizo mi abuela me dejó en previo aviso de que diría algo con importancia que me podría interesar.

—Hija, no lo hagas, apenas si recuerdo la edad que tenía Jungkook, contaba con dos años de edad, justo un año posterior a la muerte de Sohee –jamás había escuchado ese nombre, esa tal Sohee era una mujer de la cual no tenía conocimiento, por lo tanto la incertidumbre en la cual me hallaba estaba hasta la punta del iceberg.

—¿Querías mucho a la Sra. Sohee? –preguntó mi madre colocando la palma de su mano sobre la de mi abuela, acariciando la arrugada y delicada piel de esta.

—¡Ay, hija! ¿cómo no iba a adorar a mi mejor amiga? Era casi como una hermana para mi –así que mi abuela tuvo mejor amiga, dato curioso. Los ojos de mi abuela presentaban leves atisbos de tristeza casi imperceptibles.

—La quisiste tanto que hasta fuiste capaz de quedarte con su hijo.

—¡Shh! Calla hija, el tema no se puede tocar en este lugar, nos pueden escuchar y menos ahora que tanto tiempo ha pasado –renegaba y abrazó a mi progenitora, pero ella se apartó de golpe.

—No, yo si quiero tocarlo, después de todo es tu hijo preferido, ¿no? Madre, ¿qué diría Jungkook si supiera que él no es hijo tuyo? —¿¡qué!? Debo de estár alucinando, debo de estár escuchando mal la conversación; aún estoy somnolienta por levantarme tan temprano.

—Es que él no debe saberlo y tú no se lo contarás, aunque no comparta tu sangre o la mía sigue siendo un Jeon, ¿recuerdas el juramento que le hice a Sohee en su lecho de muerte?

—Claro que lo recuerdo y muy bien, ese dichoso juramento. Madre no te entiendo, pudiste haber dejado que se lo llevara su tía –mi madre hablaba cruelmente y sin pudor, sin ni siquiera una pizca de decencia.

—¿Cómo te atreves a decir eso? Hija, si tu hermano hubiese vivido con esa mujer no tendría los estudios y oportunidades que tiene ahora o la vida que hasta ahora ha llevado junto con nosotros –miraba atenta a mi madre y le daba pequeñas caricias en su mejilla.

—Eso no importa, importa que él es tu preferido, no sé si pueda seguir soportandolo, al menos en eso mi padre si fue inteligente y equitativo, y no dejó que Jungkook se quedara con el negocio familiar. Pero tú, tú madre... lo concientes como a ninguno –su voz derrochaba rencor reprimido.