This is my Dream

Capitulo 1

Sonó la alarma para ir a la escuela y el primer reflejo que tuve fue apagarla y posponerla cinco minutitos más, hoy tenia que entrar más temprano a clases ya que tendría que exponer en mi clase de capacitación para la universidad, siendo honesta no me gustaría llegar, estoy deseando desde el fin de semana que a papá se le descomponga el carro o se quede dormido y no diga nada, pero pues esto es la vida real y con la suerte que me cargó no creo que suceda. Por suerte puedo dormir dos minutos más.

-¡Hayden!- grita mi nombre mi papá afuera de la habitación.-¡Hayden ya levántate o llegarás tarde!

Sip, demasiado bueno para ser cierto, creo que hasta invoqué que me levantara.

-¡Ya estoy despierta!- le devuelvo el grito.

Me quito las sábanas de la cama y me levanto, de inmediato siento un mareo, ganas de vomitar, me siento de nuevo y respiro, pero eso no sirve para nada ya que la sensación se intensifica y corro al baño de mi habitación tambaleándome hasta llegar al inodoro, me agacho sobre la tasa para poder vomitar la cena de ayer, me levanto y jalo la palanca, me miro en el espejo y noto que estoy más pálida de lo normal con unas enormes ojeras.

Trato de tranquilizarme mientras me meto a bañar.

Salgo con la toalla al rededor de mi cuerpo mientras corro a toda velocidad para ponerme el uniforme porque en realidad ya es demasiado tarde, de nuevo salgo corriendo para bajar las escaleras y ... o ¡No!

Son estos momentos donde te preguntas porque el universo te odia tanto. Mi perrita estaba pasando justo enfrente de mi cuando iba a dar el otro paso para bajar las escaleras, pero la señorita para evitar matar a su perro -ya se que no la iba a matar pero déjenme dramatizar- salte en el último segundo... que brillante idea ¿no?

-Jamás había visto a alguien bajar las escaleras con tal gracia- se burló mi papá pasando junto de mi en el suelo- por no hablar de lo rápido y efectivo que ha sido.

Sip había caído, rodando todas las escaleras para evitar la muerte trágica de un hermoso ser... así que es justificable mi momento.

Al levantarme, lo sigo a la cocina adolorida.

-Gracias por la ayuda, no te hubieras molestado.

-Honestamente Hayd- habla mientras me sirve un licuado color ... morado si es que eso es considerado un color- rudo mucho que necesites mi ayuda en situaciones así, ya estás acostumbrada.

-Tan lindo igual que siempre- lo fulmino con la mirada mientras tomo el vaso que me ofrece- se supone que esto es ¿comestible?.

-Mmm es bebible hija mía- sonríe y noto que se lo toma lo más rápido posible- ¿ya te has tomado la pastilla?- da un largo suspiro mientras abre el cajón para sacar un frasco y dármelo- ya hemos hablado de eso, todos los días en las mañanas, así que anda tómala y tomate eso ya.

Saco la pastilla colocándola en la palma de mi mano. Lo miro dudando.

-Creo que por un día que no las tom...

-Hayden-arrastra la e y bueno creo que está más de sobra explicar que cuando hacen eso es una advertencia.

Tomo aire y me meto la pastilla para darle paso después a la mezcla espantosa color morada. Al terminar dejo el vaso en el fregadero sintiendo las ganas de vomitar de nuevo.

-Ya vez, ¡no estuvo tan mal!- tiene una gran sonrisa y me revuelve el pelo como cuando era niña.

-Dile eso a mis compañeros de clase cuando vomite encima de ellos.

-Hay eso solo ocurrió con una vez- pasa junto de mi para ir a la puerta principal y lo sigo- tú tranquila y yo nervioso con que te vuelvan amenazar con demandarte, lo harás genial, solo mira un punto fijo arriba y ya, concéntrate en eso.

Sip, intentaron demandarme el año pasado, según sus padres porque era una sustancia tóxica azul la que vomite encima de sus hijo, por cierto fue cortesía de mi padre el color.

-Si, porque no voy a notar los veinticinco pares de ojos alrededor mío, que están al pendiente de cada movimiento- ironicé- a y no olvidemos cuando tartamudo y se me olvide todo lo que estudie.

Agarro mi bolso que está en el sillón y meto las llaves de la casa.

-No seas exagerada, es algo obvio que podrás hacerlo.-dijo con seguridad dándome una sonrisa no muy segura. -Mejor ya vámonos que se hace más tarde. 

Entre al salón después de pasar por mis cosas al casillero, al entrar inmediatamente me movilicé a mi lugar habitual, que era en medio del salón.

-Hola hermosa- saluda mi mejor amiga.

Desde que éramos pequeñas la conozco. A lo que yo solo moví la cabeza como respuesta.

Ella era todo lo contrario a mi, era popular, con un temperamento el cual te obligaba hacer lo que ella quería, tenía grandes curvas que con el uniforme de la escuela dejaba poco a la imaginación, porque todo le marcaba sus grandes atributos, era rubia con ojos color esmeralda, labios gruesos y un abdomen que aveces me costaba creer que era de ella ya que era totalmente plano.

-¿Tú crees que vaya a vomitar de nuevo?- le dije a modo de saludo, sintiendo como un ardor se espacia en mi garganta.

-Solo no pienses mucho y no hables tan rápido, y concéntrate en una esquina.-dijo igual que mi padre y dándome la misma sonrisa.

-Es fácil decirlo para ti.-tomé las memorias y me encamine al CPU y la conecte.-Puedes prender el cañón Bri- le dije a mi amiga, se paro y lo encendió, camino hacia mi.

-No es fácil para nadie Hayden, pero solo tú misma te lo haces más difícil-me miro a los ojos y continúo- eres más inteligente que cualquiera de este salón, y sé que te lo aprendiste al derecho y al revés, solo respira y todo saldrá bien.

-Esta bien, quieres escucharlo entonces-sonreí un tanto segura.

-Ja ni loca

-Oh por Dios pero si acabas de decir eso, como buena amiga que eres se supone que me deberías escu...

Me callo alzando la mano y poniéndola enfrente de mi boca.

-Ya escucharé dentro de dos minutos.- dijo y sentí de nuevo el ardor apoderarse de mi garganta- Además si me lo vuelves a decir una vez más te juro que seré yo la que vomitara, solo te escuchare en la clase de nuevo y ya, no más, suerte.

Se fue a sentar y me dedico una sonrisa desde su lugar.
Era una exagerada, solo se lo había dicho como unas veinte veces y ya, tampoco era para tanto.