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actualidad.
una cita más al doctor, la tercera en este mes y apenas iban a mediados del mismo.
Jisung estaba cansado, no entendía cómo era que terminaba enfermándose casi siempre si realmente él cumplía con todos los horarios de sus medicamentos y hasta a veces ponía alarmas para que no se le olvidara tomarlos.
todo apestaba, en verdad, hasta hace unos días no pudo salir con sus amigos por un estúpido resfriado, además de que sabía que era inútil rogarle a Jaemin por ello, aún si prometiera que iría abrigado, Jaemin era estricto con su salud.
¿y cómo no serlo con alguien como él?
sufría de distrofia muscular, migraña, defensas bajas, sensibilidad al sol, problemas de cadera, dolores constantes de espalda al punto de a veces usar una faja, insomnio y diversos ataques de pánico a sonidos fuertes.
era poco, muy poco, pensaba Jaemin cuando entraba a la habitación del menor para asegurarse de que este durmiera.
Park parecía el bebé de Jaemin a pesar de ser ya mayor de edad y a pesar de hacer cosas que su edad ameritaba, o claro, las que apenas podía lograr hacer por su condición y sobre todo por lo estricto que solía ser Na.
los vecinos de aquellos chicos creían que Jisung era menor de edad y que, quizás, era hijo adoptivo del contrario, pues parecidos no había y Na en verdad cuidaba mucho al menor cada que salían juntos, aparte, las facciones un tanto infantiles del rubio no lo hacían parecer de la edad, mucho menos con ese tipo de lentes que era obligado a usar aunque no tuviera problemas de vista, su ropa, su voz, nada en él parecía de un adulto de veintidós.
pero, Dios, Jaemin amaba cómo se veía su pequeño, haciendo que en él creciera aún más las ganas de cuidarlo de todas esas enfermedades que lo atacaban día con día y sin razón aparente.
aunque muy en el fondo sabía que apenas la mitad de ellas eran verdaderas, algunas eran provocadas por él mismo, algunas por los medicamentos que lo obligaba a tomar, y otras más por como lo hacía creer que padecía de las mismas.
suspiró y se sentó en la sala de espera, Jaemin estaba adentro hablando con el doctor, como siempre, el mayor no quería que su hermanastro escuchara lo que aquel hombre decía porque según él, podría preocuparlo y afectarlo en algo.
así que confiaba ciegamente en él.
acomodó sus lentes y en ese momento, Jaemin salió un tanto molesto del consultorio, lo supo al escuchar como este último azotó la puerta y le hizo un señal para que lo siguiera hasta el exterior de aquel edificio, lo cual hizo y, al estar dentro del auto de Na, el mayor soltó un suspiro pesado mientras que tomaba el volante y apoyaba su frente en el mismo.
— él no lo entiende, Jisung. —murmuró con un notable cansancio en su voz, dirigiendo su vista al contrario sin dejar su posición inicial.
— ¿qué no entiende? —preguntó con notable confunción, frunció levemente su ceño y antes de decir algo más, el castaño lo interrumpió.
— lo que tienes. —respondió obvio mientras se enderezaba y se preparaba para encender el automóvil, pero al notar que el menor seguía sin entender, negó e hizo una pequeña señal con su mano para que no le tomara importancia. — nada.
pero siempre era lo mismo, nada.
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