II

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Luego de que aquellos atemorizantes gritos cesaran, Alex se acurrucó en el suelo mientras lloraba y cerraba los ojos imagiando que huía de aquél lugar y recorría el mundo sin miedo.

La chica que yacía debajo de su cama se acercó a él muy lentamente y tocó su espalda con sumo cuidado, como si temiera que se desmoronara.

Al tacto, Alex se sobresaltó y la miró, estaba confundido y atemorizado.

--¿Qui-quién eres?

--Soy Alexa--dijo la chica con una sonrisa y meneando su cuerpo de un lado a otro. Tenía una larga cabellera castaña y llevaba consigo un vestido color verde pastel.

--Te llamas como yo, pero en niña.

La chica sonrió y se sentó junto a él. Alex se dio cuenta que la chica llevaba una mochila pequeña, de ella sacó un par de colores y una libreta color amarillo.

--¿Te gusta dibujar? Espero que sí porque a mi me encanta--exclamó con una sonrisa. Alex también sonrió y por sólo un momento se olvidó de lo sucedido. Se sentó frente a ella muy lentamente pues aún le quemaba la espalda. Y tomó un crayón.

--Es la primera vez que dibujo--dio un pequeña risita y se sonrojó-- espero no estarlo haciendo mal.

--Dibujar no se trata de hacerlo bien, sólo es divertirse.

Alex asintió y siguió dibujando su mar azul. De pronto ambos escucharon pasos provenir d el pasillo, Alexa tomó todas las cosas rápidamente y se escabulló en el armario.

--¿Qué estabas haciendo, Alex? ¿Con quién hablabas, eh? Parece que no aprendiste la lección porque te veo muy contento.

Alex se hallaba aterrado cerró sus ojos y comenzó a suplicar que no le volvieran a hacer daño. Estaba muy asustado y lo único que pedía era poder salir.

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⏰ Última actualización: Sep 24, 2019 ⏰

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alex y alexaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora