Para cantarle al amor

20 3 0
                                    

Las citas eran muchísimo más habituales, era como un hábito el vernos todos los días, y por fin me había decidido a declararle mis sentimientos a aquel chico de linda figura y ego por los cielos, con aquella risa tan característica

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las citas eran muchísimo más habituales, era como un hábito el vernos todos los días, y por fin me había decidido a declararle mis sentimientos a aquel chico de linda figura y ego por los cielos, con aquella risa tan característica. 

Pero algo interrumpió mis intenciones, o más bien alguien, un chico de cara de bebé, pero buen físico estaba sentada a su lado, ambos estaban lo suficientemente entretenidos en su plática sin percatarse de mi presencia. Me senté frente a ellos carraspeando un poco sonriendo forzadamente.

—¡Hola!

Saludo aquel chico que se encontraba al lado de mi novio no novio. Con una amplia sonrisa, vaya dentadura que se cargaba. Era como la perfección en persona.

Nos quedamos platicando un rato ente los tres hasta que aquel joven de ojitos de media luna y manitas regordetas se fue corriendo porque se le había hecho tarde para ir a hacer quién sabe que cosas.

Yo no hablé más, tenía que admitir que aquel pelirosado me había hecho hervir en celos, por lo que Jin, con su risa característica, me miró mientras limpiaba un par de lágrimas.

—¿Celoso?

Preguntó aún riendo mientras tomaba su tan adorado jugo.

—No, para nada.

Mencione seco mientras el otro seguía con una sonrisa en su rostro.

—¿Viste que si? Estás celoso

—No.

—Mentiroso, te va a crecer la nariz como a Pinocho.

Yo solamente me quedé callado sin dirigirle la mirada aún con un semblante serio.

Todo quedó en un silencio total hasta que él carraspeo para llamar mi atención y con una sonrisa recargar su rostro sobre su mano.

—¿Entonces no me pedirás ser tu novio? ¿O me darás un beso?

Yo abrí mis ojos completamente sorprendido y con la boca abierta.

—¿Qué?

—Que sí me das un beso

Mencionó con un poco de vergüenza y sus mejillas levemente sonrosadas.

—Uy! Te quiero, te quiero

Me levanté para acercarme a él y tomar su rostro entre sus manos y plantar un tierno y amoroso beso en sus labios, para posteriormente entrelazar nuestras manos en irnos caminando mirándonos con sonrisas de dos tontos enamorados.

Me levanté para acercarme a él y tomar su rostro entre sus manos y plantar un tierno y amoroso beso en sus labios, para posteriormente entrelazar nuestras manos en irnos caminando mirándonos con sonrisas de dos tontos enamorados

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—HOPE

cosas del amor ; namjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora