Que estuviese dos días antes de lo acordado en la residencia Cabello no era casualidad.
Mi trabajo empezaba el lunes, cuando la mudanza de mi ángel daba comienzo. No pude aguantar no verla antes y es por eso que ya estaba allí. La mansión de los Cabello era grande, pero no tan grande como la mía. Era moderna, con grandes ventanales y mucho terreno.
Me encontraba nerviosa, sabiendo que la iba a ver en persona. Estaba segura de que la foto no le había hecho justicia. Sabía que ella era increíblemente guapa, la mujer más hermosa que jamás allá visto.
Bajando del coche subí las escaleras de la entrada. Acercándome al portón de madera.
Cuando llamé a la puerta escuché unos pasos rápidos aproximarse desde el otro lado, sabía que era ella. Inmediatamente se abrió y pude ver una cascada de rizos castaños aparecer tras la puerta. Era mucho más pequeña de lo que me esperaba, no llegaría al uno sesenta, haciendo que yo me viese mucho más grande a su lado. Me gustaba eso, podría protegerla y manejarla mucho más fácilmente.
Cuando me vio, retrocedió, asustada.
Fruncí el ceño cuando vi que iba a tropezar con sus propios pies. En dos zancadas estaba a su lado para que no cayese, agarrándola con mis grandes manos de la cintura, instintivamente acercándola a mí.
Su cuerpo era tan pequeño, incluso diría que era demasiado delgada, no pasaría de los cuarenta y cinco kilos. Me encargaría de eso en cuanto fuese mía.
Tenía unas caderas anchas con las que podría dar a luz a mi bebé fácilmente, gruñí ante pensamiento.
Mi ángel se estremeció al escucharme, haciendo que volviese a la realidad.
La estaba sujetando de la cintura fuerte y posesivamente, no se sentía incómodo, parecía como que tenía que ser así. Sus ojos me miraban asustados, estaba segura de que no sabía quién era. Su padre me dijo que era una sorpresa. No me gustó eso, no quería secretos entre nosotras.
Olía a el más dulce chocolate, quería averiguar si sabía así también. Estaba siendo una bastarda pensando en eso, sabiendo que ella era tan pura, pero no lo podía evitar.
— ¿Quién eres?-. Titubeó ella. La miré a los ojos, y no puede evitar pensar que definitivamente la foto no le hacía justicia. Parecía que alguien había puesto un ángel en la tierra solamente para mí. No puede evitar volver a gruñir al escuchar su voz, parecía tímida pero curiosa, y definitivamente no estaba rechazando mi contacto. Sonreí.
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My little angel - Camren (G!p)
RomanceCuando vi su fotografía sabía que iba a ser mía. No podía ser de otra manera. Tal vez estaba siendo egoísta con mi ángel, pero yo era una celosa compulsiva cuando se trataba de ella. Lauren (G!p) - Camren (Queda totalmente prohibida la copia o adap...