Tattoos. ➠ 'michaeng'

tantum.

Gotas de agua salían de las nubes; al igual que las gotas saladas que caían de los ojos azabaches de la joven Omega, quien mantenía los párpados cerrados, acallando los sonidos de dolor en su garganta mientras la máquina se movía marcando su piel con tinta negra armando un dibujo.

Sabía que ponía en riesgo su carrera musical, sabía los múltiples regaños que vendrían, sabía sobre las críticas... pero, a la hora de la verdad, ¿a quién le importaba si se tatuaba o no? Ella tenía todo el derecho de poder hacer lo que se le plazca.

La punta del aparato salió de su piel, dejándola respirar libremente. Chae Young ya tenía dos tatuajes, sin embargo su deseo de tener más ganaba.

Y allí estaba; haciéndose dos tomates en su brazo, ubicado en la parte superior izquierda de su brazo; cuatro zanahorias en su antebrazo izquierdo. Obviamente, contando con la flecha atravesando un corazón detrás de su oreja y los labios de fresa en su muñeca izquierda tenía cuatro.

Pero ella no estaba conforme.

Justo cuando iba a decirle al tatuador un posible quinto y sexto tatuaje, una figura de baja estatura apareció dentro de la habitación, haciéndola callar inmediatamente.

─ ¡Chae Young! ¡Es todo por hoy, los managers empezaron a preguntar por ambas! ─ barbulló exageradamente.

─ Gracias, nos vemos en la siguiente sesión ─ la Omega menor le dio una propina extra y salió de la habitación, siendo seguida por la Omega mayor, quien estaba muy ocupada en reprocharle.

─ Ahg, Ji Hyo-unnie, para. No pasará nada, además, estoy en mis vacaciones ─ se quejó lanzando feromonas enojadas, haciendo que el conductor se tapara las fosas nasales para evitar intoxicarse.

Son Chae Young, una cantante Omega, era reconocida por ser "la Omega con el peor aroma y feromonas de toda Corea", cualquier Alfa debía taparse la nariz para evitar vomitar. Y cuando pasaba eso, solamente hacían doler el orgullo de la pequeña.

Y Park Ji Hyo, otra cantante Omega, era totalmente lo contrario a Son; ella siempre era elogiada por su atrayente aroma y sus sensacionales feromonas.

─ Voy a parar, voy a parar; pero no tires feromonas, ¡mira al pobre conductor! ─ exclamó, ocasionando una risa por parte de la contraria.

─ Perdón ─ hizo una reverencia. El beta simplemente sonrió ante esa acción, indicándole que no se preocupase por él.

─ ¡Oh, cierto!, tendremos visita en el estudio. La mejor cantante japonesa estará para supervisarnos, ¿sabes a quién me refiero, no?

─ Sí, cómo no. Myoui Mina, tu "Alfa", tu querida crush ─ respondió aburrida, sabiendo de sobra la existencia de la susodicha. Debía admitir que su amada amiga tenía una gran atracción hacia la cantante japonesa, a veces le daban ganas de buscar sobre ella en vez de escuchar a la castaña relatar su vida entera, sin ninguna excepción.

─ ¿Por qué haces esa mueca? ¡Mina es una diosa! ─ chilló frustrada.

─ Uhm, mi única amiga siempre me habla de ella, ¿qué esperabas que hiciera? No puedo alegrarme porque no la conozco.

Ji Hyo suspiró, desviando los ojos a la ventana pensando un tema para hablar, para cambiar el rumbo de la conversación.

─ ¿Ya viste "SIXTEEN"? Me dan ternura, pero también me dan tristeza.

─ ¡Oh, sí! Quería ver el próximo capítulo contigo; ya sabes, para despegar la mente.

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