Habla el Corazón. (Txus y José Andrëa)

I.

Ha pasado un tiempo en el que comencé a escribir para alguien que con el pasar de los años se volvió muy importante para mí. Alguien que con el tiempo se volvía tan indispensable en mi vida...

Estaba perdidamente enamorado de José Andrëa, mi leal amigo y compañero, al que había dejado de ver como un hermano. ¿Pero cómo podía demostrárselo? En un lugar donde nosotros somos un "alguien" en el mundo, en donde las cámaras, la fama, y el peso de no tener una vida privada me impedían gritar a los cuatro vientos mi gran amor hacia José, solamente me quedaba escribir las canciones basadas en lo que mi corazón sentía cada que aquel hombre de rizos marcados estaba cerca de mí. Mi rostro se iluminaba cuando él estaba a mi lado, y tomando el bolígrafo, comenzaba a escribir sobre la hoja vacía de aquella libreta. Nuestra libreta.

Habíamos compartido tanto tiempo juntos, y simplemente quería tomar sus manos y unir nuestros labios en un apasionado beso, sin embargo, temía el no ser correspondido.

—¡Hola chicos! ¿Cómo van? —Preguntó José a sus compañeros.

—Meh, todo guay —Contestó Moha—. Txus está adentro por si os interesa.

—Muchas gracias Moha.

Estaba tan ensimismado en mis pensamientos, escribiendo e imaginando su figura morena y tibia entre mis brazos que ni siquiera sentí cuando el entró.

—¿Qué tanto haces que ni me has volteado a ver? —preguntó con una sonrisa.

—Nada, nada. Solo una canción mas para el álbum. Es todo. ¿Qué te trae por aquí?

Pregunté evitando mirarlo a los ojos distrayéndome con cualquier cosa.

—Pues tú me dijiste que viniera, que querías enseñarme algo —contestó arqueando una ceja.

—¿Eh? ¡Ah sí! Ehh...

¡Demonios Txus, otra vez esa actitud nerviosa!
Ya no eres un chaval, coño, compórtate como un hombre...

Pensé mientras revolvía entre los papeles que había sobre la mesa.

—Ten. Quiero que leas está canción y la ensayes con los muchachos.

—Vale. De acuerdo.

—Bueno.

—Oye Txus —llamó en forma preocupada.— Hace rato que te comportas extraño cuando te hablo a solas ¿Hay algo en mi que... Te moleste?

Y aquí venía. Una de las preguntas que no estaba dispuesto a responder, más que nada porque tenía miedo y no sabía que decir.

—Seguro es porque el álbum está próximo —contesté con una sonrisa nerviosa.

—Con rato, me refiero a años. Desde hace tiempo te pasa eso.

¿¡Años!? ¿¡Tan obvio soy!?
Bueno... No era una mentira. Llevo ya diez años amándolo en silencio. Adorando su voz y su presencia.
Podrían decirme que es la costumbre, pero he estado con mucha gente en mi vida y en la cama y con nadie me he llegado a sentir como con él.

¿Qué se suponía que debía decirle?
"Lo que pasa es que estoy perdidamente enamorado de ti, desde Finisterra. Eso pasa".
Cómo si fuera tan fácil...

Ahora estaba ahí, mirándome con seriedad y preocupación. Amaba que fuera así conmigo pero nunca encontraba la forma de hacerle ver lo agradecido que estaba por todo lo que había hecho por mí.
La única forma ha sido hacerlo cantar mis versos. Y es estúpido, pero cuando canta lo hace con una pasión que incluso pareciera que entiende mi sentir o que el siente lo mismo... Pero no sé da cuenta y tampoco me dice nada...