Apollo Justice, por Trucy Wright

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Me encontraba con Apollo en la agencia polivalente Wright (de la cuál soy jefa) archivando los casos que habíamos vivido. Apollo es un chico bastante amable, a la vez que pesado, ya sé que estás bien, no hace falta repetirlo...en el fondo es muy adorable.

Mi padre, Phoenix Wright, es un pianista en proceso(toda la humanidad lo da por un caso perdido) y gran jugador de pocker. Apollo es su aprendiz, aunque este no lo reconozca. Hay veces que mi padre es un desastre, pero en el fondo, no hay nada que salga mal si él está cerca.

Todo empezó en el debut de Apollo como abogado. Mi padre me pidió que viniera y esperara fuera, ya sabéis, mi actuación debía esperar. Yo esperé aburrida leyendo un libro de magos famosos y intenté memorizar algunos de sus logros.

Tras varias horas esperando, papá salió y me dijo: “Trucy, es la hora de tu magia” Yo contenta, me dispuse a cumplir con mi plan. Me encontré con el abogado de mi padre. Lo vi un poco nervioso y haciendo no sé qué de cuerdas de acero. Tal vez fuera porque su mentor estaba siendo acusado y él no sabía que hacer. Yo me armé de valor y, haciendome la interesante, me dirigí a él y le di aquel naipe, el naipe del triunfo. Me alegré de poder haberlo ayudado y lo que en ese momento no sabía es que lo volvería a ver muy pronto.

Volviendo al presente, Apollo seguía enfrascado en los archivos, sin percatarse de que lo observaba. Al rato que vi que no me hacía caso, volví a mi diario y seguí escribiendo sobre estos últimos casos.

A los pocos días de ayudarlo, él se acercó a la agencia porque mi padre le había llamado. Tras haber hecho las presentaciones, los dos nos fuimos al hospital en el que mi padre estaba por el accidente de coche que había sufrido. Cualquiera en su caso hubiera salido más dolorido que como acabó él; yo hay veces que pienso que es inmortal, ¿seré la única que lo ve así? También en este caso tratamos el robo del puesto del Sr. Eldoon y, el más importante, el caso del robo de mis braguitas mágicas(que por cierto ayudaron en ciertas partes de la resolución del caso, por algo son mágicas) También llevamos el asesinato del médico Pal Meraktis y ayudamos a Wocky Kitaki a buscar su inocencia y demostrar que su prometida, Alita Tiala, era la asesina.

Durante el caso conocimos a mucha gente: a un señor muy amable que me hace descuentos en fideos; a una amable familia de gánster; al ladrón de braguitas que resulta ser un buen fan y lo más alucinante, ¡quiere que sea su maestra!

A otra persona que conocimos fue a una particular inspectora: Ema Skye. Ella es súper adorable y simpática, bueno al principio no, pero después sí. A parte gracias a ella sé más cosas científicas y puedo hacer trucos científicos. Ella se pasa todo el día comiendo unos snacks que están buenisimos y me prometió que un día haría una fórmula mejorada de esto, ¡por el bien de la ciencia!

Pero a quien jamás podré olvidar es al increíble, amable, guapo, fantástico,... fiscal del caso. Se llama Klavier Gavin y es mi amado príncipe. La verdad es que gracias a él, Apollo es conocido como Sr. Frente. Al principio es un poco engreído y Apollo lo llama pomposo. Entre ellos la relación es bastante buena. Creo que le tendré que pedir a una amiga de internet que me diga que hacer con esta pareja, ya que ella sabe mucho sobre el amor; por cierto, ¿soy la única que ve a Apollo y a Klavier juntos? Yo una vez le pregunté a Polly que pensaba de él y le pregunté si lo quería como su “amigo especial”(esa es la palabra que me recomendó mi amiga) Él se sonrojo y dijo que era una estupidez. ¡Qué mentira más grande soltó! Desde entonces busco la forma de qué tengan una cita.

El juicio fue intenso, pero pudimos resolverlo. Gracias a él, Polly ya sabía que tenía algo que le hace especial.

Volví a mirar a Apollo. Esta vez parecía que estaba buscando algo en su escritorio y estaba desesperado. Le pregunté que pasaba, pero estaba tan concentrado que pasó de mí. Al los pocos segundos, sonó una melodía que me era familiar. Era la serenata de la guitarra. Inmersa en esa canción continué escribiendo.

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