Mi hermoso Doncell. (Namjin)

Único.

Seokjin estaba frente al espejo viendo su pronunciada barriga. Tenia 6 meses de embarazo, hizo un puchero cuando analizo más la forma en que vestía desde que su estomago empezó a crecer, las ropas suaves hechas de algodón pero holgadas y sin talle no le gustaban para nada. A Seokjin siempre le gustó vestir a la moda, agradeció gratamente tener un buen esposo que le consentía sus caprichos. Pero ya no se veía tan lindo como solía verse, o eso era lo que pensaba mientras estaba frente al espejo admirándose, con un lindo puchero muy adorable.

Seokjin era un doncell, uno muy hermoso y de los pocos que habían en la actualidad. Tenia un rostro tan perfectamente lindo, parecía que había sido tallado por los mismísimos dioses, sus labios abultados rojos como los pétalos de una rosa, sus ojos almendrados, su nariz perfecta, su piel blanca y tersa, su rubio natural, el cuerpo estilizado, con una cintura pequeña y piernas largas. Era tan bello para cualquiera que lo viera.

Y es que todas las personas que conocían a Seokjin y su esposo envidiaban en serio aquello, las mujeres envidiaba su belleza, claro estaba, pero los hombres que conocían a Kim Namjoon realmente no era grato la envidia que guardaban al desear tener a su pareja, y era por el simple hecho de considerar a Namjoon alguien no tan lindo para un doncell tan hermoso como lo es Kim Seokjin, Namjoon no era feo, pero tampoco era el hombre más guapo que pudiese existir, y era lo que muchas personas se preguntaban, ¿cómo alguien tan hermoso podía estar con Namjoon?.

Pero para Kim Seokjin no había hombre más hermoso que su esposo, lo celaba muchísimo, le hacía entender a cualquier mujer y hombre que Kim Namjoon era suyo y que nadie podría arrebatárselo. Seokjin era alguien posesivo, estaba completamente y locamente enamorado de Namjoon. Cuando Jin conoció a Nam lo único que pudo pensar fue que era su alma gemela y lo persiguió por mucho tiempo. No era que Namjoon no le gustara el bello doncell, si no, el hecho de que era demasiado hermoso para él, y de verdad lo dudo tanto, pero también estaba enamorado, que no lo pensó dos veces luego de un tiempo para comerse a besos al lindo, adorable y tierno Seokjin.

Seokjin salió de la habitación sintiéndose un poco frustrado, ya no tenía sus caderas delgadas, ahora estaba relleno, incluso se sentía feo, quizá Namjoon ya no lo iba a querer así por estar tan gordo… se adentró a la cocina y empezó a preparar la cena. Una vez terminado escuchó la puerta principal ser abierta y cerrada, Namjoon había regresado del trabajo.

-Ah… estoy muerto Seokjinie… -Namjoon llegó a la cocina y se sentó en uno de los taburetes. Jin solo le vio, quizá era cierto lo que pensaba. Namjoon siempre le daba un beso, uno muy fogoso y cariñoso cuando llegaba del trabajo, pero hoy solo llego a sentarse y ni si quiera le veía. Namjoon había reposado su cabeza entre sus brazos mientras mantenía sus ojos cerrados, el día de hoy había tenido una junta muy tediosa y después tuvo que salir a la fábrica para ver la nueva producción.

-¿Quieres que cenemos ya?

Jin se tocó su pancita, solo le quedaba la reconfortante idea de que su hijo iba a ser tan lindo y lo amaría por sobre todas las cosas. Pero en realidad Jin solo estaba siendo exagerado, el embarazo lo tenía un poco decaído y eso hacía que tuviera fuertes cambios de humor y también se sintiera abrumado.

-Si… pero, ven acá mi amor… ya no puedo continuar… -Una vez Seokjin estuvo frente a Namjoon, éste mayor lo haló con un poco de fuerza sin lastimarlo y le empezó a comer la boca. Entonces el menor empezó a sentirse mucho mejor. Namjoon sonrió entre el beso y le abrazó por la cintura… -Te extrañé mi amor… te extrañé mucho el día de hoy…

Después de haber terminado la cena, haberse lavado y puestos sus pijamas, Seokjin se volvió a colocar frente al espejo, Namjoon le amaba, lo sabía, pero y si ¿por estar así de relleno lo dejaba de amar un día de esos?. Sus ojitos se tiñeron de lágrimas y empezó a llorar desenfrenadamente, cuando Namjoon escuchó sus sollozos, quitó la vista del libro que leía y se acercó a Seokjin.

-¿Mi vida, que tienes, te duele algo bebé, no te sientes bien?

El rostro de Namjoon era un poema, no sabia como actuar, pensaba que Jin podría estar mal de algo, o quizá el embarazo… pero no, todo mal pensamiento voló muy lejos cuando Seokjin dijo;

-Estoy feo y gordo… no me gusta, -decía entre hipido e hipido. -ya no me vas a querer… ya no te voy a gustar… -sollozo, su voz quebrada y su mejillas llenas de lágrimas. Namjoon solo se acercó a su esposo y limpió con delicadeza las mejillas empapadas de éste. -No me vayas a dejar Namie~ prometo que cuando el bebé nazca iré al gimnasio, volveré a tener un bonito cuerpo para ti -Namjoon solo le escuchó y lo llevo a la cama acostándolo junto a él y abrazándolo con seguridad. Dio un pequeño beso en la frente, nariz y labios del blanquecino.

-Kim Seokjin, mi hermoso, hermoso esposo, mi bello doncell, mi príncipe, estas bien mi amor, no hay nada malo en ti, solo tu pancita esta redondita por nuestro bebé, además, yo te amaré por sobre todas las cosas, no me importaría si estas más gordito o no. ¿Sabes cuánto te amo verdad?

-Si… -susurro Seokjin escondido en el pecho de Namjoon oliendo su fragancia.

-bueno, no debes preocuparte amor, jamás… te amo tanto… -Namjoon dio un beso, uno que duro demasiado, uno que hizo que los dos se excitaran y terminaran haciendo el amor.

👶

El bebé estaba por nacer, Seokjin llamó a Namjoon desesperadamente cuando sintió aquellos grandes dolores en su parte baja del estómago, sabía que su bebé venía en camino. Namjoon llamó una ambulancia, para cuando él llego a casa; su hermoso doncell estaba siendo subido a la ambulancia para llevarlo al hospital. Namjoon bajo del auto y se adentró justificando que él era su esposo.

Después de un buen rato una enfermera le dio la noticia a Namjoon, había nacido su hijo, le dijo que podría verlo, estaba en un área especial para bebés, le comentó también que su bebé estaba perfectamente bien, no había ocurrido ninguna complicación y que Seokjin también se encontraba muy bien, pero que dormía gracias a la anestesia.

Namjoon se fue hasta el lugar que la enfermera le indicó, habían muchos bebés en ese lugar, pero sabía cual era el suyo, lo sabía perfectamente porque era tan idéntico a su hermoso esposo, no sabía cómo había sido posible que fuera tan idéntico a Seokjin, incluso era rubio, quizá no era tan blanco como Jin, pero su piel se veía hermosa, Namjoon sintió tanta felicidad en su corazón que no sabía como retener las lagrimas por la emoción.

👶💕🍼

Namjoon cargaba a su bebé mientras le daba su biberón, lo mantenía en sus brazos con tanto cuidado y amor, le decía cuanto lo amaba mientras le daba pequeños besitos en su naricita de botón.  Yeonjun era la adoración del matrimonio Kim.

Jin cuando vio a su bebé en aquel hospital fue que se dio cuenta que había valido la pena todo, ya no importaba si quedaba más gordo y todo flácido, su bebé lo valía todo.  Más sin embargo ahora que habían pasado 4 meses Jin se veía espléndido, como si fuera un joven sin hijos y soltero, lindo y reluciente. Namjoon le hacía recordar lo hermoso que era todos los días.

-la cena está lista amor… - entró Seokjin a la habitación de su hijo, hablando quedito para no despertar a su bebé, quien tenía la costumbre de quedar dormido en los brazos de su papá mayor. Namjoon asintió y luego acostó a su bebé en la cuna. Salieron ambos y fueron a la cocina.

Después de cenar y haber hecho lo normal, estando acurrucados en su cama, Namjoon daba caricias suaves a  Seokjin, le daba besos y le abrazaba con tanta añoranza. Amaba a Jin y a su hijo, amaba su pequeña pero hermosa familia.

-Te amo Jin… mi amor, mi vida… mi hermoso doncell.-Seokjin sonrió viéndolo a los ojos y susurro con los ojos llenos de brillo.

-También te amo Namjoon… mi amor, mi vida… mi hermoso hombre… 

Entre besos y abrazos se quedaron dormidos. Sin duda se amaban y amaban a su hijo, y nadie ni nada podría cambiar aquello…

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Esto lo tenía Guardado desde diciembre del año pasado, y ahora lo encontré y dije..  ¿porque no?