Me he enfermado de ti hace unos meses.
Me has provocado.
Insomnio, Frío y desolación.
Me he convertido en médico y me he recetado.
Me he recetado.
Resignación, soledad y desilusión.
Me recete cama en brazos de alguna fulana.
Me recete calor de copas, de bohemia y de farra.
Ahora visitó la clínica de tía Dolores en el centro.
Me he recetado luz en el túnel de esas piernas.
Sigo el tratamiento de José Alfredo Jiménez, de Sabina, de Serrat.
Me he recetado sueño, reposo, descanso.
Me recetó pastillas para no soñar, para no pensar
Para no reír.
Me recetó tiempo, amigos, mujeres, espacio.
Me recetó olvidarte.