surviving in the dark
Aún recuerdo con claridad en sueño que tuve; todo mí alrededor estaba gris, solo había un espejo delante de mí y en él se reflejaba como otra yo.
Detrás de mí estaba un hombre de espaldas con una gran cortada en su cuello, al que no llegue a ver bien su rostro en aquel sueño y en ese momento todo se pone muy oscuro y cada vez más se volvía más oscuro, estaba atada de pies a cabeza, mi respiración era corta, sabia en donde estaba, sabia el porqué de todo..
Había despertado desorientada y con la mente brumosa. No recordaba muy bien cómo llegue a este lugar, sin embargo sabía que debía escapar. Últimamente mi sexto sentido era mi mejor arma. No importaba qué ni cómo, solamente debía seguirlo.
Con mi mente más clara, me levanté de la cama y me dirigí a la imponente puerta de madera, pero no interesaba con qué anhelo intentara abrirla, no cedía. De repente una alarma comenzó a sonar, era la misma que utilizaban en las guerras para avisar a las personas de los bombardeos. El sonido se escuchaba cercano y me dio la certeza de que se difundía desde el mismo edificio donde me encontraba. Algo llamó mi atención en la pared opuesta, una ventana. La poca luz que se filtraba a través de ella iba desapareciendo, mientras una sensación de inquietud me embargaba, siento esa sensación de que algo está detrás de mí, antes de llegar a voltear, unas manos frías me tapan los ojos, reacciono inmediatamente
-eh? Que pasa Elena?
-Hoy cumplo 2 meses con mi novio!, crees que pueda regalarle algo cool?
-oh sí, eso me vale un pepino, bueno si me permites, necesito que te vallas de mi habitación.
Apunte a hacia la dirección de salida de mi cuarto tratando de que esa era de señal para que Elena se saliera.
De un gruñido esta se paró de un abrir y cerrar de ojos, antes de que diera un paso más para el límite de mi cuarto volteo para preguntarme más cosas, no la deje ni hablar ya que le había cerrado la puerta, di un suspiro.
-con mucho respeto esta chica es demasiado pesada.
Mi nombre es Megan, soy pelirroja y mis ojos son de color rojo como la sangre….aunque eso no lo debería de creer de la sociedad
Me fui directo al baño y abrí el agua de la ducha y me di un baño con agua caliente, salí y envolví mi cuerpo con una toalla y mi cabello con otra, me puse unos pantalones de mezclilla negros y una camiseta blanca y finalmente me calcé mis tenis converse rojas y salí, baje las escaleras y me encontré con mi madre charlando con una señora.
-buenos días Megan-
Dice muy contenta.
-así buenos días mamá
Antes de irme directo a la cocina, note una misteriosa señora hablando con mi mama, no lo dude dos veces y me quede parada entre estas.
-mamá quien es ella?
Dando dirección Asia la misteriosa señora presente con la que estaba charlando mi mamá.
-a…te presento a nuestra nueva vecina.
-Mucho gusto soy bárbara, y tu cómo te llamas jovencita?-dijo la señora.
-Me llamo Megan –conteste algo desconfiada.
-a qué bonito nombre Megan, bueno si me disculpan me tengo que ir porque tengo una urgencia.
-mucho gusto por conocerla señora bárbara.
