Se dirigió a la segunda sección de los grupos de tercero.
Cruzo la puerta de la clase A preguntando a unos jóvenes por Erika, antes de que le contestaran un joven moreno con ojos coquetos, apareció tras ella.
-¿Dali? -ella movió la cabeza hacia él -¡Que gusto verte por aquí! -la abrazó en el momento en que Christopher entraba al salón, despego sus zapatos del suelo y comenzó a dar vueltas con ella. Dejando a Christopher y a sus demás compañeros con la boca abierta.
-¡Bájame! ¡Arsh! -decía Dalila entre risas, las cuales se oían por toda el aula.
Segundos después la coloco en el suelo pero estaba tan mareada que se sostuvo del brazo del moreno y se volvió a reír.
-Me dijeron que me estabas buscando -interrumpió Erika.
-Sí, pero... -vio a Arshad y le dio un codazo.
-¡Auch! -se quejó.
-¿Qué se te ofrece?
-Podrías prestarme tu libro de historia, si es que ya no lo vas a ocupar.
Erika vio a Christopher algo molesto y se le ocurrió una idea.
-¡Que te lo preste Christopher! -el mencionado se sorprendió.
-Yo podría prestarselo -intervino Arshad.
-¡Dije que Christopher se lo prestará!
-De acuerdo -señalaron los chicos.
-Toma -Christopher le entrego el libro.
-Gracias, te lo devuelvo a la salida.
Dalila se retiró hacia su salón.
Cuando las clases terminaron lo esperaba parada frente a la fuente de la escuela.
Lo vio acercarse y sonrió.
-Te devuelvo tu libro -el muchacho lo tomo. -Gracias, me salvaste.
-No es para tanto.
La secundaria estaba casi vacía por lo cual decidieron irse.
Caminaban para tomar el autobús y en ese momento paso uno al que se subieron pero les tocó ir parados.
Al costado de Christopher iba uno de sus compañeros y se fue charlando con él.
Dalila miraba la oscura noche por la ventana.
Llegando a la entrada del pueblo un neumático del carro se poncho por lo cual la gente debía bajarse ahí.
Su andar era silencioso hasta que ella decidió preguntarle algo.
-¿Irás al museo el sábado?
-Por supuesto ¿Qué hay de tí?
-No creo, mi mamá no puede llevarme, mis amigas no irán y no se irme sola.
-¿Y qué tal si vas conmigo?
-¿Eh?
-Bueno mi papá nos acercará, iré con unos amigos.
-Le pediré permiso a mi mamá y te digo mañana.
-¿No podría ser hoy? Entre más rápido mejor.
-Bien, pásame tu número de celular.
-De acuerdo -saco el aparato del bolsillo de su pantalón mientras Dalila buscaba una pluma en su bolsa.
-Escucho -Christopher le dicto los números y ella los anoto en la palma de su mano.
-¿Y el tuyo?
-No tengo -Él la miró con los ojos entrecerrados.
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"Querido primer amor"
Teen FictionCuando tienes quince años puedes decir que alguien "te gusta", por el simple hecho de sentirte atraído visualmente hacia esa persona. Para Dalila saber que realmente te gusta alguien es más que sentirte atraído físicamente. Más que solo conocer su...