Metamorfo

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   Una madrugada el Joven Gonzo Famsa  despertó  sin poder mover extremidad alguna, al percatarse de esto supuso que se trataba de un sueño así que no le tomo importancia y decidió volverse a dormir a ver si así al despertar todo volvería a la normalidad, su sorpresa fue grande al abrir sus ojos y darse cuenta que todo seguía igual, con la poca fuerza y movilidad que le quedaba en su mandíbula logro emitir un quejido similar al de un perro agonizando, su hermana lo logro escuchar y entro corriendo rápidamente al cuarto para ver que le ocurría, al entrar y ver a Gonzo en una posición la cual simulaba estar dormido supuso que no ocurría nada así que salió de la habitación. Pasaron las horas y Gonzo quedo inmerso en sus pensamientos  sobre porque había terminado de tal forma, se puso a pensar en cada buena acción que había cometido a lo largo de su vida, el joven Gonzo siempre se considero un buen estudiante y buen hijo al igual que era el pilar de su familia ya que su padre los había abandonado y su madre era ama de casa, su hermana  apenas era estudiante de preparatoria la cual necesitaba mas recursos para continuar con sus estudios, cosa que Gonzo ya no podrá hacer, el solo hecho de pensar que dejaría de ayudar a su familia lo hizo querer gritar de manera furiosa a los cuatro vientos, un grito de tristeza, furia, impotencia y decepción pero sin embargo no era ni capaz de mover los labios, solo podía hablar consigo mismo en sus más profundos pensamientos.
     Después de algunas horas la hermana se percató de que algo no estaba bien ya que eran casi el medio día y Gonzo no se levantaba así que fue corriendo hasta su habitación

--Gonzo Gonzo levántate. Esta todo bien ahí adentro?-- con voz de preocupación—
   Sin recibir respuesta alguna, la hermana abrió la puerta con fuerza y sacudió a su hermano, pero este no se movió ni un centímetro lo cual ocasiono que llamaran al doctor. 
     El doctor al llegar a la casa no tuvo explicación alguna de lo que le haya sucedido, le hicieron algunas preguntas a su madre, pero esta al estar rota en llanto no pudo contestarle.
     El médico dijo que tal vez pasen algunos días y sea momentáneo y que deben tener paciencia y fe de que todo volvería a la normalidad.
     Pero el doctor en realidad no sabía con certeza lo que el joven Gonzo tenía.
     Su hermana estaba dispuesta a cuidar de él y ayudarlo con todos sus quehaceres en lo que mejoraba su estado, pero no podía evitar sentirse triste al ver a su hermano postrado en la cama.
    Su mamá no podía asimilar la simple idea de que, su hijo haya quedado de tal manera que no pueda moverse, simplemente se repetía a sí misma en su cabeza
--no, no pude ser, ¡no a mi hijo! —de manera desesperada—
     La madre no quería tan siquiera entrar a la habitación de Gonzo por que no soportaba ver a su hijo así.
     Y Gonzo solo se maldecía a si mismo por ser una carga.
--Cómo puede ser?, como puede ser que termine así de esta manera postrado en una cama siendo una carga para mi familia, sin poder aportar nada bueno—

     Pasaron 5 meses desde que la tragedia ocurrió y cada vez había menos esperanza de que mejorara el estado de Gonzo.
     Por lo cual la madre empezó a discutir con el doctor sobre que Gonzo no muestra mejoría alguna, el doctor no dijo ni una palabra y simplemente se salió de la casa, llego el atardecer y la madre de Gonzo se puso a pensar sobre que harían respecto a su situación económica ya que Gonzo era el único que trabajaba, ya había vendido la mayoría de sus cosas y lo único que les quedaba eran los muebles del cuarto de Gonzo y un pequeño comedor donde apenas cabían 3 personas pero esto no era demasiado problema ya que era perfecto solo para su hija y ella. Sin más remedio decidió vender los muebles del cuarto de Gonzo a los cuales les tenía mucho afecto. La madre le tenía tanto resentimiento y decepción que cada vez que entraba a la habitación tapaba el cuerpo inmóvil de hijo con una sábana blanca para no verlo, aunque sin embargo a la hermana ya le había cansado igualmente esta situación y sentía un poco de decepción hacia su hermano, ésta al ver que la madre lo tapaba con la sábana blanca entraba discretamente al cuarto y lo destapaba, lo sentaba y lo ponía enfrente a la ventana para que pueda ver el azul del cielo y a la gente pasar.
     Sin embargo, en lo único que pensaba Gonzo era en la mala suerte que tenía y la mala jugada que le había hecho el destino. Al estar harto de darle mil vueltas a las cosas buenas que había hecho decidió pensar en todas las cosas malas que había cometido a ver si eso lo llevaba a la conclusión de que era lo que merecía pero recordó cuando era joven, aunque era inteligente abusaba de sus demás compañeros obligándolos a hacer cosas a su beneficio sin que ellos se dieran cuenta, los manipulaba de tal forma que pensaba que todos eran inferiores a él, era alguien envidioso y engreído pero no lo demostraba, el aparentaba ser una buena persona para que los demás se compadezcan de él y lo ayudaran en sus cosas, pero él no creía que eso fuera motivo para que dios lo castigara de esa manera, maldijo a su madre por vender sus cosas como si no supiera que tenían un gran valor sentimental para él, su hermana tuvo que salir de estudiar para ponerse a trabajar por lo cual culpo a su hermano, ella se puso a trabajar en un supermercado para poder pagarle los medicamentos y la atención medica que Gonzo necesitaba, su madre tuvo que conseguir empleo de doble tiempo en una casa también tuvieron que rentar el cuarto de su hermana y esta pasarse a dormir al de su madre.
     Los nuevos inquilinos eran muy abusivos y trataban mal a la madre y a la hija, como sirvientas, estas no se podía quejar por que necesitaban el dinero, una tarde los inquilinos siguieron a la hermana hasta un cuarto al cual tenían prohibido pasar y ahí vieron que la hermana quitó de encima de la cama unas sábanas blancas y movió a un hombre de media edad hacia la ventana el cual parecía un cadáver, la hermana escuchó ruidos afuera del cuarto y fue a comprobar que pasaba, los inquilinos rápidamente se fueron corriendo hacia su habitación sin dejar rastro alguno, al estar ya en su cuarto los inquilinos no pudieron aguantar la curiosidad y esperaron al anochecer para ir a husmear en la habitación de Gonzo, ya estando ahí vieron las mismas sabanas y dejando lo que parecía un cuerpo inmóvil y sin vida pero que estaba conectado a unas sondas, estos decidieron destaparlo y vieron el cuerpo con los ojos abiertos, al principio se asustaron pero pasaron los días y estos ya se habían acostumbrado tanto era así que cada noche iban a ese mismo cuarto con cosas punzantes para molestar y ver si así hacia algún gesto.
    La madre se percató de que su hijo tenía varios cortes en sus extremidades, pero no encontraba explicación alguna sobre que le estaba pasando, pero tampoco le tomaba importancia y lo dejaba así.
     Gonzo lo único que podía hacer era maldecirlos en sus pensamientos, una noche ahí iban otra vez los inquilinos a molestar a Gonzo Famsa pero lo que no sabían es que esta vez sería diferente, empezaron como siempre a picarlo con agujas pero al aburrirse de esto y ver que no había reacción alguna por parte de Gonzo decidieron ir mas haya y fueron por una barra rota de metal que encontraron afuera de la casa la cual tenía una punta algo afilada, lo empezaron a picar pero de nuevo no obtuvieron ninguna respuesta, así que uno de ellos ejerció un poco más de fuerza pero esta fue demasiada por lo que la barra de metal entro unos 9 cm aproximadamente en el abdomen del muchacho , los inquilinos se asustaron tanto que inmediatamente retiraron la barra del abdomen y se fueron corriendo a su habitación, el infeliz muchacho suplicaba por ayuda dentro de su mente pero no podía emitir ni un sonido y se puso a pensar en toda su vida y que este sería su final. Comparó su vida con la de un insecto al cual pisotearon sin piedad y compasión alguna y aun así en sus últimos momentos solo pensaba en lo que sería de su familia sin él, si serian felices o tristes, si lo extrañarían o no, si lo recordarían o no. Y en ese momento sus ojos se quedaron sin brillo y su corazón dio el ultimo latido.
      A la mañana siguiente sin que nadie se diera cuenta los inquilinos se salieron de la casa para no volver más, cuando la madre despertó fue como de costumbre al cuarto de Gonzo para verificar que todo estuviera bien pero grande fue su sorpresa al ver el charco de sangre al lado de la cama y el agujero en su abdomen.
    La hermana despertó y fue junto a la madre a ver la terrible escena de ese momento. Las dos estaban destrozadas por dentro, aunque sintieron una gran liberación de carga sobre sus hombros, aunque ninguna lo admitía. Pasaron los días y enterraron el cuerpo de Gonzo, a su entierro no fueron demasiadas personas, el chico por fin dejó de sufrir y descansaba en paz.
    Después de ese suceso decidieron que era tiempo de una nueva vida, vendieron la casa y compraron una mejor situada, más pequeña y acogedora ya que la anterior la había elegido el difunto, la madre se casó de nuevo y el nuevo esposo logro pagarle los estudios a la hija para que concluya con estos.

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