Capítulo único

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El viento soplaba una gentil brisa, acariciando la tersa piel del joven que se encontraba recargado en el tronco de un árbol frondoso, sentado debajo de la sombra que éste le proporcionaba, alborotaba juguetonamente sus cabellos, moviéndolos, causando que estos no se quedarán en su lugar.

Pero eso no distraía a aquel joven de la labor que se encontraba haciendo; un bolígrafo sobre una hoja de papel, con suaves y gentiles movimientos, la tinta iba formando las palabras que deseaba expresar.

Querido NamJoon:

Tal vez sepas quién soy, o quizás nunca en tu vida supiste sobre mi existencia, pero no te culpo de ello.

Nunca tuve el valor de presentarme frente a ti, "¿Por qué?" Te preguntarás, y bueno, la respuesta es sencilla.

¿Cómo podría acercarme a ti? Siempre que estabas en la mira, me hacía esa pregunta, tantas veces imaginando escenas en mi mente, simulando la manera en como debía acercarme hacia tu persona, y la manera en como debía hablarte, es algo tonto, ¿no?, pero así era, y no podía evitarlo.

Aunque yo fuera mayor que tú, me ponías nervioso, aún si no me miraras directamente, con solo ver el color de tus ojos, me ponía así, ¿te imaginas con una mirada directa?, si, serías el responsable de aquel paro cardíaco que me hubiera dado en tal caso.

Durante un tiempo, me resigné y decidí que lo mejor sería ser solo un espectador más de tu belleza, y te preguntarás "¿Cuál?", pues déjame decirte Nam, que eres simplemente hermoso, el color de tu piel, tus ojos, aquella sonrisa que mataría hasta a un ángel y haría caer a demonios a tus pies, pero eso es sólo hablando superficialmente.

Porque además de ser absurdamente hermoso físicamente, lo eras aún más por dentro; hubieron tantas veces que te vi ayudar a una viejita a cruzar la calle, ayudar a una madre que llevaba un bebé en brazos a llevar las compras, la vez que le diste lo que estabas comiendo a un indigente de la calle; hacías acciones sin que alguien estuviera ahí para grabarlo, como lo es ahora en la actualidad; pero yo sí estuve ahí para guardarlo en mis recuerdos.

Sin darme cuenta, te habías metido en mis pensamientos, es tonto que lo diga hasta ahora ¿Cierto?, pero es la más sincera verdad, solo quería hablarte por curiosidad, pero terminé perdidamente enamorado de tu persona.

Tal vez sea presuntuoso decir que conocía al verdadero tu, pero así yo lo sentía, porque cuando hacías aquellas acciones, tu sonrisa brillaba mucho más que cuando sonreías en la escuela.

Y así seguí, anhelando el hablar contigo nuevamente, quería volver a intentar acercarme pero, nuevamente las dudas me lo impedían; así fue hasta que ese día llegó.

¿Recuerdas aquel día lluvioso? En el que le diste tu paraguas a un completo desconocido, y sin más, te fuiste corriendo hacia un auto.

Pues ese desconocido era yo, y por la impresión, ni las gracias pude darte, tampoco corrí a agradecerte porque en cuanto subiste al auto, este había arrancado a toda velocidad, y estaba feliz, había tenido un acercamiento contigo sin querer, y mejor aún, una excusa para acercarme nuevamente y hablarte, eso me hizo muy feliz, estaba realmente feliz.

Y digo que estaba, porque al siguiente día cuando llegué a la universidad, decidí buscarte con la mirada, más no te encontraba, y lo entendía, no es como en las historias de los libros, donde los protagonistas se encuentran entre tanta gente.

Pero había algo diferente ese día, más no le di importancia, pasaron las horas de clases y entre descansos, seguía buscándote, pero nunca te encontré, luego todos fuimos llamados al auditorio, y ahí fue cuando mi felicidad se destruyó cual vidrio al caer.

El director dio un anuncio, aún recuerdo las palabras exactas:

"Lamentamos informarles que un grupo de jóvenes murieron ayer en un accidente automovilístico.
Un camión impactó contra el auto en el que venían, tras haberse quedado dormido el conductor, por favor guardemos un minuto de silencio y demos nuestras condolencias a aquellos jóvenes que fueron parte de esta universidad."

Y ahí estaba yo, no lo podía creer, un nudo se instaló en mi garganta, y las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos, resbalandose por mis mejillas, y te preguntarás, ¿por qué un chico con el cual nunca hablaste lloraba por tu muerte? Era simple, estaba enamorado, tan enamorado que tú muerte rompió mi corazón, y la culpa comenzó a inundar en mi mente, cosas como "¿Por qué no te detuve en ese momento?" O "Debí de detenerlo para agradecerle" pensaba que si tan solo hubiera atrasado tu partida por unos minutos más, ustedes estarían vivos, tú estarías vivo.

Así pasaron los días, tú funeral llegó, pero obviamente nunca pude asistir, ¿por qué iría un chico el cual nunca conociste? No fui nada más que una persona más en tu entorno, quien te amó silenciosamente.

Solo espero que mis sentimientos lleguen a ti desde donde sea que estés, y aunque me arrepiento de no haberme acercado antes, no haberte hablado cuando tuve la oportunidad, nunca me arrepentiré de haberme enamorado de ti, pero si por haberte dado un amor silencioso.

Con amor, Min YoonGi.

Al dar por terminada la carta, dobló está con el mayor cuidado posible limpió las lágrimas que habían salido de sus ojos nuevamente y ató la carta a un globo, soltándolo dejando que el viento elevara sus sentimientos hacia el cielo.

A su vez, aquel chico de pálida piel se levantó del suelo y tomó aquel paraguas que se encontraba a su lado, sonrió tristemente y soltó el aire lentamente, emprendiendo su camino y regresar a su rutina, aunque en su interior, sabía que aquello no sería lo mismo sin el.

Un Amor SilenciosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora